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- 15/11/2009 01:00
- 15/11/2009 01:00
PANAMÁ. La lluvia ha acelerado la maduración del grano del café y no hay suficiente mano de obra para hacerle frente a la cosecha.
Esta es la realidad que viven los cafetaleros de Volcán, Boquete y Renacimiento.
Ernesto Ameth Lezcano, presidente de la Asociación de Productores de Renacimiento (APRE), dijo que sólo en esta área se requieren unos 13 mil recolectores, pero sólo hay trabajando cerca de 9 mil, el resto ha emigrado a Costa Rica.
Los cafetaleros han iniciado el período de cosecha y tienen previsto recolectar 150 mil quintales, el 50% corresponderá Renacimiento.
Lezcano advirtió que si las lluvias no merman, se podría perder el 30% de la cosecha.
Pero ¿por qué los indígenas prefieren laborar en Costa Rica?, sostiene que todo obedece a que las autoridades panameñas no permiten que los hijos de los indígenas trabajen, y en Costa Rica no le ponen ningún impedimento, señala Lezcano.
Y, además, la Caja de Seguro Social (CSS) obliga a los trabajadores de los cafetales a cotizar riesgo profesional.
El dirigente de los productores sostiene que los indígenas no están dispuestos a que se aplique ningún descuento.
Unos 850 productores se dedican a esta actividad en Chiriquí. Y en el pasado período agrícola se sembraron unas 3,500 hectáreas.
La lata de café de 30 libras se vende a seis dólares, un precio que es calificado como razonable por los cafetaleros.
Los recolectores panameños representan el 50% de la mano de obra de las localidades costarricenses de Coto Brus en Puntarenas, Los Santos en San José y de los cantones de San Ramón, Grecia en Alajuela.