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- 31/10/2018 01:00
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Santiago Solari sabe perfectamente que asumir la dirección del Real Madrid en este momento representa un punto de partida para una aventura que puede tener solamente dos finales: la gloria, o el infierno.
Al final, el argentino no tiene mucho que perder. Asume la responsabilidad de dirigir a uno de los equipos más tradicionales del fútbol, no solo en España, sino en todo el mundo, llamado como ‘interino' para suplir la peor debacle en la historia del club blanco.
Solari suple a Julen Lopetegui, quien dejó al equipo con los peores números de un entrenador en las dos etapas en la presidencia de Florentino Pérez y como el segundo que menos tiempo ocupó el cargo tras José Antonio Camacho.
Lopetegui solo estuvo 137 días en el banquillo del Real Madrid, y se marcha en plena crisis de resultados con los peores números que nunca cosechó un técnico durante los dos mandatos de Florentino Pérez.
El argentino, que cumplió 42 años el 7 de octubre, tuvo un glorioso período como jugador del Real Madrid, junto entre otras estrellas con Zinedine Zidane, quien en su etapa como entrenador brilló enormemente en el banquillo blanco.
UN RETO PARA EL ESTRATEGA
Santiago Solari echó raíces como jugador, y ahora como técnico para la plantilla blanca
ganó la Champions League, la Súper Copa de Europa y la Copa Intercontinental
pasó al Inter de Milán, donde ganó la Súper Copa de Italia, la Liga de Italia y la Copa de Italia.
Ahora, ‘El Indiecito', apodo heredado de su tío, Jorge ‘El Indio' Solari, espera ser el artífice de la resurrección fusbolística del Real Madrid, sumido de la más profunda crisis de su historia.
En su primer encuentro oficial con la prensa como técnico del Madrid, definió la filosofía con la que ya comenzó a trabajar.
‘Si me das a elegir, siempre prefiero ser protagonista con la pelota y ser ofensivo'.
Tras dos años y tres meses en el Castilla, sin lograr el reto del ascenso a la división de plata del fútbol español, Solari es, sin embargo, reconocido por haber ido formando un buen número de jugadores, mientras crecía como entrenador.
Si bien llega al banquillo madridista de forma provisional, tiene muchas opciones de quedarse.
Tiene la obligación de enderezar el rumbo en la Liga de un equipo que es noveno en la clasificación, de estrenarse hoy con buen pie en Melilla en la Copa del Rey, y de ver el potencial del brasileño Vinicius.