Palabras sanas de Frank Fredericks

Conocer y también haber visto competir a Frank Fredericks de Namibia como atleta, es un privilegio especial para un periodista deportivo. Es el buen ejemplo de un atleta que conoce la pobreza, pero que supo aprovechar las oportunidades del deporte, específicamente el atletismo, para su superación fuera de la pista atlética. Basta con señalar que estudió en los Estados Unidos donde obtuvo un título universitario de Bachiller en Ciencias y una Maestría en Administración de Negocios. Fue elegido en el 2004, miembro de la Comisión de Atletas del COI, que preside desde el 2008. Entre sus tantos logros como atleta, ganó medalla de plata en los 100 y 200 metros planos en las olimpiadas de Barcelona 1992, y Atlanta 1996.

Pues bien, Federicks fue uno de los expositores en el Primer Fórum Internacional de Deporte para Paz y Desarrollo, celebrado en el Museo Olímpico en Lausana, Suiza. Dijo: “Estoy agradecido por la invitación, y muy encantado de estar aquí, para dirigirme a ustedes sobre el tema de “Promoción de Educación y un Estilo de Vida Saludable”. La realidad que encara nuestros jóvenes es que muchos están viviendo en una zona “crepúsculo”, con varias temporadas de empleos periódicos, desesperanzas, ociosidad, y obesidad. Muchas personas alrededor del mundo por consiguiente, están destinados para un futuro sin prospectos significativos. Aquí es donde el deporte sirve como un catalizador importante en lograr que gente joven fijen las metas de él o de ella, y salir a encontrar el lugar propio de él o ella en la sociedad y lograr algo.

Mi carrera en el atletismo así como las experiencias de muchos otros atletas a través del mundo, es el testimonio de lo que el deporte puede hacer para ayudar a una persona joven a sobreponer cualquier obstáculo y lograr las metas de él o ella. Quisiera decir algunas palabras de mi experiencia personal. Como resultado de mis proezas atléticas, recibí una oportunidad de estudiar en los Estados Unidos. A través de una combinación cuidadosa del atletismo de alto nivel y educación, pude obtener una Maestría en Administración de Negocios, mientras al mismo tiempo, construía mi carrera internacional en atletismo. No fue una jornada fácil, porque constantemente tenía que encontrar un equilibrio entre la academia y el atletismo. A pesar de las dificultades de combinar el deporte con la educación, estoy feliz que pude persistir porque hoy puedo mirar hacia atrás y decir que valió la pena.

Se dice con frecuencia que el deporte es una escuela de la vida. Enseña valores tales como amistad, solidaridad, juego limpio y excelencia, sin olvidar el valor de un estilo de vida saludable. Por cierto, que a través del deporte, los jóvenes son capaces de crear un modo de vida que los convierte en miembros valiosos de sus comunidades. El deporte permite que la juventud vea progreso, y saber que no siempre van a fracasar. El deporte adiciona beneficios a sus vidas. Es un bono si también terminan afiliándose a un club por placer. El deporte ayuda a la gente joven en hacer selecciones apropiadas en vida. Este énfasis en el valor del deporte en el desarrollo de destreza social, también asegura que habilidades personales y sociales pueden ser desarrollados a través del reto a actividades externas. Este pensamiento está prácticamente expresado a través de la misión del Movimiento Olímpico, y los principios fundamentales que forma la piedra angular del Comité Olímpico Internacional. Un niño en el deporte, es un niño fuera de problemas, en algunos países fuera de los juzgados y cárceles. (Continúa mañana domingo 31 de mayo).