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Implementarán en Panamá escuelas de campo, como método contra la pobreza
- 03/12/2019 00:00
- 03/12/2019 00:00
Desde hace algunos años, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en conjunto con otros organismos, desarrolla el programa de escuelas de campo en regiones de Asia, como una respuesta a las graves pérdidas en el cultivo de arroz, ocasionadas por los problemas de manejo de plagas. El programa también existe en otros países.
Recientemente se anunció que se implementará el modelo en Panamá como una alternativa para erradicar la pobreza y el hambre en las comunidades indígenas y áreas rurales.
Con ese norte, este lunes la ministra de Desarrollo Social, Markova Concepción, y el coordinador Subregional de la FAO para Mesoamérica y representante en Panamá, Adoniram Sanches, firmaron un acuerdo para impulsar el capital territorial y el crecimiento inclusivo en la comarca Ngäbe Buglé mediante esta metodología.
A través del acuerdo N°012-2019, la FAO brindará asistencia técnica en la implementación de la metodología de escuelas de campo en el Programa de Apoyo a la Cohesión Social en Panamá.
Esta iniciativa brindará servicios de capacitación, asistencia técnica y acceso a insumos a 1,320 familias de la comarca Ngäbe-Buglé, lo que —según el representante de la FAO— contribuirá a mejorar el aprovechamiento de sus recursos productivos, lograr una mayor inclusión productiva, fortalecer su seguridad alimentaria y reducir los niveles de pobreza.
El programa fortalece los conocimientos y habilidades sobre el manejo de cultivos.
La regente del Mida manifestó que este acuerdo de cooperación entre ambas instituciones tiene como finalidad lograr la inclusión productiva en cuatro distritos de Ngäbe-Buglé y 18 corregimientos del país a partir del año 2020.
En ese contexto explicó que la alianza coordinará de forma articulada otras iniciativas para poder generar dentro de los programas de transferencia monetaria condicionada otros aspectos de inclusión y generación de ingresos.
“Estas actividades se realizarán en conjunto con las autoridades locales, las gobernaciones y las comunidades, y contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y al Plan Colmena”, añadió la ministra.
“Los mecanismos de protección social, vinculados con estrategias de inclusión productiva, como esta iniciativa, contribuyen a generar mayores oportunidades, permitiendo resultados más favorables y sostenibles en el tiempo y la reducción de la pobreza”, expresó el coordinador de la FAO.
“Este proyecto complementa los esfuerzos que realiza Panamá para abordar las brechas en las comunidades indígenas, focalizados en las necesidades de los territorios para mejorar su calidad de vida y lograr así avanzar en la consecución de los ODS”, agregó.
A través de esta iniciativa, se fomentarán los sistemas productivos indígenas con prácticas agrícolas sostenibles mediante escuelas de campo, el asociativismo local, la integración en los mercados y el acceso a financiamiento, con especial énfasis en mujeres y jóvenes de la comarca.
Además, se facilitarán alianzas y acuerdos a escala nacional para fortalecer el marco regulatorio y la institucionalidad pública del Plan de Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas (PDPI), y una mayor articulación de los actores locales en los territorios.
Además del acuerdo, se firmó el acta de instalación del Comité Directivo. Esta instancia será de carácter permanente y debe reunirse de forma ordinaria para evaluar avances del programa.
Entre sus principales responsabilidades están: revisar, aprobar y supervisar los acuerdos operacionales y otros instrumentos del Convenio, aprobar la dirección estratégica y los planes operativos anuales con su respectivo presupuesto.
También deben velar porque la implementación del programa cuente con procesos de participación y de consultas necesarios con actores institucionales y sociales claves.
Según datos de la Organización de la Naciones Unidas, en Panamá aproximadamente 4 de cada 10 personas viven en pobreza total (36.8%) y, del total de la población el 16.6%, es decir 508,700 panameños, se encuentran en situación de pobreza extrema.
En las áreas urbanas del país la pobreza total y la extrema alcanzan su menor nivel, 20.0% y 4.4% de su población, respectivamente.
Mientras que en las áreas rurales no indígenas poco más de la mitad de los residentes es pobre (54.0%) y una de cada cinco personas (22.0%) se encuentra en situación de pobreza extrema.
En tanto que en las áreas rurales indígenas, casi la totalidad de sus habitantes es pobre (98.4%) y en pobreza extrema se encuentra el 90% de los pobladores.
La mayor parte del flagelo lo padecen los niños y niñas del país.
En Panamá hay 453,837 niños y niñas que viven en pobreza, de acuerdo con el informe del Índice de Pobreza Multidimensional de Niños, Niñas y Adolescentes (IPM-NNA) 2018 presentado por el Ministerio de Desarrollo Social junto al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
De esta cifra total la mayor cantidad de niños y niñas que viven en pobreza se concentran en la comarca Ngäbe Buglé, con 112,857 infantes.
El informe también revela que la mayor incidencia de pobreza en niñez está en las edades de 0 a 9 años.