El 2016, otro año a la espera que Varela cumpla sus promesas

Actualizado
  • 31/12/2016 01:00
Creado
  • 31/12/2016 01:00
El presidente prometió reducir el costo de la canasta básica en $58, mejorar la calidad de la salud pública 

En 2016 continuó la ausencia de políticas económicas y la falta de una visión de largo plazo. Como paliativo, el gobierno siguió dirigiendo el país en base a las promesas electorales que surgieron del acalorado ambiente político y el concurso de candidatos que no dudaron en dar su palabra al electorado de cuanto pidiesen.

Un claro ejemplo fue la promesa de bajar el precio de la canasta básica de alimentos en $58. Y es que cuando se impuso la medida de control de precios a 22 productos, el gobierno prometió que ‘crearía verdaderos incentivos económicos para respaldar a los productores y que ofrecerían asistencia técnica y financiera para aumentar la producción ' y ‘construirían nuevos mercados permanentes a nivel nacional'.

‘MEJORAREMOS Y SANEAREMOS LA INFRAESTRUCTURA DE LOS HOSPITALES Y CENTRO DE SALUD DE TODO EL PAÍS'

JUAN CARLOS VARELA

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

No cumplir con la palabra generó más ruidos en el mercado que soluciones. Para muestra el descontento y las marchas recientes de los arroceros, y la creciente asistencia de la población a las ferias compitas, donde se vende comida subsidiada.

La consecuencia del control de precio se vio reflejada en la actividad agropecuaria, sector que sigue esperando, luego de 30 meses de gobierno de Juan Carlos Varela, que se cumpla la promesa de ‘más seguridad alimentaria y mayor respaldo al productor nacional'.

Ninguno de los dos ministros que han administrado la cartera del sector agropecuario, Jorge Arango y Eduardo Carles, durante la actual administración, han podido revertir el continuo deterioro de la producción y las exportaciones del sector agropecuarios. En los últimos quince años se han perdido más de 100 mil hectáreas de producción agropecuaria y las exportaciones del campo cumplirán en 2016, el cuarto año consecutivo de estar cayendo.

EDUCACIÓN

También la población continúa esperando se cumpla la promesa de ‘mejorar la calidad de la educación bilingüe en todas las escuelas pública', junto a los compromisos de que ‘todos los docentes al graduarse recibirían un año más de formación en el idioma inglés y técnicas educativas avanzadas', la ‘construcción de 50 escuelas nuevas' un ‘plan masivo de renovación y ampliación de escuelas públicas en todo el país' y un sistema nacional de ‘becas basados en excelencia académicas'.

TRABAJO DECENTE

De igual forma, el país espera por los trabajos decentes y ‘mejores salarios' que prometió el actual mandatario en campaña electoral, ‘respaldando la pequeña, mediana empresa y el emprendimiento en el área rural, con acceso a crédito e incentivos y capital semilla'. También con ‘incentivos fiscales a las empresas que pagarán bonos de productividad, bonos de Navidad y fondos complementarios de jubilación para sus trabajadores'.

Al respecto, las cifras oficiales revelan que en Panamá sigue imponiéndose el aumento de desempleo, que envolvió a 102 mil 944 panameños en 2016. También la informalidad laboral, que atrapó al 40.2% de la población no agrícola este año. Si a este cálculo se agrega la cantidad de trabajadores informales agrícolas, es muy probable que el número de empleos informales haya superado la cantidad de empleos formales este año.

Las cifras oficiales también advierten que 7 de cada 10 trabajadores del área rural no cotizan a la seguridad social y entre los trabajadores por cuenta propia esta exclusión alcanza al 85%. Asimismo, señalan que mientras en el área urbana 14 de cada 100 personas son pobres o indigentes, en el área rural secuestra a 50 de cada 100 habitantes y en las zonas indígenas a 87 de cada 100 habitantes.

SALUD

‘Mejoraremos y sanearemos la infraestructura de los hospitales y centro de salud de todo el país, e invertiremos más recursos en medicina preventiva, médicos de cabeceras, personal de salud y equipamiento', prometió Varela en la campaña electoral'.

Como alborada de las promesas, emerge hoy la poca esperanza de la población en el sistema y la poca fe de que algún día habrá un ‘sistema de salud pública más accesible y eficiente', como prometió Varela, sobre todo de aquella parte de los habitantes del país que no puede costear los servicios privados de salud.

Como testimonio, están las renuncias de los dos principales administradores de la salud en Panamá durante la actual administración gubernamental, el ministro de Salud y el Director de la Caja del Seguro Social, que abandonaron sus puestos porque no pudieron dar respuestas a las necesidades básicas de atención de salud que pide la población.

Respecto a la crisis del programa de jubilaciones y pensiones de la Caja del Seguro Social (CSS), es evidente que el presidente de la República busca pasarle este problema al siguiente gobierno.

El último directo dela CSS, Estivenson Girón, se la pasó 30 meses argumentando que necesitan cifras confiables del programa de jubilaciones antes de hacer una reforma, la misma estrategia que utilizó del anterior director de la CSS, Guillermo Sáez Llorens, durante los cinco años de su administración.

En este tema, todos los expertos e involucrado coinciden en que el costo del retraso en la reforma que requiere el programa de jubilaciones y pensiones, causará que la solución sea más costosa en el futuro, que las reservas y el déficit actuarial continuarán reduciéndose, y con ellos las posibilidades de resolver el problema.

Otros compromisos electorales del presidente Varela, asociados a la mejora del servicio de transporte público, tener tolerancia cero con la corrupción, la convocatoria de una constituyente para la separación de los poderes y la descentralización, realizar más inversiones en el deportes, el desarrollo del turismo y más mayores inversiones y gasto social para los grupos indígenas, entre otros compromisos, son motivos hoy de fuertes cuestionamientos, según evidencian las propias cifras gubernamentales.

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