Desafíos de los sistemas de Pensiones

Actualizado
  • 28/04/2018 02:04
Creado
  • 28/04/2018 02:04
En el siglo XXI han sido numerosos los diálogos sobre consideración de reformas tanto paramétricas como estructurales a los sistemas de pensión

La evaluación de los sistemas de pensión debe considerar la relación que existe entre cobertura, suficiencia y sostenibilidad, dado que la relación armónica entre estas tres variables es fundamental para que un determinado sistema cumpla con sus objetivos de protección y de seguridad social.

En informe denominado Sistemas de Pensiones en América Latina (Banco Mundial), se definen estos sistemas como ‘medios de transferencia instituidos por el Estado con el objetivo de proporcionar ingresos a adultos mayores en un plano donde los acuerdos tradicionales informales se consideran insuficientes'.

A pesar de ser esta una definición ampliamente adoptada, los sistemas de pensión divergen entre países a partir de los medios de implementación adoptados, generalmente conocidos como sistemas de reparto o pay-as-you-go y sistemas de capitalización individual.

LA SITUACIÓN EN PANAMÁ

En la actualidad, nueve países de América Latina reportan implementar un sistema de repartos, mientras solamente tres países, entre estos Costa Rica, Uruguay y Panamá, implementan un sistema mixto.

En el siglo XXI han sido numerosos los diálogos sobre consideración de reformas tanto paramétricas como estructurales a los sistemas de pensión, dado que en América Latina y el Caribe (ALC), como también en otras regiones, incluyendo países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), se enfrentan retos que ponen en duda la sostenibilidad de estos programas especialmente en cuanto a sus objetivos con relación a Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).

Entre los mayores retos se enmarcan los niveles de envejecimiento de la población, la desigualdad de género y una administración inadecuada e ineficiente.

Los niveles de envejecimiento como factor de importancia para la evaluación de sostenibilidad de los sistemas de pensión en América Latina son evaluados por medio del Índice de Envejecimiento emitido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el cual consiste en cuatro grupos de países organizados en orden ascendente.

Los países ubicados en los primeros grupos reportan un proceso de envejecimiento más avanzado. Para el período 2017, Panamá clasifica en el en el tercer grupo (2017:41) y se estima que pase a formar parte del segundo grupo con un índice de 67, lo cual es indicativo de que la población panameña tiene tendencia a disminuir los porcentajes actualmente registrados de población joven.

EDAD Y PENSIONES

Este es un tema estudiado a nivel regional a partir de finales del siglo XX, cuando el porcentaje de personas adultas de América Latina comenzó a reportar aumentos significativos versus la disminución de porcentaje de niños. Así lo confirman las declaraciones de Paul Saad, Director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), quien especificó en el Programa Horizontes Cepal 2017 que ‘hasta los años 1970 ALC era considerada una región joven con altas tasas de fecundidad y natalidad reportándose seis hijos por mujer y bajas tasas de mortalidad'.

En la actualidad se reportan de seis a tres hijos por mujer y se estima que para el año 2060 la población de la región disminuya significativamente.

El Informe Panorama de América Latina 2017, emitido por la Cepal, indica que los niveles de envejecimiento se ubican entre los elementos que tienen una mayor incidencia en la capacidad de los sistemas de pensiones para operar y cumplir con sus objetivos de cobertura, además de estar relacionados positivamente con las aportaciones o cotizaciones de las personas que mantienen una vida laboral activa.

Al mantener estas dos variables una relación positiva, envejecimiento y capacidad de cobertura de pensiones, se puede deducir que donde exista una población más vieja las personas que reportan una vida laboral activa disminuye y por ende también las cotizaciones a los sistemas de pensión, dando lugar a que exista menos capacidad para brindar protección y seguridad social a adultos mayores.

Recordemos que las pensiones de los jubilados en un sistema de reparto son cubiertas con las cotizaciones de quienes laboran, por lo cual mientras menos personas coticen menos fondos existirán para la cobertura de pensiones.

