Una mirada al costo de los alimentos

Actualizado
  • 11/01/2013 01:00
Creado
  • 11/01/2013 01:00
Tal como están las cosas en el mundo entero, en el 2013 se mantendrá la corriente alcista de los precios de los alimentos. Las perspecti...

Tal como están las cosas en el mundo entero, en el 2013 se mantendrá la corriente alcista de los precios de los alimentos. Las perspectivas sobre el futuro del campo siguen confusas y los gestores principales de la estrategia alimentaria aún no logran dilucidar el panorama. Aunque sólo aporta 3.4% al PIB, el campo resulta trascendental para la economía nacional por aquello de su componente poblacional, contexto demográfico y fondo social. Su alcance redunda en cada uno de los puntos cardinales de la geografía nacional, y si las autoridades no prestan atención a su desarrollo y crecimiento, pronto tendremos una burbuja situacional con consecuencias nefastas para las próximas generaciones. Por tanto, así como hemos propuesto la construcción de mercados periféricos en diferentes puntos de la provincia de Panamá, quisiéramos proponer algunas medidas urgentes para ayudar no sólo al agro, sino para atender el problema del alto costo de los alimentos.

Desde mi óptica como funcionario de la Acodeco, lo primero sería reducir la intermediación en la comercialización de los productos agropecuarios. Y tomemos un ejemplo para ilustrar la situación. El caso de la papa, que tiene un precio de $0.10/lb en tierras altas y un precio de $0.40/lb en la ciudad capital, representa de forma patética lo que sucede con la intermediación. ¿Quién gana aquí? No es el productor ni tampoco el consumidor. Al final, es el transportista quien se lleva $.0.30/lb, arriesgando muy poco, muchas veces con un transporte rudimentario y sin cadena fría. Por eso es importante incorporar al proceso de transporte a la cadena de frío. Igualmente, el IMA debe entrar al proceso como la entidad que compra directamente al productor. Si el IMA le pagara, por ejemplo, $0.20/lb al productor, y si la cadena fría se incorpora al sistema, enormes economías se pudieran lograr. En el caso del ejemplo anterior de la papa, el IMA pudiera quedarse con $0.10/lb y el precio acá en la ciudad de Panamá pudiera llegar a $0.30/lb.

Al IMA intervenir y comprarle al productor, éste recibiría un mejor precio y tendría suficientes incentivos para seguir sembrando. De igual forma, al IMA incorporar la cadena fría, el producto se preservaría mejor, bajaría la merma, bajaría las pérdidas post cosechas y el consumidor terminaría pagando un mejor precio. Darle al productor lo que necesita debiera ser la prioridad máxima de las autoridades, de cara a la realidad: los precios de los alimentos van a seguir subiendo. Además, es fundamental la construcción de escuelas rurales, con mística de campo y con énfasis en asuntos agropecuarios, donde el estudiante obtenga un bachillerato rural y adquiera conocimientos sobre manejo de tractor, uso del arado, cultivos de hortalizas y granos, manejo de ganado y levantamiento de alambrado.

Al atender lo anterior, habría alimentos en abundancia y a precios accesibles para el consumidor.

COLUMNISTA

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