Las mujeres necesitan más oportunidades en el deporte

“El deporte puede ser un fuerte aliado en la lucha contra la desigualdad y la discriminación de la mujer”, afirma ONU Mujeres en su Agenda 2030 para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Dicha alianza sería efectiva si, a través suyo, se promueve “la creación de espacios seguros e inclusivos, la confianza o el liderazgo de las mujeres y niñas (…)”, detalla el diagnóstico.

No obstante, ONU Mujeres al tiempo que hace entrever una 'fuerte alianza', deja claro que, en el deporte, ya existen claras líneas de discriminación y desigualdad para ellas.

“No se limita únicamente a su participación en actividades, sino que abarca, sectores más amplios como la presencia en puestos de responsabilidad en organizaciones deportivas, organismos e instituciones (tanto públicas como privadas)”, añade.

Sobre el particular, la secretaria general del comité nacional Paralímpico, Iveth Valdés, dijo que el problema, específicamente en Panamá, está en la utilización equivocada de los conceptos.

Señaló que las instituciones responsables de la actividad no se han sentado a analizar, “las razones de los obstáculos que tiene la mujer para practicar deporte”.

“No han analizado la naturaleza de esos obstáculos o buscar fórmulas para solucionarlos y permitir que las mujeres, alcancen óptimos resultados y que haya mayor participación”, indicó.

Valdés precisó que, en lo que concierne a los atletas con algún tipo de discapacidad, desigualdad no sería el término aplicable, sino de equiparación.

“Tú y yo no necesitamos los mismos recursos para alcanzar una meta (…), porque en mi condición de mujer y con discapacidad, necesito ese otro peldaño que me lleve a la igualdad, para tener condiciones similares y alcanzar esa meta que, en este caso, es el deporte”, sostuvo.

Añadió que no hay una autoridad única para brindar ese apoyo, porque en una situación óptima deben participar Pandeportes, Senadis y el Instituto de la Mujer, entre otros.

“Estas instituciones deben maniobrar en favor de una población vulnerable, porque si no nos sentamos para ver sus necesidades y posibles soluciones, siempre vamos a tener estos problemas”, expresó.

“Podemos poner pequeños remiendos y asistir a una persona para que sortee obstáculos y llegue a cierto nivel, pero no vamos a tener un desarrollo igualitario, equiparado e integral del deporte”, apuntó.

Dijo que la figura de la discriminación en la mujer, con discapacidad o sin ella, también va de la mano con el concepto de equiparación de oportunidades, y se registra, entre otras cosas, cuando no se analizan las razones por las que no ha cumplido con sus objetivos.

Sostuvo que existe discriminación cuando no existe una planificación con perspectiva de género, que permita entender que una atleta necesita apoyo para llegar a la meta, porque en el trayecto debe sortear muchos obstáculos.

“Una atleta tiene que sortear muchos obstáculos para llegar siquiera a la partida y, de allí a la meta, todavía hay un gran camino por recorrer”, matizó.

Iveth afirmó que las políticas establecidas por el COI y el Comité Paralímpico han mostrado una mayor participación femenina, pero hacen falta muchas más, principalmente a nivel local.

Ahondó que, en el caso de las mujeres paralímpicas, existen dos aspectos, cada uno con sus propios problemas debajo del brazo.

Por un lado, están las menores de edad que deben ser apoyadas totalmente por sus familiares para cumplir objetivos y, por el otro, la mujer adulta que desempeña varios roles, además del de atleta.

“En una niña, usualmente, la familia le tiene un sistema de protección, por lo que se hace difícil participar en un entorno que no conoce, y en el caso de la mujer adulta, no pierde su rol personal ni profesional, lo que implica una logística muy fuerte”, explicó.

Destacó que, en el primer caso, casi siempre es la madre la que asiste a la hija y para ello debe poner en pausa sus responsabilidades, a menos que la organización tome ese papel de asistencia y protección.

Indicó que lo ideal sería contar con un equipo interdisciplinario para “salvar esa brecha” y darle la tranquilidad a los padres de que se cuenta con los elementos para desarrollar su actividad deportiva, sin mayores sobresaltos.

“Lastimosamente, en el Comité Paralímpico la única que trabaja 24/7 soy yo, porque el puesto es ad honorem y no se le puede pedir al personal que lo haga gratuitamente, lo que es una limitante”, indicó.

“En el caso de una atleta adulta, tiene que cumplir muchos roles porque no pierde el de cuidadora del hogar, principalmente, por lo que el ir a entrenar o a una competencia, implica una logística muy fuerte”, añadió.

Señaló que hace falta un mayor presupuesto porque es necesario ver al deporte como una inversión, más que un compromiso u obligación del Estado.

“Mientras no veamos al deporte como inversión, no vamos a entender estas situaciones que indican, que la inversión debe ser un poco más centrada en todo el proceso”, advirtió.

Dijo entender que los presupuestos son limitados y que, en el caso de Pandeportes, se les ha apoyado para sus compromisos, pero que una competición inicia desde los entrenamientos.

“Entiendo que los presupuestos son limitados y Pandeportes usualmente nos da el apoyo para ir a la competencia. Sin embargo, todo el proceso previo no es cubierto, y es el que dura mucho más tiempo”, agregó.

Agradeció el apoyo que reciben del Senadis a partir de las Olimpiadas de Tokio, “pero hace falta muchísimo más apoyo, y es por eso hemos tratado de involucrar a mucho más actores”.

Sobre instalaciones dijo que: “No tenemos ni adecuadas ni inadecuadas. No tenemos instalaciones básicas, así es que ni pensar todavía que la tengamos y que las mismas sean las adecuadas”.

“De hecho ahorita, estamos tratando de lograr un espacio físico, porque tenemos la necesidad de que nuestros muchachos tengan un lugar donde reunirse, entrenar y planificar sus trabajos”, concluyó.