El equilibrio de Nash y la politiquería criolla

Actualizado
  • 15/06/2015 02:00
Creado
  • 15/06/2015 02:00
El equilibrio es para la economía y las ciencias sociales lo que la gravedad es para la física newtoniana

John Nash ganó el premio Nobel de Economía en 1994 por su aporte a la teoría de juegos y la predicción que para llegar a una solución los individuos toman sus decisiones considerando que los demás optarán por su mejor elección, concepto que hoy se denomina el ‘equilibrio de Nash'.

Esta idea del equilibrio es para la economía y las ciencias sociales lo que la gravedad es para la física newtoniana.

Es difícil entender una decisión en la vida de las personas sin el equilibrio de Nash. Antes de Nash, la teoría que estudiaba las decisiones era de ‘suma cero', es decir, los individuos buscan el mismo objetivo, y toda la ganancia de uno implicaba la pérdida del otro. Y como sabemos, ese análisis no refleja del todo la realidad.

Las ideas de Nash tienen influencia en el estudio de comportamientos en campos ajenos a la economía: la competencia entre partidos políticos, la conducta de los votantes, y las sentencias dentro de los procesos judiciales aplican el equilibrio de Nash en sus decisiones diarias.

Por ejemplo, los fiscales, jueces y magistrados en Panamá han puesto de relieve la teoría del equilibrio de Nash al decretar una cantidad inusual de medidas cautelares a los involucrados en los casos de corrupción, porque eso sería la predicción de cómo se comportaría la gente en una situación donde se opta por la mejor ‘solución'. Analicemos esta decisión a través del prisma del dilema del prisionero, en la que dos individuos sospechosos de haber cometido un robo son detenidos por la policía que los lleva ante el juez, el cual los interroga separadamente.

Cada uno puede callar o denunciar a su cómplice, según las siguientes posibilidades: 1) callar y salir libre si el otro hace lo mismo; 2) callar y ser condenado si el otro escoge denunciarlo; 3) denunciar al otro y salir libre, ganándose una recompensa si el otro se calla; y 4) denunciar al otro y quedarse en prisión por un tiempo si el otro decide de la misma manera la acusación.

Se constata fácilmente que el equilibrio de Nash consiste en una denuncia mutua, porque a pesar de que los dos sufren una condena, la denuncia le procura una ganancia superior. Y eso es lo que vemos con el manejo de los casos de corrupción: los sospechosos son trasladados a la fiscalía, luego indagados, al cabo de varias horas son ‘sentenciados' y dependiendo de cuánto callan o denuncian, así mismo será la sanción: detención preventiva, casa por cárcel o país por cárcel.

El problema aquí y que no han entendido los fiscales, y por lo visto ni el propio Nash lo intuyó en su ecuación, es la existencia de acuerdos previos entre los indagados y la influencia de la politiquería criolla en el manejo de la justica panameña.

Así, queda claro el hecho que decisiones por parte de los sospechosos puede conducir a una solución individual (equilibrio) satisfactoria pero colectivamente resulta inaceptable.

De ahí la urgencia que los fiscales, jueces y magistrados salgan de este ‘dilema', restablezcan el ‘equilibrio' y preserven el debido proceso sin buscar su propio beneficio ni bajar condenas.

La teoría de juegos de Nash es una poderosa herramienta de pensamiento puro y de práctica, que nos permite entender el porqué, el cómo y cuáles son los límites de la cooperación egoísta entre individuos, empresas y Estado, además que nos explica el alcance de las estrategias y tácticas que de los abogados dentro de un proceso judicial para evaluar si es mejor alcanzar un acuerdo entre las partes o pedir rebaja de condenas.

Poco a poco la justicia panameña irá buscando el equilibrio de Nash para identificar y enjuiciar a los corruptos. Habrá que ver entonces cómo termina la historia y quién es el prisionero peor parado: el panadero, el mochilero, el banquero o el gran tiburón blanco.

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Poco a poco la justicia panameña irá buscando el equilibrio de Nash para identificar y enjuiciar a los corruptos. Habrá que ver entonces cómo termina la historia y quién es el prisionero peor parado: el panadero, el mochilero, el banquero o el gran tiburón blanco.

Las ideas de Nash tienen influencia en el estudio de comportamientos en campos ajenos a la economía: la competencia entre partidos políticos, la conducta de los votantes, y las sentencias dentro de los procesos judiciales aplican el equilibrio de Nash en sus decisiones diarias.

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