Organización, la clave para dominar las finanzas personales

Actualizado
  • 19/09/2020 09:40
Creado
  • 19/09/2020 09:40
En las épocas de crisis como las actuales es cuando más atención se debe prestar a la organización de los ingresos y gastos, según los especialistas

El conocimiento y el orden sobre los gastos e ingresos es la base para llegar a tener una buena salud financiera. La organización es la clave ante los diversos obstáculos que podrían impedir el éxito en la estructuración de nuestras finanzas.

A esa conclusión llegó Vanessa Francisco, gerente senior de Depósitos de Scotiabank, para quien las malas prácticas pueden convertirse en malos hábitos difíciles de revertir, los cuales, incluso, pueden llegar a estropear la situación económica de una persona o familia.

"El dinero no alcanza suele ser una frase recurrente, principalmente en épocas de crisis económica. No obstante, se ha comprobado que una buena planificación de las finanzas es clave para que dinero deje de ser una preocupación diaria para las personas", afirmó Francisco.

Aunque está consciente de que hay situaciones particulares en hogares en los que los ingresos han disminuido significativamente, es precisamente en estos momentos cuando más atención se debe prestar a la organización de los ingresos y gastos.

Según Francisco, los seis errores más comunes en el manejo de las finanzas personales son: 1- Falta de control de los ingresos y gastos. Sin un registro adecuado del dinero que invertimos en consumo, se pueden perder de vista los gastos, y sobrepasar nuestros ingresos. Lo primero que debemos evitar es quedar en negativo. Ignorar cuáles son aquellos gastos fijos e imprescindibles, puede traer consigo serias consecuencias a novel económico. La principal recomendación es elaborar un presupuesto que le permita a la persona registrar y ordenar los ingresos y gastos, quincenal o mensualmente. En este, se puede incluir información clasificada en diversas categorías para visualizar de forma más clara en qué estoy gastando mi dinero.

Puede ser que el problema no sea la falta de dinero, sino la carencia de planificación y organización.

2- No contar con un fondo para emergencias. La falta de capacidad económica para reaccionar ante emergencias o situaciones inesperadas, como la pérdida de un empleo, pueden tener un gran impacto en las finanzas personales.

Por esta razón, si los ingresos actuales pueden cubrir los gastos esenciales del hogar, es recomendable generar un ahorro exclusivo para emergencias. ¡Esta ha sido una gran lección durante la pandemia!

3- No considerar los gastos hormiga. Los pequeños gastos como un helado o un café después de almuerzo son egresos diminutos que, al acumularse al final del mes, pueden significar un monto considerable en la liquidez del consumidor. Un consejo para mapear y registrar los gastos hormiga, es utilizar la tarjeta de débito al realizar las compras. Posteriormente, con los gastos contabilizados, se puede incluir un monto específico en el presupuesto mensual para cubrirlos y que no lo tomen por sorpresa.

4- Uso inadecuado de la tarjeta de crédito. Olvidar las fechas de corte y de pago, puede generar cargos adicionales que incrementan la deuda. Es fundamental prestar atención a estos detalles para dar un uso responsables a las tarjetas.

La tarjetas de crédito, a diferencia de lo que muchos piensan, pueden ser un aliado para la economía personal. Existen diversas ventajas como pagar cuotas con 0% de interés en un plazo determinado, descuentos y beneficios en comercios, programas de lealtad (Cash Back, punto o millas), entre otros. Si va a utilizar sus tarjetas, no olvide que los gastos también se deben incluir en el presupuesto familiar o personal. Nunca sobrepase su capacidad de ingreso.

5- No ahorrar. Es importante establecer un monto fijo, adecuado a la situación financiera personal, para ahorrar. Idealmente, se aconseja destinar entre el 10% y 20% a este rubro. Establezca sus metas de ahorro y determine el plazo adecuado para cumplirlas.

6- No invertir. Depender exclusivamente de una fuente de ingresos no es lo más recomendable, por esta razón, las inversiones constituyen una oportunidad para hacer crecer su patrimonio. Un buen inversionista debe desarrollar, primero, buenos hábitos de ahorro. Una vez que la persona haya logrado tener un ahorro que le sirva como un “colchón financiero”; el resto de dinero lo puede considerar para invertir.

"Evitar cometer los errores descritos anteriormente, puede ofrecerle a una persona mayor libertad y salud financiera”, concluyó Francisco.

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