Sólo “Hay” un toro en la cumbre

Actualizado
  • 01/11/2008 01:00
Creado
  • 01/11/2008 01:00
Cada día, el ganadero veía crecer sus reses, pero fijando especial atención a aquel “torito guapo”.

Cada día, el ganadero veía crecer sus reses, pero fijando especial atención a aquel “torito guapo”.

Productivo y lleno de fuerzas, el becerro crecía imponiendo su espíritu, talento, velocidad y hasta corneaba a todo el que se acercaba. “Tiene talento y puede costar una fortuna en el futuro”, decía el ganadero.

Meses después cuando el “torito guapo” ya era adulto, el ganadero decidió encerrarlo solo en el corral de la loma, para que no gastara energías.

“Esperaré hasta la feria de marzo y me darán una fortuna por él, debo protegerlo”, pensó.

Sin embargo, ante la ausencia del “torito”, el rebaño comenzó a protestar, se desbocaron y daban desencajados bramidos, pues ya no jugaban, no pastaban y no convivían con él.

Todo el rebaño se preguntaba: ¿dónde estará el "torito" que nos daba alegría con su gran espirítu? Uno dijo: "¿será que fue a cruzar el mar a ver el otro lado de la isla"?

Vamos a buscarlo: exclamaron otros. Sin enterarse el ganadero, todo su rebaño fue directo al mar, y en su intento de cruzar la isla sucumbieron.

Una escena de dolor vivió el ganadero un día después, cuando vio a todo su ganado flotando en el mar. Y exclamó: ¡qué habrá pasado aquí, nunca vi algo similar, ha muerto todo mi ganado!, y ahora sólo me queda el “torito guapo” que vive en la loma.

Con una pijama a rayas, atravesó el pedregal y se dirigió al corral de la loma para visitar a su única res, cuando llegó se dio cuenta que la furia y capacidad del antes becerro era más de lo que pensaba.

Sin enterarse el ganadero, días antes con su habilidad, el torito había saltado la cerca, cruzó el mar y alcanzó la isla primero que todos y sin rasguño alguno.

Ahora el ganadero lo había perdido todo por ser ambicioso y no pensar en la salud de su ganado, que era toda su esperanza.

Ahora al librarse de su mezquino dueño, sólo hay un toro en la cumbre, dispuesto a vivir mejor, puede comer de un mejor pasto, jugar en mejores campos y dejarse guiar por mejores propietarios. En fin... vivir feliz para siempre. $

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