Activos del centro bancario internacional crecieron 2.9% en 2019

En medio de las listas grises y negras que ensombresen la imagen reputacional de Panamá, el Centro Bancario Internacional (CBI) finalizó el 2019 en positivo, manteniendo su dinamismo.

Al cierre de año pasado, los activos del CBI sumaron $124,980 millones, suma que representó un incremento de 2.9%, en comparación con igual periodo del año anterior.

“Los fundamentos financieros del CBI al cierre del año 2019 se mantienen sólidos y estables, caracterizados por una sana y alta calidad de liquidez y un robusto nivel de solvencia de 15.4%, medido a través de la metodología de Basilea III”,  sustentó el superintendente de Bancos de Panamá, Amauri A. Castillo, en su primera aparición ante la comunidad financiera para presentar los resultados del 2019.

Precisó que las utilidades netas de los bancos de licencia general y bancos de licencia internacional alcanzaron los $1,880 millones durante el año 2019,  números muy similares a los obtenidos durante el año 2018.

“Lo anterior es producto de un crecimiento más acelerado del costo de fondos en comparación con lo ingresos financieros que reditúa la cartera de préstamos, especialmente en banco privados extranjeros de licencia general, acompañado de un nivel similar de gastos operacionales y de un ligero aumento en el gasto de proviciones”, afirmó Castillo.

De acuerdo con las cifras de la SBP, los depósitos internos de particulares del sistema bancario subieron  1.8%, particularmente en el productos de plazo fijo. “Esta tendencia es congruente con un ritmo de crecimiento económico más moderado”, aseguró Castillo, quien destacó que para el país es prioritario salir de las distintas listas discriminatorias, como la del Grupo de Acción Financiera (GAFI), para seguir manteniendo su imagen internacional.

Mientras que el nivel de patrimonio del centro bancario internacional registró un aumento de 7.9%, “como resultado de una política de dividendos cónsona con los desafíos del sistema en corto plazo, lo que resulta en un mayor componente de utilidades no distribuidas, las cuales se incrementan un 15.1%”.

En tanto que la cartera de créditos internas del sector privado aumentó en 2.3% orientada principalmente hacia el segmento de banca de personas.

El volumen de desembolso de préstamos nuevos alcanzó un promedio de $2,192 millones en el año 2019, cifra muy similar al promedio de $2,182 millones de 2018.

La cartera comercial es la más significativa con un volumen de desembolso promedio de $905 millones, con un periodo de repago de plazo más corto ante las realidades de un entorno de bajo crecimiento.

En términos de flujo de crédito, la cartera de banca de persona que incluye el financiamiento de banca hipotecario y los de consumo personal aumentaron $1,530 millones, particularmente en el producto de vivienda preferencial. Los mismos se han canalizado en mayor medida hacia las hipotecas con montos entre $80 y $180 mil.

El saldo de la cartera hipotecaria residencial se incrementa en $968 millones, préstamos de consumo personal aumentan en $5,062 mil especialmente en productos de préstamos personales.

“Los proyectos de vivienda residencial para el segmento de alto ingreso reflejan un nivel de rotación de ventas mucho más lento, en comparación con proyectos de segmentos de ingresos medio”, expresó Castillo.

Los saldos de las tarjetas de crédito reflejan niveles similar al 2018, mientras que el financiamiento para la adquisición de autos registra una ligera baja de 0.3%, puntualizó Castillo. 

“La fuente para el crecimiento del balance se originó en un aumento de la base de depósitos de 5.5%, especialmente en el renglón de depósitos oficiales productos del financiamiento recibido del gobierno central, así como también por un ligero aumento en los depósitos externos captados por los bancos de licencia internacional”, finalizó.