La velocidad es australiana

Actualizado
  • 15/12/2022 08:35
Creado
  • 15/12/2022 08:35
Emma McKeon, la vigente campeona olímpica, no dio ninguna opción a la sorpresa y se alzó con un tiempo de 50.77

Emma McKeon y Kyle Chalmers dejaron claro este jueves que las pruebas de velocidad en los Mundiales de piscina corta que se disputan en Melbourne sólo tienen un color, el amarillo de Australia, tras coronarse campeones del mundo de los 100 libre.

Títulos que ratificaron el abrumador dominio de los nadadores locales en uno campeonatos, en los que en apenas tres jornadas de competición los "aussies" ya contabilizan siete medallas de oro.

Si en la categoría femenina McKeon, la "reina" de los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, en los que se colgó siete medallas , cuatro de ellas de oro, partía como clara favorita, en la masculina Chalmers se vio superado en las semifinales por el sorprendente nadador de las Islas Caimán Jordan Crooks, que llegó a la final con e mejor tiempo.

Una sorpresa que el nadador caribeño, de 20 años, trató de repetir en la final con una fulgurante salida, permitió a Crooks, superar el ecuador de la prueba e primera posición con un tiempo de 21.32 segundos, 8 centésimas por debajo del récord del mundo.

Pero Kyle Chalmers, plusmarquista universal de la distancia, no estaba dispuesto a decepcionar a los aficionados que llenaban las gradas del Centro Acuático de Melbourne y brazada a brazada comenzó a recortar la ventaja de Crooks.

Una remontada que se hizo realidad en el último largo en el que Chalmers no sólo dio caza al caribeño, sino que los superó con claridad para alzarse con la medalla de oro con un tiempo de 45.15 segundos, nuevo récord de los campenatos.

Veinticinco centésimas menos que el francés Maxime Grousset, plata con un crono de 45.21, y cuarenta y una menos que el italiano Alessandro Miressi, oro el pasado año en los Mundiales de Abu Dabi, que debió conformarse en esta ocasión con la medalla de bronce con un registro de 45.57 segundos.

A las puertas del podio se quedó el joven nadador rumano David Popovici, el hombre que batió el pasado verano el legendario récord del mundo del brasileño Cesar Cielo del hectómetro libre en piscina larga, que concluyó cuarto con una marca de 45.64 segundos.

Un tiempo que demostró la progresión de Popovici en la piscina corta, una modalidad en la que, como recalcó el propio nadador rumano, tiene todavía mucho que "aprender".

De hecho, Popovici, que llegó a Melbourne con un tiempo de 46.77 segundos, ha ido rebajando su marca carrera a carrera, hasta mejorarla en más de un segundo, como reflejó el 45.64 que firmó en la final, nuevo récord del mundo júnior.

Por su parte, Emma McKeon, la vigente campeona olímpica, no dio ninguna opción a la sorpresa y se alzó con un tiempo de 50.77 segundos, nuevo récord de los campeonatos, con el oro en una final de los 100 libre, que la australiana dominó en todo momento.

Ni el intento final del reacción de la hongkonesa Siobhan Haughey, campeona el pasado año en Abu Dabi, impidió el triunfo de McKeon, que aventajó en 10 centésimas a la nadadora asiática, que logró la plata con una marca de 50.87 segundos.

Completó el podio la neerlandesa Marrit Steenbergen, que se colgó la medalla de bronce con un registro de 51.25, casi medio segundo más que Emma McKeon, que suma ya dos oros en Melbourne tras contribuir el pasado martes con una sensacional última posta al triunfo de Australia en la final del 4x100 libre.

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