Panamá intentará levantar su honor

PANAMÁ. Después de varios tropiezos en el último año, la selección panameña de fútbol iniciará un nuevo proceso, a manos de Gary Stempel, en búsqueda de mejorar el mediocre papel de los últimos torneos en los que ha participado.

La Copa de Naciones será el punto clave en el fútbol criollo, ya que a pesar de no ser los favoritos, Panamá podría retomar el respeto que una vez tuvo en el área centroamericana.

A diferencia de varios de las últimas selecciones istmeñas, Gary Stempel, por diferentes situaciones, apostará a una mayoría de jugadores que militan en el campeonato doméstico.

“Este ha sido el equipo más difícil de armar que he tenido en mi carrera”, manifestó el técnico inglés. “Todavía no sé cómo voy a salir para el primer partido”.

Una de las posibles bujías ofensivas del onceno tricolor será Edwin Aguilar, quien tuvo una brillante temporada tanto en el torneo local, como en la Concachampions con el Tauro FC.

El delantero, junto a Brunett Hay, forjó una de las mancuernas más goleadoras en la etapa de grupos. Además, fue el autor del único gol en la victoria del conjunto panameño en el partido amistoso contra Dinamarca.

El veterano Ricardo Phillips se ha constituido en los últimos compromisos en una de las principales figuras del onceno criollo, aportándole una dinámica diferente a la mitad de la cancha desde el arranque del partido, o desde la banca.

Nelson Barahona será, sin duda alguna, el director de la orquesta, ya que como se pudo apreciar, el talentoso jugador tendría la función de armador en el equipo.

“Panamá no es el favorito para ganar el torneo”, afirmó Stempel sobre las expectativas del equipo panameño. “Además, hemos trabajado de gran manera para este reto”.