El crecimiento económico de Latinoamérica y los desafíos para 2022

Actualizado
  • 18/09/2021 00:00
Creado
  • 18/09/2021 00:00
La Cepal sostiene que durante 2021 las dinámicas en los diferentes sectores de la economía se han movido de manera independiente de cada renglón. Será necesario diseñar nuevas políticas
Según la Cepal se prevé un crecimiento económico en la región para 2021 del 5,2%.

Con la pandemia se perdieron en 2020 más de 140 millones de empleos. Un panorama en el que se profundizaron las asimetrías económicas, sociales y ambientales. En contraposición, la riqueza mundial aumentó en más de un 7,4% producto del crecimiento de los mercados bursátiles, la valoración del sector inmobiliario, las bajas tasas de interés y los ahorros imprevistos como consecuencia del confinamiento.

Según un reciente informe presentado por el Credit Suisse Research Institute, los mayores incrementos se dieron en Estados Unidos y Canadá (12,4%), Europa (9,2%) y China (4,4%), mientras que en un país como India la riqueza se redujo un 4,4% y en América Latina y el Caribe disminuyó un 11,4%, cifra que incidió negativamente en la evolución de los tipos de cambio, manteniéndose el mismo porcentaje de concentración de riquezas, donde el 1% de las personas más acaudaladas concentraron cerca del 50% de la riqueza mundial (Credit Suisse Research Institute, 2021).

En contrastes

Por su parte, la Comisión Económica para Latinoamérica (Cepal) en su informe “La paradoja de la recuperación en América Latina y el Caribe; crecimiento con persistentes problemas estructurales: desigualdad, pobreza, poca inversión y baja productividad', sostiene que durante el año 2021, las dinámicas en los diferentes sectores de la economía se han movido de manera independiente en cada sector.

Sectores como la minería, la industria manufacturera, la construcción y los servicios se han recuperado en algunos países en niveles de 2019 o muy cerca de estos.

Así vemos que el sector agropecuario fue “extremadamente resiliente” debido a las altas demandas de alimentos durante las épocas de confinamiento, mientras que el de las manufacturas se recuperó rápidamente de las caídas, y otros como el de las plataformas digitales, experimentaron un verdadero auge.

Por su parte, sectores como la minería, la industria manufacturera, la construcción y los servicios se han recuperado en algunos países en niveles como los de 2019 o muy cerca de estos porcentajes.

En el caso del sector de tecnología y ante la necesidad de aumentar el alcance de soluciones en hogares y centros educativos, se registró un aumento, observándose un ascenso en el número de personas y empresas con presencia en línea, pasando además muchas de estas empresas con sitios web de información a sitios web transaccionales.

El SARS-CoV-2 y su impacto negativo
Es importante comentar que esta recuperación vendría dada por diversos factores, entre los cuales está la acumulación de exceso de ahorro en los hogares, producto del confinamiento.

En materia de salud, en América Latina y el Caribe fallecieron más de 1,260,000 personas a causa de la covid-19, para el mes de junio de 2021, lo que según el informe “constituye la mayor crisis sanitaria de la historia reciente de la región.

Esta cifra equivale al 32% del total mundial de fallecimientos. “El acceso desigual a las vacunas y a los servicios de salud (tanto de los países como de los grupos sociales) y la aparición de nuevas variantes del virus aumentan la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y la consiguiente apertura y recuperación de las economías”.

Para el 4 de julio, el 46,3% de la población de Estados Unidos y Canadá había completado su esquema de vacunación, cifra que alcanzaba el 34,9% en los países de la Unión Europea y el 13,6% en América Latina y el Caribe, (Our World in Data).

Asimismo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) América Latina y el Caribe cargan con el mayor peso de la deuda externa en el PIB (56,3%) y con el mayor servicio de la deuda externa en términos de exportaciones de bienes y servicios (59%), reduciéndose por ende el espacio fiscal y colocando en riesgo la recuperación y el crecimiento futuro, aunado al hecho de que no se han observado cambios importantes en la institucionalidad del financiamiento del desarrollo para dar una respuesta eficiente al impacto económico y social de la pandemia.

