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¿Cómo afecta a la región la salida de Panamá de la 'Ruta de la Seda'?


- 04/02/2025 00:00
- 03/02/2025 18:59
La decisión del presidente de la República, José Raúl Mulino, de no renovar el memorándum de entendimiento con China, firmado el 17 de noviembre de 2017, sobre la cooperación en el marco de la franja económica de la Ruta de la Seda, conocida como la Franja y la Ruta, fue catalogada como “lamentable”, por parte del embajador de la República Popular China, ante las Naciones Unidas (ONU), Fu Cong.
“La Franja y la Ruta es una iniciativa económica cuyo objetivo es crear una plataforma de cooperación económica entre los países, especialmente, los del sur global. No tiene nada que ver con ninguna agenda política. Es mutuamente beneficiosa”, alegó, durante una conferencia de prensa, este lunes.
“Esperamos que ese país [Panamá] vea esto de la manera adecuada y que cualquier campaña de desprestigio lanzada por Estados Unidos y otros países occidentales contra esta iniciativa, sea totalmente infundada”, acotó.
El gigante asiático nunca ha ocultado la relevancia que posee Panamá dentro del esquema que plantea la ruta comercial. En julio de 2018, el entonces secretario del Comité Municipal del Partido Comunista de China, en Shanghái, Li Qiang, visitó las instalaciones del Canal de Panamá y manifestó que la vía interoceánica y su plataforma conexa representa un “puente eficiente, fluido y seguro para el comercio internacional”. Además, indicó que le “agrega valor” a la Franja y la Ruta, al ofrecer múltiples oportunidades de conectividad para esta importante red comercial.
Para el economista Eddie Tapiero, quien ha seguido el desarrollo de la iniciativa y su llegada a Panamá desde cerca, la futura finalización del memorándum no tiene por qué afectar el progreso de la ruta comercial asiática. “El hecho de que nosotros nos salgamos de este memorándum no implica que Panamá no pueda seguir recibiendo los contenedores y productos en sus puertos, aeropuertos y el Canal de Panamá”, explicó.
”A nosotros no nos va a pasar nada, seguimos siendo un nodo logístico, y si hay oportunidades comerciales, siempre van a ser encontradas por el sector privado”, acotó.
Según Tapiero, el desafío radica en que Panamá sepa tener una agenda de hacia dónde va su comercio. “El Canal de Panamá va a seguir siendo el nodo conector del mundo, permitiendo la conexión entre Asia, Estados Unidos y el resto del mundo”, aclaró.
Tapiero dio a entender que, aunque sobre el papel Panamá y China van a ver reducida su cooperación, en la práctica seguimos manteniendo relaciones comerciales con China y Estados Unidos. “Es por eso que la decisión del presidente Mulino fue inteligente, porque es la que tiene menos impacto negativo para el país”, aseguró.
“Ambos países siguen siendo amigos y socios comerciales, solo que Panamá reafirmó su neutralidad”, valoró.
El memorándum de entendimiento entre ambos países establece que: “La terminación del documento no afectará la ejecución de programas que continuarán de acuerdo con el cronograma acordado” y que, para darlo por terminado, uno de los dos países firmantes debe notificarlo, con tres meses de anticipación, como mínimo.
Este medio conversó con el doctor Wang Fei, economista e investigador adjunto del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China (ILAS-CASS), para conocer la visión que posee ese país sobre América Latina y el fortalecimiento de la iniciativa de la Franja y la Ruta.
“La cooperación entre China y los países latinoamericanos bajo la iniciativa 'la Franja y la Ruta' se basa en los principios de respeto mutuo, igualdad y beneficio mutuo. Tiene como objetivo promover el desarrollo y la prosperidad comunes”, alegó.
Wang agregó que, dentro de este marco, la relación en los países latinoamericanos y China, tiene un enorme potencial para beneficio de ambas partes.
Del lado del país oriental, ven en América Latina una región rica en recursos minerales y forestales. Además de un gran mercado de consumo. “América Latina tiene una población considerable y un mercado de consumo en crecimiento. Esto ofrece oportunidades para que las empresas chinas expandan sus mercados internacionales, como la exportación de productos electrónicos y automóviles eléctricos”, ponderó.
Agregó que la zona “ocupa una posición estratégica importante en el océano Pacífico y el océano Atlántico. Algunos países, como Panamá, son nodos importantes de la ruta marítima. China puede establecer una mejor conexión con los mercados de la región y promover la cooperación económica y comercial global”.
De parte de Latinoamérica, se puede esperar una gran inversión en infraestructura. “China ha invertido en la construcción de infraestructura en América Latina, como puertos, carreteras, ferrocarriles y estaciones eléctricas. Estos proyectos han mejorado la capacidad de transporte y la conectividad de América Latina, lo que facilita el desarrollo económico y el comercio de los países de la región”, indicó.
A esto hay que sumarle la transferencia en tecnología, en campos como las energías limpias y la agricultura. “Esto ayudará a los países latinoamericanos a mejorar su nivel tecnológico y su capacidad de desarrollo autónomo”.
“Las relaciones económicas y comerciales entre China y los países latinoamericanos se han desarrollado rápidamente en la última década. Se han logrado los 'dos objetivos principales' propuestos por el presidente Xi Jinping en 2014: alcanzar 500.000 millones de dólares en comercio entre China y América Latina y 250.000 millones de dólares en acciones de inversión entre las dos partes en diez años”, afirmó.
Aunque los datos económicos respaldan el acercamiento comercial del gigante asiático con los pueblos latinoamericanos, Wang considera que esto afecta directamente a los intereses de Estados Unidos. “Durante mucho tiempo, Estados Unidos ha considerado a América Latina como su 'patio trasero' y no quiere ver el ascenso de otras fuerzas”, aseguró.
“A medida que la cooperación entre China y América Latina se profundiza y la influencia económica de Estados Unidos en América Latina se debilita relativamente, Trump espera desacreditar la cooperación entre China y los países latinoamericanos, tratando de recuperar la ventaja en la región”, sentenció .
“La gran mayoría de los países latinoamericanos tienen una actitud racional hacia la cooperación de China. Acogieron con beneplácito la inversión y la cooperación de China, ya que puede aportar beneficios tangibles, como mejorar la infraestructura, crear empleo y promover el crecimiento económico. No ven la cooperación de China como una amenaza, sino como una oportunidad de desarrollo”, concluyó.
El Dr. Wang Fei, economista e investigador adjunto del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China (ILAS-CASS), explicó a este medio que la Nueva Ruta de la Seda o la Franja y la Ruta “es una iniciativa de cooperación económica y cultural de gran envergadura propuesta por China, con el objetivo de promover la conectividad y el desarrollo compartido entre Asia, Europa y África”, indicó.
“Esta acción tiene como objetivo principal fomentar la cooperación en múltiples campos, como la infraestructura, el comercio, el financiero, el turismo y la cultura entre los países y regiones a lo largo de la ruta”, relató.
Hasta el momento se han firmado más de 200 acuerdos de cooperación, con más de 150 países y 30 organizaciones internacionales.