Más de $4,2 millones en capital semilla se entregaron durante el primer semestre de 2022

Actualizado
  • 02/12/2022 00:00
Creado
  • 02/12/2022 00:00
2.219 emprendedores han sido beneficiados con el fondo de apoyo para el nacimiento, crecimiento y consolidación de las pequeñas y medianas empresas. Economistas piden una medición 'objetiva' de los criterios y resultados del programa que otorga a los emprendedores hasta $2.000 no reembolsables
Los expertos consideran que emprender un pequeño negocio puede ayudar a las personas a salir de la pobreza.

De enero a junio de 2022 la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme) desembolsó $4,2 millones, aproximadamente, en concepto de capital semilla, arroja el “Informe de revisión de medio año correspondiente al primer semestre del año 2021-2022”, publicado por la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Los recursos fueron repartidos entre 2.219 emprendedores, según el “plan de negocio” de cada uno de los pequeños empresarios beneficiados con esta herramienta de apoyo para el nacimiento, crecimiento y consolidación de las pequeñas y medianas empresas.

En 2021 se entregaron $6,3 millones, a través del capital semilla, con 3.243 emprendedores beneficiados; y para el año 2020 se repartieron $926.852 entre 494 beneficiados, su mayor parte residente de las provincias de Panamá, Chiriquí, Coclé y Panamá Oeste, revela el informe de medio año del MEF, según los datos facilitados por la Ampyme.

El capital semilla, de conformidad con el artículo 21 de la Ley N° 72 de 9 de noviembre de 2009, es un fondo concursable no reembolsable, de hasta $2.000,00, destinado a apoyar a nuevos emprendedores y empresarios de la microempresa, en áreas urbanas, rurales e indígenas, siempre y cuando cumplan con la capacitación y la fiscalización que les dará la Ampyme.

Emprender, un catalizador para salir de la pobreza

Emprender un pequeño negocio es visto por los expertos como un catalizador para salir de la pobreza. Según cifras del Banco Mundial (BM), 3.082 millones de personas en el mundo viven con menos de 4$ al día, y Panamá no es la excepción.

El 77% de los emprendedores a los que se les otorga crédito es vulnerable (con excedentes per cápita por debajo de la línea de pobreza nacional), el 60% es mujeres, un 46% está en el más bajo nivel de educación (a lo sumo primaria) y un 33% vive en entornos rurales.

“El 77% de aquellos que salen de la pobreza solo lo hace a través del emprendimiento”, declaró recientemente el director de la Ampyme, Óscar Ramos Jirón, destacando que con el capital semilla, por ejemplo, el 70% de los emprendedore tiene una facturación de alrededor de $500 mensuales, que “los mantiene en vulnerabilidad, pero los saca automáticamente de la pobreza”.

Ramos dijo que como entidad se esfuerzan en cómo con el acompañamiento de una capacitación y la creación de un plan de negocio, que están recibiendo a través de Ampyme y de todas las entidades que son parte del sistema nacional de fomento, pueden llevar estos emprendimientos “un paso más allá”.

Informalidad

Para el experto laboral y empresarial René Quevedo, la inyección de capital semilla reportada por el MEF “es relevante”, dado el creciente protagonismo del empleo informal y las empresas con menos de 20 trabajadores en la estructura laboral del país, que pasaron de ser 52% a 59% (+7%) de la fuerza laboral en los últimos 10 años (2012-2022).

En ciertos sectores, según Quevedo, las tendencias fueron más marcadas, como hoteles y restaurantes, donde los informales y trabajadores de mipymes pasaron de ser 59% a 86% de todos los empleos del sector, +27%; industria (61% a 85%, +24%), logística (58% a 77%, +19%), comercio (56% a 68%, +12%) y construcción (61% a 72%, +11%).

“Estos cinco sectores representan 57% de los empleos privados y dan trabajo a dos de cada tres trabajadores con escolaridad inferior a los 12 años. Estas cifras reiteran el impacto laboral de los emprendedores y de la micro, pequeña y mediana empresa (mipymes), que han sido, son y seguirán siendo el motor de la generación de empleo en Panamá”, aseveró Quevedo.

El sector de las mipymes en Panamá, según cifras de 2019, cuenta con 51.708 empresas que representan más del 72% del parque empresarial, pero con la pandemia muchas están en la informalidad.