LA VARIABLE GÉNERO

En cuanto a la desigualdad de género, esta es explicada por medio del concepto de perspectiva de género que tiene como objetivo describir la inequidad que existe entre las conductas laborales adoptadas y aceptadas por hombres y mujeres.

Análisis aplicados a la desigualdad en la región reporta que existe una discriminación tanto directa como indirecta que conlleva a excluir al género femenino de labores de trabajo y por ende le limita el cotizar de manera independiente para posteriormente optar por las pensiones cuando alcance la edad de jubilación.

Se alegaría que a aquellas personas se les podría acoger bajo régimen de no contribución, adoptado en Panamá (2009) —como en otros 17 países de ALC— entre el período 2003-2013, no obstante, estos beneficios son mucho más bajos que los que percibe un contribuyente al sistema.

La desigualdad se refleja en cifras reportadas en el período 2015, las cuales indican que solo un 51.5% de las mujeres de la región reportan participación económica versus un 78.4% de participación del género masculino.

En cuanto a la situación particular de Panamá, un análisis de 17 países de AL (Panorama, Cepal 2017), confirma que solo un 15.6% del total de mujeres panameñas, de 60 años y más, no perciben ingresos propios ubicándose como el sexto país entre los 17 con el porcentaje más bajo (promedio: 17.8%).

Pero esta cifra debe ser analizada más a detalle y contemplar la probabilidad de que una determinada parte de estas mujeres percibe sumas de dinero insuficientes o laboran en sectores de baja productividad en los cuales muchas veces no se cotiza.

Se reporta que 81.4% de la población femenina en promedio de estos 17 países labora en sectores de baja productividad y no se encuentran afiliadas al sistema de pensiones.

MALA ADMINISTRACIÓN

Como un tercer reto para el logro de los objetivos de protección y de seguridad social se incluye la administración inadecuada e ineficiente de los sistemas de pensión.

En Panamá este reto está ligado al no cumplimiento por parte del empleador en cuanto a sus obligaciones de pagos en concepto de cuota obrero patronal.

Recientemente se ha reportado y confirmado un desfalco que se estima en los $300 millones y se atribuye a una falla del Sistema De Ingresos y Prestaciones Públicas (SIPE) de la cual ciertos empleadores optaron por tomar ventaja y evadir el pago de la cuota obrero patronal, así lo reportan representantes de la Caja de Seguro Social (CSS), quienes hicieron énfasis en el impacto significativo que esta acción tendrá en el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte.

Esta situación crea preocupación sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones nacional y pone en tela de duda la capacidad de la CSS como ente regulador y administrador de los intereses de los cotizantes. Acorde al Artículo 2 de la Ley N°51 del 27 de Diciembre de 2005, esta institución procurará estabilidad y sostenibilidad financiera; una gestión eficiente, transparente, recurso humano calificado.

El mundo ideal sería que toda la población goce de protección y de seguridad social, así se enmarca en los objetivos expresados por la Organización Internacional de Trabajo (OIT) (citados por la Cepal en Informe Panorama América Latina 2017).

La realidad es que los sistemas de pensiones requieren de continuas reformas estructurales que den lugar a sistemas más eficientes con administraciones alineadas a los intereses de la población en general y reformas paramétricas a los sistemas de reparto que ayuden a establecer parámetros más acordes a la realidad que vive cada población en particular.

FICHA

La autora conduce el segmento ‘Su ventana financiera' en @Estrellaonline

Nombre completo: Laritza del Rosario Lezcano Navarro

Ocupación: Consultora Financiera

Resumen de su carrera: Master en Inversiones y Finanzas y Diplomado de Economía y Finanzas de la Universidad Queen Mary University of London. Licenciatura en Contabilidad, Banca y Finanzas de la Universidad Santa María La Antigua de Panamá. Experiencia laboral en auditoría comercial, análisis financiero e implementación de análisis cuantitativo.

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