Europa enfrenta su desafío

Actualizado
  • 15/10/2011 02:00
Creado
  • 15/10/2011 02:00
BERLIN. Europa está enfrentando su desafío más severo desde 1945. Si la crisis griega se transforma en una crisis italiana, toda la estr...

BERLIN. Europa está enfrentando su desafío más severo desde 1945. Si la crisis griega se transforma en una crisis italiana, toda la estructura posterior a la Segunda Guerra Mundial podría desentrañarse.

Finalmente, los líderes europeos parecen reconocer que su estrategia de postergar el problema no ha funcionado.

El resultado no será una solución radical ‘así no es como trabaja Europa’ pero, muy probablemente, habrá una serie de pasos que, juntos, serán más desarrollados que cualquier cosa que se haya hecho antes.

Sin embargo, no abordarán el principal problema de Europa: la falta de crecimiento.

Es una ironía de la historia que la crisis haya colocado firmemente a Alemania al mando de los asuntos de Europa.

Francia concibió, planeó y presionó para que el continente tuviera una moneda única, en gran parte para diluir la influencia de Alemania, su banco central y su moneda.

Pero las realidades económicas demostraron ser más fuertes que las estructuras organizativas.

Alemania es, por lejos, la economía más grande de Europa y su salud fiscal es saludable, segura.

Esto hace que sea el único país que puede librar cheques o emitir garantías que sean tomadas en serio por los mercados.

La canciller alemana, Ángela Merkel, ha sido criticada en muchos sectores por no apoyar una solución trascendental ‘algo así como los euro-bonos, que, en efecto, extenderían una garantía alemana por la deuda de todos los países de la eurozona.

Sin embargo, cualquier solución de este tipo permitiría que países como Grecia y España pudieran solicitar nuevamente préstamos a tasas de interés ‘alemanas’ (que son mucho más bajas de las que podrían obtener por su cuenta), lo que significa que ya no tendrían ningún incentivo para reducir sus déficits presupuestarios e implementar reformas que estimulen el crecimiento económico.

Hace unas semanas, obtuvimos una visión sobre la peor pesadilla de Alemania: los mercados comenzaron a enfocarse en Italia y su deuda se volvió costosa.

El Banco Central Europeo intervino comprando bonos italianos, lo que produjo un descenso de las tasas a valores que Roma podía pedir prestado.

Tan pronto como se estabilizó la situación, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, comenzó a diluir sus compromisos sobre la promulgación de reformas económicas. Los funcionarios alemanes determinaron que no quieren terminar en una situación en que pueda evitar el trabajo duro de reestructuración.

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