Este evento que se vio fundamentalmente desde América, empezó sobre la medianoche de este viernes 14 de marzo y llegó a su máximo sobre las 3 de la mañana,...
- 16/12/2008 01:00
- 16/12/2008 01:00
Cuando se ocupa un cargo en forma fortuita, es decir, por las circunstancias en el momento, es aconsejable rodearse de los mejores asesores, para equivocarse lo menos posible. Esto no ocurre cuando está presente la soberbia, y prevalece lo de: el jefe soy yo ahora, y lo que yo digo es lo es lo que vale. Quien me contradiga, le envío una copia de mi currículo para que sepa quien soy yo.
Hace algunos días escuché parte de una entrevista del colega Enrique Clarke, que le preguntó al Pres. del Comité Olímpico de Panamá, Ing. Miguel Sanchiz respecto al nombramiento del vicepresidente Lic. Fernando Samaniengo en el cargo administrativo de Director Ejecutivo del COP con una remuneración, cuya cuantía sólo se conoce en “petit-comité”. Justificó está designación diciendo que él no estaba jubilado como su antecesor y tenía que dedicarse a su empresa, y que Samaniego disponía de más tiempo y fue por eso que la Junta Directiva lo aprobó para ese cargo.
Pese a que en el escrito del 4 de Dic. 2008 con título “Tome nota Sanchiz”, expliqué que la estructura del Comité Olímpico de USA es especial y distinta a las de los países latinos, Miguelito volvió a compararlo con la de Panamá, diciendo que el secretario general del COEU ocupaba el cargo remunerado de director ejecutivo, lo que en inglés se llama “CEO”. Le repito que el cargo de CEO siempre ha existido en el COEU, y que el Sec.Gen. es un administrativo que no vota.
Como estudioso permanente del Movimiento Olímpico, recuerdo que Avery Brundage de Estados Unidos, dirigió el COI desde un suite en Chicago hasta el año 1972. Su sucesor Lord Killanin, siguió el mismo patrón y dirigió el COI desde 1972 a 1980, desde Irlanda. En julio de 1980, en Moscú, Juan A. Samaranch fue elegido presidente del COI, y comenzó a visualizar que el organismo no podía progresar con una dirección a distancia y por control remoto. Aún siendo un cargo voluntario, entendió que tenía que residir en la sede en Lausana, para impulsar su progreso.
A raíz de los XXIII “JO” celebrados en Los Ángeles, California, en 1984, gracias a un genio financiero llamado Peter Ueberroth, transformó estos Juegos de una competencia con pérdidas económicas, al lograr una ganancia de 200 millones de USD. De ese punto los Juegos Olímpicos se convirtieron en un producto atractivo de mercadeo, lo que hizo obligante que de ese punto, un requisito “sine-qua-non” para ser pres. del COI, era vivir en Lausana. El Pres. Dr. Rogge aceptó esto.
Samaranch trasladó ese criterio a los CONs, especialmente los pobres, con un apoyo económico por intermedio de Solidaridad Olímpica del COI, y ahora de su apéndice, los Programas Continentales, para que pudieran tener su propia estructura administrativa, que tiene que ser supervisada de cerca por los presidentes de los CONs, y no en sus tiempos libres como pretende Sanchi.
No es cierto como trató entrever, que Melitón Sánchez le dedicaba más tiempo por estar jubilado. Le informo que desde que el COP tenía oficina en la Piscina Adán Gordón y luego de allí a un edificio en la Avenida México, Sánchez tenía su oficina privada en la transísmica, (1982-1999) en el edificio donde estaba el Triángulo, pero todos los días iba a la oficina del COP. Si Sanchiz desde el inicio sabía que no podía atender el COP como se requiere ¿por qué aceptó la presidencia?