BM prevé que el desempeño de Panamá será 'sólido' en el futuro

Actualizado
  • 07/04/2023 00:00
Creado
  • 07/04/2023 00:00
El organismo reveló que Panamá liderará el crecimiento económico regional a 5,7% para 2023
El Banco Mundial mantiene perspectivas positivas en el crecimiento económico panameño.

Para el Banco Mundial (BM), Panamá no solo será el país de América Latina y el Caribe (ALC) con mejor estimación de crecimiento económico para 2023, sino que además su desempeño se mantendrá en el futuro.

Durante la presentación del nuevo informe del BM “El potencial de la integración, oportunidades en una economía global cambiante”, el economista jefe del BM para América Latina y el Caribe, William Maloney, expresó que “para Panamá esperan un crecimiento de 5,7% para 2023, y 5,8% y 5,9% para los próximos dos años”.

“El desempeño de este país comparado con los de la región es bastante bueno y sólido en el futuro”, destacó Maloney.

A raíz de estos resultados, el Ministerio de Economía y Finanzas, en un comunicado, expresó que el informe del BM “evidencia que las decisiones económicas, de finanzas públicas y fiscales adoptadas por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, y lideradas por el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, colocan nuevamente al país como la nación con mayor recuperación económica tras la pandemia de covid-19 donde se prioriza salvaguardar la vida de los panameños”.

BM prevé que el desempeño de Panamá será 'sólido' en el futuro

Para el economista Juan Jované la predicción es “buena” porque Panamá necesita crecer en un 5% para crear una cierta reducción del nivel de desempleo, ya que el BM alertó que el país se ubicó con una caída aguda en el Índice de Calidad del Empleo debido a un empeoramiento de los beneficios y la seguridad laboral, que implica que los trabajadores enfrentan un mayor nivel de vulnerabilidad y están más expuestos ante cualquier shock. También fue señalado con un descenso pronunciado en el aporte del beneficio de los ingresos.

“Lo ideal es que ese crecimiento ayude a mejorar no solo el número de desocupados, sino también corrija lo que el banco está señalando sobre la calidad del empleo, que desde hace años ha venido cayendo en el país por la inestabilidad y los pocos beneficios”, sostuvo Jované, quien recomendó mirar a las medianas y pequeñas empresas, que son las que producen la mayor cantidad de dinero para el país.

Dentro del informe Panamá se situó como el país de la región que más tensiones sociales presentó debido a los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania. La crisis de inflación por la guerra también exacerbó la desigualdad (medida en puntos del coeficiente de Gini), con impacto variable según el país. En Panamá se dio menos de la mitad del aumento.

En materia de pobreza, los números del país aumentaron con la pandemia pese a los esfuerzos del gobierno para mitigar este impacto. Continúan siendo más altas en los territorios indígenas que en el resto de la población. El BM espera que la pobreza siga disminuyendo con el tiempo y alcance los niveles previos a la pandemia en 2025, a medida que los mercados laborales sigan recuperándose.

BM prevé que el desempeño de Panamá será 'sólido' en el futuro

Los resultados no sorprenden al economista, quien recordó que todavía siguen las diferencias entre crecimiento y desarrollo.

“¿Para qué, entonces, crecemos económicamente?”, se preguntó Jované. “Que crezcamos al 5,7% es positivo, pero obviamente debemos prestar atención a los otros temas sociales y preguntarnos para qué sirve ese crecimiento, si para el beneficio de algunas empresas grandes o para el desarrollo social que implica salud, educación, empleos decentes, reducción de la brecha social y la introducción de la protección del medio ambiente, que es un tema muy urgente no solo para Panamá sino para el mundo”, añadió.

Región

En cuanto a los países centroamericanos, el BM bajó la perspectiva en comparación a enero de este año a Costa Rica que estaría creciendo un 2,7%, mientras que la aumentaron para El Salvador a 2,3% y Guatemala 3,2%. Honduras 3,5% y Nicaragua 3%.

La proyección regional es de un crecimiento moderado pasando del 4,4% en 2022 al 3,2% en 2023 y 3,5% en 2024.

La disminución del crecimiento se debe a cuatro factores: la desaceleración del ritmo de las subidas en las tasas de interés, la débil exportación de ALC, la incertidumbre sobre la recuperación de China y la caída de los precios de las materias primas en todo el mundo. “Si comparamos 2023 con 2020, somos la región que menos creció en todo el mundo. No obstante, sí hemos tenido más éxito luchando contra la inflación, mejor que Europa del este, porque los países de la región tomaron acciones rápidas y agresivas”, sostuvo el economista jefe del BM para ALC.

Para impulsar el crecimiento en la región, el informe recomienda a los países preservar la resiliencia y aprovechar las oportunidades únicas que ofrecen las tendencias de la economía mundial hacia la relocalización de empresas (nearshoring) y la industria verde.

Además destaca que la ALC ha sobrellevado con “relativo éxito” las múltiples crisis provocadas por la guerra rusa en Ucrania y las incertidumbres que rodean la economía global. No obstante, recalca que tanto la pobreza como el empleo han regresado mayormente a los niveles previos a la pandemia, mientras que se espera que la inflación promedio, excluyendo Argentina, caiga a 5,0% en 2023, luego de alcanzar 7,9% en 2022.

En lo que respecta a la resiliencia, el BM indica que la región es el resultado de un arduo progreso obtenido en la gestión macroeconómica a lo largo de las últimas dos décadas. Preservar este logro será primordial. Sin embargo, el estudio manifiesta que los desequilibrios fiscales siguen siendo elevados, con un promedio estimado en 2,7% del producto interno bruto (PIB) en 2023, lo que erosiona aún más el espacio fiscal ya de por sí reducido; y se espera que el nivel de endeudamiento llegue al 64,7% del PIB este año, levemente por debajo del 66,3% alcanzado en 2022.

Además, sostiene que las recientes quiebras bancarias en Estados Unidos y Europa añaden incertidumbre. Sus repercusiones en el sistema bancario y los flujos de capital en América Latina y el Caribe aún están por verse.

Por último, el reporte sugiere una serie de políticas de integración que los países deberían considerar para aprovechar estas oportunidades. Esto incluye políticas de largo plazo, como reducir los riesgos sistémicos, impulsar las inversiones en infraestructura tradicional y digital y mejorar el capital humano; así como opciones a corto plazo, como preservar la estabilidad macroeconómica, impulsar avances en la regulación aduanera y de transporte, y mejorar las agencias de promoción de exportaciones e inversiones.

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