Se agrava la crisis

Actualizado
  • 07/04/2009 02:00
Creado
  • 07/04/2009 02:00
CHIRIQUÍ. La difícil situación que viene atravesando la Cooperativa de Servicios Múltiples de Puerto Armuelles (Coosemupar) lejos de re...

CHIRIQUÍ. La difícil situación que viene atravesando la Cooperativa de Servicios Múltiples de Puerto Armuelles (Coosemupar) lejos de resolverse, se agrava.

Las últimas dos quincenas y el décimo tercer mes no se les ha pagado a los trabajadores y la empresa que les brinda el suministro eléctrico, amenaza con suspenderles el servicio por la morosidad que mantienen. Así lo dio a conocer, Pedro Jiménez, secretario de organización del Sindicato de Trabajadores de la Chiriquí Land Company (Sitrachilco).

De acuerdo con el dirigente, este problema ha provocado una migración de los trabajadores a otros puntos de la provincia y del país, en busca de nuevas plazas de trabajo.

Jiménez especificó que 150 trabajadores han solicitado licencia sin sueldo para salir de la fincas.

Los trabajadores, además, se quejan que pese a que se les descuenta la cuota de Seguro Social, no se les entrega la ficha para poder recibir atención médica.

Jiménez culpó a los interventores que ha designado el Instituto Autónomo Cooperativo (IPACOOP) “de mal manejo y administración”.

Por su parte, el ex secretario general de Sitrachilco, Salustiano De Gracia, manifestó que la situación económica que enfrentan los trabajadores de la Coosemupar es sumamente difícil.

Actualmente se trata de darle mantenimiento a las plantaciones, pero no se está produciendo y muchos menos exportando.

Jiménez dice que la cooperativa requiere “urgentemente” una inyección económica de alrededor de 300 mil dólares para adquirir fertilizantes.

La ayuda se la han solicitado, una vez más, al Gobierno nacional y mientras tanto, aún se está a la espera de algunas alternativas que se han planteado. Una de ellas es la Brezo 07, quien propuso el desembolso de 77 millones de dólares.

Las negociaciones las adelanta el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y según Jiménez, “no trata de vender la cooperativa, sino de una ayuda social humanitaria”.

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