“La tecnología y la cantidad de crecimiento del desempleo y el impacto económico que han tenido todas las economías del mundo a través de la pandemia, han generado un aumento en la informalidad no solo del emprendimiento sino de la micro empresa también”, acotó Ramos.

Uso del capital: surgen cuestionamientos

Hasta antes de agosto de 2020, el fondo “no reembolsable” de capital semilla era de hasta $1.000,00, pero a través de la Ley No.158 del 28 de agosto de 2020 se aumentó hasta $2.000,00.

Los recursos que asignen mediante el programa podrán ser utilizados para la compra de activos fijos, materia prima e insumos contemplados en el “plan de negocio” previamente aprobado por el comité evaluador.

Podrán acceder a los recursos del Fondo de Capital Semilla, según la Ampyme, los panameños mayores de edad, interesados en iniciar y/o fortalecer un proyecto empresarial en cualquier región del país y que pertenezcan a alguna de las siguientes unidades económicas: emprendedores, unidad económica de subsistencia y unidad económica de acumulación.

Así, la Ampyme se refiere a los emprendedores como “la persona que busca un beneficio mediante sus creaciones, innovación y otra forma de crear o identificar las oportunidades de negocio”.

Mientras que a la unidad económica de subsistencia la califica como la “persona natural, cuyos ingresos son escasos y solo le permite con dificultad, su subsistencia y/o la de su familia”; y a la unidad económica de acumulación a la “persona natural que logra cubrir sus costos de producción sin generar excedentes”.

Aquí, “lo único que a mí me preocupa es cuando se utiliza el término emprendimiento. ¿A qué tú le dices emprendimiento? ¿A poner un negocio? ¿Qué tipo de negocio?, si tienes un plan de negocio y si ese tipo de elementos forman parte de los criterios para otorgarte $1.000 o $2.000, que aunque parece un cifra muy pequeña, cuando hay 2 mil personas (beneficiadas), son $4,2 millones”, cuestionó el economista Víctor Cruz.

Según la Real Academia Española, emprender significa “acometer y comenzar una obra, negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. La Política Nacional de Emprendimiento: Panamá Emprende y Crece 2017-2022, reconoce como emprendedor “una persona que busca el cambio, responde a él y tiene la determinación de buscar nuevos caminos y formas de hacer las cosas con una decisión inequívoca de realizar acciones que son difíciles, que representan algún riesgo, pero que tienen toda la importancia y relevancia para la sociedad”, explica la “Guía rápida para emprendedores” de la Ampyme.

Y aunque Cruz dijo no conocer al detalle los criterios y los resultados que ha tenido el programa hasta ahora (el informe del MEF tampoco lo especifica, solo da cifras), aseguró que “por lo general el gobierno no tiene elementos para medir ¿cuál es el retorno de ese tipo de 'inversión'?, entre comillas, o ¿cuáles son los resultados del apoyo de ese programa?, ¿qué seguimiento tú le das a esos pequeños negocios? y simplemente otorga recursos”.

Insistió en que, a su juicio, sería importante que el gobierno tuviera una medición “objetiva” de cuál es el rendimiento que está dando ese dinero que se está “invirtiendo”, en este momento, en que todavía hay secuelas muy fuertes por la pandemia ...”.

“¿Hacia dónde apunta ese tipo de negocios, ese tipo de emprendimiento? No es que esté en contra de eso, pero por lo menos hay instituciones como la Senacyt (Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología) que creo que tiene una incubadora de empresas y es algo mucho más formal. ¿No son los mismos negocios que generalmente tú ves por ahí, cuando alguien con sus propios recursos o algún prestamito, o la familia pone una venta de qué sé yo?”, reflexionó Cruz.

Al economista le “preocupa cuando el gobierno decide otorgar recursos, porque esa no es plata de ellos, es plata de todas las personas que en una u otra forma pagamos impuestos, recursos, tasas, servicios que el gobierno brinda, pero tú tienes que medir eso porque la plata no se puede estár otorgando así nada más”.

Muchos de los emprendedores, su primer contacto con una entidad financiera lo hacen a través de estos programas. El programa capital semilla se trabaja de la mano con la Caja de Ahorros. “Ampyme jamás llega a tocar un dólar. Ese dinero pasa de la Caja de Ahorros al proveedor que presenta el emprendedor, lo que le permite crear una relación bancaria, que es parte de ese camino hacia la formalización de una empresa”, puntualizó el director de la Ampyme, entidad que está encargada de coordinar el sistema de fomento empresarial y comprometida con el emprendimiento.

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