Perspectivas

Para la Cepal, se prevé un crecimiento económico en la región para 2021 del 5,2%, porcentaje que no sería suficiente para elevar el nivel del producto interno bruto registrado en 2019.

Esta proyección estaría sujeta a los avances en los procesos de vacunación y “la capacidad de los países para revertir los problemas estructurales detrás de la baja trayectoria de crecimiento que exhibía antes de la pandemia”.

Es importante comentar que esta recuperación vendría dada por diversos factores, entre los cuales están la acumulación de exceso de ahorro en los hogares producto del confinamiento, lo que trajo como consecuencia una escasa actividad de contacto personal y viajes, tendiendo a acumularse el ahorro en los países que proporcionaron mayor apoyo fiscal.

En cuanto al ámbito laboral, las proyecciones de la Cepal indican que la tasa de participación en el campo de los empleos se incrementará a final de año en 3,4 puntos porcentuales, al pasar del 57,7% en 2020 al 61,1% en 2021. Los hombres recuperaron niveles de participación similares a los que registraban antes de la crisis, mientras las mujeres alcanzaron tasas de participación similares a las de 2006 (49%)”.

Situación injusta ya que no solo representa un retroceso en la lucha por la igualdad de género, sino que además, el sexo femenino ha sido el que más ha estado en el frente de batalla en el combate contra la covid-19, representando el 73% del capital humano que trabaja en el sector de la salud.

El medio ambiente y su impacto en la economía regional

En materia ambiental, los confinamientos lograron que las partículas suspendidas (PM10) cayeran hasta en un 58% y el óxido de nitrógeno en un 70% en los casos más significativos.

También hubo efectos muy importantes en Bogotá, ciudad de México, Río de Janeiro, Sao Paulo y Santiago, pero esas mejoras, al igual que las de las emisiones de gases de efecto invernadero, fueron temporales y se disiparon al retomarse las actividades económicas (ESA, 2021). Así, se prevé que las emisiones aumenten un 5% en 2021.

Según el mencionado informe, los países de nuestra región que más crecerán para finales de año serán Panamá con un 12%, Perú con 9,5%, Chile 8%, República Dominicana 7,1% y Argentina con 6,3%; mientras que los que decrecieron o esperan un escenario menos prometedor serían Venezuela -4%, Haití 0,1%, Cuba 2,2% y Costa Rica con 3,2%.

Para el año 2022, según el 'Global Economic Prospects' del Banco Mundial, las pérdidas de ingresos per cápita seguirán siendo profundas, especialmente para las pequeñas economías insulares, y el nivel de inversión regresaría a los prepandemia.

Según el FMI en su informe 'Actualización de perspectivas económicas a nivel mundial', los principales retos que tendrán que afrontar los gobiernos para lograr las recuperaciones de sus economías serán: sistemas de salud, vacunas y terapias correctos mediante una política que asegure el acceso equitativo; una política fiscal acertada priorizando el gasto sanitario y la distribución de vacunas; personal y campañas de salud pública para promover la inmunización; una política monetaria con bancos centrales que examinen las presiones transitorias sobre los precios y eviten un endurecimiento de las políticas hasta que se tenga una idea más clara de la dinámica subyacente de los precios; políticas del sector fiscal que eviten el aumento de la quiebra de empresas que se produciría si se retira prematuramente el respaldo y mitigación del cambio climático.

El otro gran reto común es la reducción de las emisiones de carbono y del ritmo de aumento de las temperaturas mundiales para evitar consecuencias sanitarias y económicas catastróficas.

Por su parte, la Cepal ha enfatizado que las políticas para consolidar la recuperación y superar los efectos negativos de la pandemia deben estar orientadas a una recuperación transformadora: las políticas de corto plazo para superar los efectos de la pandemia; la implementación de una canasta básica digital que asegure la conectividad efectiva de las mujeres de menores ingresos; políticas industriales y tecnológicas para los sectores dinamizadores de la recuperación transformadora; la provisión de servicios oportunos y de calidad.

También es necesario avanzar en la reforma de la gestión pública; la integración regional comercial y productiva.

El autor es CEO y cofundador de Trut Corporate

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