Al menos 12 personas murieron y centenares de miles se encuentran afectadas a causa del fuerte temporal causado por un frente monzónico y el tifón Gaemi,...
- 18/01/2010 01:00
- 18/01/2010 01:00
ARGENTINA. La economía de Suramérica presenta historias de contrastes.
Las de Chile, que ingresó al selecto club de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); y de Brasil, una de las potencias emergentes de moda.
Las de Venezuela, cuyo presidente, Hugo Chávez, anunció el pasado día 8 una devaluación en medio de cortes de servicios básicos como la electricidad y el agua; y Argentina, donde tres días antes se había desatado una crisis por las reservas y la jefatura de su Banco Central.
Las cuatro mayores economías de Suramérica viven la crisis que ha sacudido el mundo de modos muy diferentes.
El Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil había crecido un 5.1% en 2008.
En 2009, pese a la crisis global, aún creció el 0.6%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), si bien el FMI estima una ligera caída.
No crece tanto como China o India, pero el Gobierno brasileño se ampara en que mantiene a raya la inflación (un 4.2% en 2009), mientras el desempleo bajó del 10% de hace cuatro años al 7.9% en 2008, pero subió al 8.1% en 2009.
El Chile de Michelle Bachelet, que celebró ayer elecciones presidenciales, creció un 4.7% en 2007 y el 3.2% en 2008 hasta que cayó un 1.8% el año pasado. Pasó de una inflación del 7.1% en 2008 a una deflación del 1.2% en 2009.
El paro, que rondaba el 7% en los años anteriores, subió al 9.8% en 2009.
Venezuela devaluó un 50% el bolívar para fortalecer los ingresos fiscales que genera su principal exportación, el petróleo.
En 11 años de Gobierno de Chávez, el bolívar ha perdido en torno al 90% de su valor pese a que el petróleo ha multiplicado su precio por ocho.
Su economía crecía mucho (un 8.4% en 2007) hasta que la cotización del petróleo dejó de batir récords y la expansión se redujo al 4.8% en 2008 y devino recesión (-2.8%) en 2009. Su déficit fiscal fue del 5.5% del PIB en 2009, según CEPAL. Chile, país dependiente del cobre, sufrió un desfase del 3.6%. Brasil, uno del 2.9%.
Argentina, que carece de financiación externa por la suspensión de pagos de 2001, padeció un déficit fiscal del 0.8% del PIB. El PIB venía creciendo al 8.7% en 2007, se desaceleró al 5.8% en 2008, el año del conflicto entre Fernández y los agricultores, y cayó un 2.2% en 2009.