Este martes 18 de marzo se llevó a cabo el sepelio del cantante panameño de música urbana Chamaco.
El artista fue asesinado de varios impactos de bala...
Un nuevo estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre gestión de agua, detectó los principales problemas que enfrentan las cuencas hidrográficas de los países de Centroamérica y Suramérica.
Conflictos por el uso del agua dulce, problemas en la gestión y baja disponibilidad, que afectan la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y la resiliencia agrícola forman parte de los desafíos más comunes que presentan las cuencas de Panamá, Guatemala, El Salvador, Chile y de Perú.
Para el estudio se analizó las cuencas de algunos ríos importantes de Panamá, con especial atención a la subcuenca del río Candela y la cuenca del río Chiriquí Viejo (región hidrográfica Volcán-Cerro Punta) en los municipios de Renacimiento y Tierras Altas, provincia de Chiriquí, donde se identificó que los diferentes usos del agua dulce generan conflictos entre usuarios y que, además, existen desafíos en coordinación.
De acuerdo con la FAO, la gestión del agua cobra aún más relevancia, en un escenario como el actual en que la covid-19 ha acentuado las dificultades para su acceso en el uso doméstico y agrícola en comunidades de América Latina y El Caribe.
“Además de la pandemia, la escasez y la calidad de agua, (la situación de los ríos) se viene agravando por la degradación de la tierra, contaminaciones y sequías. Está en juego nuestra seguridad agroalimentaria”, destacó este 22 de marzo el representante regional de la FAO para América Latina y El Caribe, Julio Berdegué, durante un webinar para divulgar el documento.
Durante el evento, se recomendó impulsar una mejor gestión sostenible y resiliente para subsanar el complejo escenario de escasez. Mientras que, para el caso de Panamá, se aconsejó implementar marcos regulatorios con representación ciudadana y fortalecimiento de gobiernos locales, entre otros temas.
El coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica y representante de FAO en Panamá, Adoniram Sanches Pereci, dijo en este sentido que el Gobierno panameño ha visto la importancia de avanzar en cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (Agua limpia y saneamiento).
“Con el apoyo de la FAO, se ha fortalecido el marco de análisis de la gobernanza del agua en territorios agrícolas, incluyendo aspectos de coordinación institucional, ordenamiento territorial y gestión proactiva del riesgo de sequías e inundaciones, entre otros desafíos para avanzar en seguridad hídrica, seguridad alimentaria, resiliencia climática, conservación de la biodiversidad y bioseguridad, en el contexto de la pandemia de covid-19”, expresó Sanches Peraci.
Añadió que este esfuerzo es complementario a la agenda que la FAO desarrolla con el país en el logro del objetivo de neutralidad de la degradación de la tierra, en adaptación y mitigación del cambio climático y en la cobertura de servicios básicos de agua potable, saneamiento e higiene.
Análisis de la región
En Centroamérica también se analizó la microcuenca del río El Jute (cuenca del río Lempa) en El Salvador; la microcuenca del río Los Amates (cuenca del río Grande Zacapa) en Guatemala. Mientras que, en Sudamérica, se analizó la subcuenca del río Tinguiririca en Chile; y la cuenca del río Lurín en Perú.
En la microcuenca del río Los Amates (Guatemala), entre los principales problemas detectados, está el déficit hídrico que se incrementa con la escasez de lluvias y la contaminación y degradación de los suelos.
El estudio recomienda avanzar en la reglamentación de la Ley General del Agua; y en sistemas de almacenamiento para el consumo y la salud ante el COVID-19.
En la microcuenca del río El Jute, en El Salvador, se detectó la falta de capacidades técnicas en temas de seguridad hídrica, resiliencia climática y seguridad alimentaria. Las recomendaciones apuntan a fortalecer el diálogo para la toma de decisiones y apoyar esfuerzos del parlamento por avanzar en la tramitación de la Ley General de Aguas.
En tanto, en la subcuenca del río Tinguiririca (Región del Libertador General Bernardo O’Higgins) en Chile, entre las dificultades detectadas, se presentan conflictos entre usuarios. Para hacer frente a los desafíos, el estudio recomienda impulsar la seguridad hídrica y alimentaria en la agenda pública, y acelerar la adaptación de estrategias de desarrollo.
En la cuenca del río Lurín, en Perú, se observó una alta vulnerabilidad frente al cambio climático. Se aconsejó avanzar en la competitividad de la pequeña agricultura; mejorar la resiliencia; y optimizar el riego, así como también escalar aprendizajes como el de cosecha de agua, de la comunidad Niño Jesús de Cullpe.
El webinar de este 22 de marzo contó con la participación de la ministra de Agricultura de Chile, María Emilia Undurraga; el comisionado Presidencial para el Agua de El Salvador, Frederick Benítez; la directora de Práctica Global de Agua para Latinoamérica del Banco Mundial, Rita Cestti; y del vicepresidente de administración del Recurso Hídrico del Canal de Panamá, Daniel Muschett.