La cantante argentina Nicki Nicole resalta la importancia de mantenerse “con los pies en la tierra” en una entrevista con EFE por su visita a México, donde...
- 02/06/2010 02:00
- 02/06/2010 02:00
PANAMÁ. El Mundial de México 1986 dejó muchos recuerdos especiales, como el penal que desperdició Zico en los cuartos de final ante Francia que pudo darle el triunfo.
O por ejemplo, el golazo de media tijera que le marcó el mexicano Manuel Negrete a Bulgaria.
Pero lo que nunca podrán olvidar ni los ingleses ni, por supuesto, los argentinos, será la llamada ‘Mano de Dios’ de Diego Armando Maradona.
Argentina e Inglaterra se disputaban un boleto para las semifinales del torneo.
Se jugaba el minuto 51 del partido cuando Maradona no encontró mejor manera de superar en un salto al portero inglés Peter Shilton que estirar su brazo izquierdo para darle un puñetazo al balón.
La pelota se introdujo en el marco y el árbitro de Túnez Alí Bennaceur señaló el centro el campo y se mantuvo firme en su decisión pese a las protestas de los jugadores dirigidos por Bobby Robson.
Lo que hizo Maradona tres minutos más tarde fue una verdadera obra de arte e hizo olvidar, por un momento, el gol que había anotado con la mano. Diego tomó la pelota en la mitad del campo y en una vertiginosa carrera eludió a cinco jugadores ingleses y al porteo Shilton y marcó el que es considerado el mejor gol de la historia de los mundiales.
Argentina ganó el partido 2-1, pero aún los ingleses se preguntan qué hubiera sucedido, si el árbitro no convalida el primer tanto del ‘Pibe de Oro’. Luego de dejar en el camino a los ingleses, Argentina enfrentó a Bélgica en semifinales.
Y otra vez, con goles de Maradona, Argentina supera a Bélgica 2-0 y pasa a disputar la final con Alemania.
La final se jugó en el Estadio Azteca, el 29 de junio de 1986, ante 114, 600 espectadores.
En un dramático encuentro, los argentinos derrotaron 3-2 a Alemania con tantos de José Luis Brown, Jorge Baldano y Jorge Burruchaga, consiguiendo,l de esa forma, su segunda copa del mundo.
Maradona estará en otro Mundial y espera guiar de la mano a Argentina a su tercera copa, pero esta vez como técnico.