El Metro de Panamá detalló que la construcción de la Línea 3 cuenta con un avance del 75%. Aunque aún no se conoce una fecha para la terminación de la...
- 30/08/2009 02:00
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ESTADOS UNIDOS. Hubo un tiempo no muy lejano en el que los mercadillos en los jardines de las casas estadounidenses eran algo más que un motivo para hacer limpieza y sacar unos dólares a los cacharros acumulados con el paso del tiempo en el desván: era un festejo para el vecindario. La bautizada como Gran Recesión está resucitando esta tradición, pero por necesidad y, a veces, por pura supervivencia. a peor crisis en ocho décadas quizá esté superada sobre el papel. Pero cuando se pregunta a la gente , la realidad se torna oscura. Son cada vez más los que temen por sus finanzas, incluso quienes esperan que la economía mejore.
Unos pierden el sueño pensando que su nombre se sumará a la lista de los 6.7 millones de empleos destruidos. Otros, porque trabajan menos horas y ganan menos. Así, no es de extrañar que los ánimos sigan por los suelos en EEUU. No hay ganas para gastar más de lo debido. Sólo hay que salir de Nueva York, cruzar Nueva Jersey y parar en el gran shopping mall del Condado de Montgomery, en las afueras de Filadelfia. Está vacío. Al otro lado de la ruta 309, en una pequeña comunidad de chalés adosados como en la que viven los Simpson, los coches se agolpan frente a garajes abiertos, mostrando sus tesoros: pequeños artículos con un alto valor sentimental o decorativo que sus propietarios esperan convertir en una mañana en billetes verdes. Una vuelta a lo básico, al comercio cara a cara. Y es que cuando el cheque con el sueldo no llega al final de la semana, hay que hacer de tripas corazón hasta dar con un empleo que les permita pagar las facturas. Son, si puede decirse, más afortunados que los vecinos que no tienen otra opción que vender todo lo que tienen antes de abandonar sus casas, incapaces de pagar la hipoteca. La imagen se repite a lo largo y ancho de este país que es un continente, con carteles pegados y globos adornando el porche. Y lo que son penas para muchos son oportunidades para otros, que en lugar de irse a la playa escapando del calor húmedo, navegan por Craigslist, la web especializada en anuncios por palabras, buscando gangas.