Apelan al consumidor hispano para salvar a la industria porcina en EEUU

Aunque los hispanos prefieren la carne de cerdo, a medida que se integran en el estilo de vida estadounidense disminuyen su consumo, según un informe publicado este miércoles que sugiere medidas para recuperar a un consumidor considerado "vital" que puede salvar la industria porcina.

Según el documento "Time to Tango: Latinos are Pork's Future", la industria debe involucrarlos de manera proactiva y satisfacer sus necesidades, o de lo contrario "corremos el riesgo de perder el consumidor latino".

Tanto supermercados como empacadoras de alimentos deben conectarse con estos consumidores, que representan la mayor oportunidad de crecimiento para las próximas décadas, señala el informe.

"Ya no es suficiente disponer de un pasillo con productos para latinos, u ofrecer un envoltorio en idioma español. Necesitamos analizar cada área de la tienda y asegurarnos de que estamos satisfaciendo las necesidades de los consumidores hispanos", declaró David Newman, presidente de la Junta Nacional del Cerdo en la presentación realizada en la ciudad de Des Moines, Iowa.

Una barrera a superar es el concepto equivocado de que la carne de cerdo no es saludable, por lo que la industria debe centrarse en el valor nutricional de cada corte específico y la descripción de las proteínas que contiene, señala el reporte.

Se sugieren medidas para facilitar el acceso al producto en supermercados tradicionales, tiendas especializadas, mercados étnicos y bodegas.

Asimismo, que haya oferta de condimentos, especias e ingredientes necesarios para que los consumidores cubanos, puertorriqueños, centroamericanos o mexicanos preparen sus platos tradicionales con carne porcina.

"La carne de cerdo está arraigada en la herencia y la cultura latina y es extremadamente relevante entre los hispanos, un sector de rápido crecimiento y de gran poder económico", declaró por su parte José de Jesús, director de mercadeo multicultural de la propia Junta.

El ejecutivo destacó que los hispanos gastan $95,000 millones al año en productos de consumo envasados, y que su poder adquisitivo está creciendo.