Las buenas noticias sobre 2014

Actualizado
  • 04/01/2014 01:00
Creado
  • 04/01/2014 01:00
Durante cuatro años y medio, hemos esperado una poderosa recuperación que se mantenga a sí misma. Más de una vez pareció inminente. Desp...

Durante cuatro años y medio, hemos esperado una poderosa recuperación que se mantenga a sí misma. Más de una vez pareció inminente. Después, por diversas razones, desapareció, y volvimos a una expansión lenta, con demasiado desempleo y demasiada poca confianza. ¿Podría 2014 ser el año en que la recuperación se sienta realmente como una recuperación? Bueno, podría ser.

Lo digo con humildad. Es cierto, muchos pronósticos se han vuelto optimistas. El crecimiento económico (finalmente) se acelerará. Pero se hicieron predicciones similares en el pasado, entre ellas, las mías —y resultaron ser incorrectas. Podría ocurrir lo mismo nuevamente. Aún así, éste es el momento en que la idea de que se produzca una recuperación más sana parece más plausible desde mediados de 2009, punto más bajo de la recesión. El motivo: Muchos factores económicos fundamentales están mejorando simultáneamente’.

He aquí cuatro de ellos. (1)(BASTARDILLAS) El mercado laboral se ha fortalecido En los cuatro meses pasados —de agosto a noviembre— las nóminas no-agrícolas han aumentado un promedio de 204.000 puestos, de un promedio mensual de 180.000 para los siete primeros meses del año. Considerando la renuencia de las empresas para contratar personal, el aumento sugiere que la confianza va creciendo. Desde el punto más bajo de empleo en febrero de 2010, la economía ha agregado a la nómina 7,4 millones de puestos de trabajo.

(2) (BASTARDILLAS) La deuda familiar ha bajado, la riqueza está en ascenso. La debilidad de la recuperación ha reflejado la necesidad de muchos norteamericanos de reconstruir sus finanzas. Después de pedir excesivos préstamos, han pagado sus deudas; tras un colapso en los precios de las acciones y la vivienda, los ahorros se han incrementado.

Ese fenómeno perjudicó las compras del consumidor, cuando los ingresos ya no se destinaron a las compras.

Pero la carga se está aliviando. Desde fines de 2008, la deuda familiar ha caído unos $800,000 millones, informa la Reserva Federal. Junto con las tasas de interés bajas, este hecho ha reducido los pagos de la deuda familiar (principal e intereses como porción de los ingresos disponibles) a niveles de principios de los años 80, expresa el economista Scott Anderson, de Bank of the West.

Mientras tanto, los precios más elevados de las acciones y de la vivienda han fortalecido el valor neto de las familias a $77 billones en septiembre, bien por encima del nivel de $68 billones en 2007.

(3) (BASTARDILLAS) La recuperación de la vivienda no ha finalizado. Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Obama, señala que la demanda subyacente de viviendas nuevas suma alrededor de 1,5 millones de unidades anualmente. Esa cifra refleja la formación de alrededor de 1 millón de nuevas familias, junto con demoliciones y abandonos. Sin embargo, se calcula que se han comenzado a construir sólo 900.000 viviendas en 2013.

La escasa oferta, expresa el economista Lawrence Yun, de la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces, ha mantenido los inventarios de viviendas no vendidas a niveles bajos de unos cinco meses de ventas, en lugar de la cifra más normal de seis a siete meses.

(4) (BASTARDILLAS) Las corporaciones están inundadas de dinero, lo que significa que pueden financiar fácilmente nuevas inversiones en edificios, equipos y software. Hasta ahora, la acumulación de efectivo significaba que las empresas no aumentarían su capacidad industrial, porque las ventas lentas no justificaban la expansión.

Desde 2007, el efectivo de las corporaciones y los títulos a corto plazo se han duplicado de $600.000 millones a $1,2 billones, informa Howard Silverblatt, de Standard & Poor’s. Pero el número de empresas renuentes a invertir podría estar disminuyendo.

Consideremos lo siguiente. En el último trimestre, los gastos de capital en las empresas del índice de valores S&P 500 superaron su pico anterior. General Motors invertirá $1.300 millones en cinco plantas en Estados Unidos; Boeing está procurando un lugar para una fábrica para su jet 777, que ha sido rediseñado.

El economista Joseph Carson, de AllianceBernstein, espera que los gastos de capital por parte de las empresas en 2014 crezcan un 9.6% para edificios y un 8.1% para maquinaria y software, avances considerables comparados con un 1.7% y un 2.7% en 2013. Con estos incrementos, Carson espera que el crecimiento económico general (producto bruto interno) se acelere a entre un 3% y un 4% anual. Es un salto importante comparado con las tasas de aproximadamente 2% desde 2010.

Hay otros presagios favorables. El comercio global se está reactivando. Internamente, se espera que el presupuesto federal incida en el crecimiento menos que en 2013. Con todas estas noticias alentadoras, la confianza debería mejorar —y las encuestas sugieren que es lo que está ocurriendo. En diciembre, la Survey of Consumers, de la Universidad de Michigan, se elevó casi un 10%. Una encuesta semanal del clima empresarial entre gerentes realizada por Moody’s Analytics halló que el clima es el mejor ‘desde que se inició la encuesta hace 11 años’.

Ahora, una advertencia.

Una mejor recuperación sugiere que los consumidores y las empresas responderán a las buenas nuevas como en el pasado. Pero quizás no lo hagan. La Gran recesión modificó las actitudes y conductas, porque fue tanto inesperada como devastadora. Aunque los puestos de trabajo han aumentado, siguen estando alrededor de 1,3 millones por debajo del récord. Millones de posibles trabajadores (casi 5,7 millones, estima el Economic Policy Institute, un centro de investigaciones liberal) han abandonado la fuerza laboral.

Los norteamericanos han recibido una lección. La cautela resultante podría alimentarse a sí misma. Los informes iniciales sobre las compras de las fiestas son ambivalentes.

Lo único seguro es que la economía será (nuevamente) una gran noticia en 2014 y afectará la política y la psicología de Estados Unidos. Feliz Año Nuevo a todos.

LA COLUMNA DE SAMUELSON

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