Desilusión por dudosa victoria de ‘Pelenchín’

Actualizado
  • 02/05/2009 02:00
Creado
  • 02/05/2009 02:00
PANAMÁ. Limosinas, música, cámaras y espectáculos adornaron la entrada de la remodelada Arena Roberto Durán durante las horas previas a...

PANAMÁ. Limosinas, música, cámaras y espectáculos adornaron la entrada de la remodelada Arena Roberto Durán durante las horas previas a la esperada velada “Noche de Leyendas”, en la que el campeón supergallo de la AMB y la FIB, Celestino “Pelenchín” Caballero retuvo sus títulos ante Jeffrey Mathebula, con una dudosa victoria.

¿Ganó o se la regalaron?, es tal vez la pregunta que todavía se hacen miles de panameño, es más, ni el homenajeado de la noche Roberto “Mano de Piedra” terminó de ver el final de la pelea y se retiró molesto al ver la mala actuación en el ring de su compatriota.

Otros cuatro mil fanáticos compartieron el sentimiento con la leyenda del boxeo panameño, y decidieron abandonar el estadio antes que decretaran a “Pelenchín” como el ganador del pleito.

A pesar de los tantos disgustos, hay quienes defienden y confirman el triunfo de Caballero, como su apoderado, Roberto Espiño, quien vio como el claro vencedor al consentido de su cuadra Los Roqueros. A juicio de Espiño, a “Pelenchín” solo se le complicó el combate por la poca referencia del rival.

Julio Shaik, representante de la FIB en Panamá, compartió la opinión con Espiño, y manifestó que el visible cansancio es el único detalle a mejorar para quien él apreció como claro ganador de la pelea.

“PELENCHÍN” RECONOCIÓ SU LENTITUD

Finalizado el combate, un exhausto y visiblemente castigado Caballero reconoció su falta de velocidad y de condiciones ante las arremetidas del sudafricano.

“Me sentía amarrado”, manifestó el campeón ante el asedio de las cámaras, las que buscaban alguna respuesta o explicación de su pobre desempeño.

Pero, lo que todavía queda por descifrar es el por qué del notable cansancio del panameño, el cual quedó demostrado en su magnitud cuando tuvo que ser cargado hasta su esquina, luego que finalizara uno de los últimos asaltos.

UN GRAN SHOW

El sudafricano llegó al tinglado en un evento bastante protocolar con la bandera de su nación. Por su parte, “Pelenchín” se encaminó al ring con una de sus tantas canciones de reggae, mientras que sus hijas le abrían el camino con los dos títulos en sus brazos.

El sonido de la campana puso fin a la ansiedad del público, el que coreaba con ahínco el nombre del “campeón del ghetto”.

La ansiedad, rápidamente se transformó en angustia, y es que Caballero parecía estar bajo el dominio de Mathebula. Golpes vinieron y golpes fueron, pero el público parecía esperar la pérdida del cetro del pugilista panameño.

Tanto fue el sinsabor de la actuación de “Pelenchín”, que Roberto Durán prefirió abandonar el coliseo en el undécimo asalto.

Después de varios “resbalones” y fallidos “pelenchinazos”, la campana nuevamente puso fin al tenso ambiente que se vivía en el estadio.

Una decisión dividida permitió a Caballero retener el cetro ante el asombro de una gran cantidad de fanáticos. Vasos, cerveza y hielo flotaron por los aires, agilizando la evacuación del estadio.

Afuera, las personas continuaban discutiendo el veredicto en medio de un caos vehicular, ya que como se especuló durante varias semanas antes del evento, los estacionamientos no fueron suficientes, lo que causó que hubiera carros en cualquier espacio disponible, dificultando la salida de la nueva arena.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones