Los candidatos prometen trabajo a los electores jóvenes

Dada la naturaleza rencorosa del segundo debate presidencial, les sorprendería saber que hay un rubro en el que Donald Trump y Hillary Clinton parecen estar de acuerdo.

Ambos cortejan a los electores jóvenes prometiendo esencialmente crear puestos de trabajo ideales —es decir, el tipo de oportunidades gratificantes y satisfactorias que muchos jóvenes pensaron que tendrían al salir de la universidad.

Ambos candidatos hacen mal en decir eso. Y no importa quién gane, es probable que el país termine perdiendo.

Aún así, para aquellos cuyas expectativas no se cumplen, la lucha es real. Paso bastante tiempo hablando en campus universitarios y muchos estudiantes me dicen directamente que el único motivo por el que asisten a la universidad es porque esperan encontrar un trabajo muy bien remunerado, con tres semanas de vacaciones, horas después de obtener su diploma. Si uno menciona la frase ‘la búsqueda de conocimientos', o bien se enojan o se ríen en la cara de uno.

El nuevo campo de batalla en esta elección son los electores descontentos de veintitantos años quienes —según la mayoría de las encuestas— no apoyan ni a Trump ni a Clinton. En lugar de seguir a otros estadounidenses y escoger el mejor de dos males, muchos miembros de la generación del Milenio parecen debatir si ir a los comicios o quedarse en casa en el sofá.

Muchos de esos jóvenes apoyaron con entusiasmo a Bernie Sanders, y no fueron persuadidos por la perezosa estrategia de la campaña de Clinton para ganárselos, después de que el senador de Vermont saliera de la contienda. En resumen: ‘Apoyen a Hillary. Ella no es Trump'.

La restante oportunidad que le quedaba a Clinton de atraer a estos electores parece haber sido torpedeada por una reciente publicación por WikiLeaks de vergonzosos emails, que sugieren que la primaria demócrata fue amañada a favor de Clinton.

La última filtración sugiere que la presidenta provisional del Comité Nacional Demócrata, Donna Brazile, mientras se desempeñaba como vicepresidenta supuestamente neutral, en enero, remitió al bando de Clinton un email del equipo de Sanders, que anunciaba el plan de

EN LUGAR DE SEGUIR A OTROS ESTADOUNIDENSES Y ESCOGER EL MEJOR DE DOS MALES, MUCHOS MIEMBROS DE LA GENERACIÓN DEL MILENIO PARECEN DEBATIR SI IR A LOS COMICIOS.

una tormenta en Twitter como parte de una iniciativa de contacto de Sanders con electores afroamericanos. ‘Gracias por adelantarnos esto, Donna', respondió la portavoz de la campaña de Clinton, Adrienne Elrod.

Otra serie de documentos publicados mostró que Clinton se siente cómoda al tener una postura pública y una privada. También mostró que Clinton prometió a banqueros de Wall Street que tendrían un asiento en su mesa y la oportunidad de ayudar a redactar regulaciones para la industria financiera. Después de todo, dijo Clinton, ¿quién conoce mejor el sector bancario que la gente que lo maneja?

Nada de ello agrada a los electores jóvenes, quienes probablemente son ahora más cínicos que antes de esta elección.

No hay problema. Si Clinton gana, también promete encontrar trabajo para los que ella denomina ‘hijos de la Gran Recesión' que ‘viven en el sótano de sus padres'.

Clinton parece pensar que comprende perfectamente a los del Milenio.

‘Piensan que tienen su educación y los trabajos disponibles no son para nada los que pensaron que tendrían. Y no ven demasiado futuro', dijo la candidata demócrata en una reunión privada de recaudación de fondos en Mclean, Virginia.

Para no quedarse atrás, Trump también apunta a los electores jóvenes.

...NO ES RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO MIMAR A LOS JÓVENES ADULTOS Y ASEGURARSE DE QUE SUS OPORTUNIDADES LABORALES LOS DEJEN CONTENTOS Y SATISFECHOS...

Durante una visita reciente a Las Vegas, el candidato republicano se refirió a ‘los estudiantes universitarios que se gradúan cargados de deudas sólo para descubrir que no pueden encontrar trabajo o al menos no los puestos para los que se capacitaron y se esmeraron por obtener'. Porque, como lo expresa Trump, ‘esos puestos se fueron'.

Eso es hacer una campaña fácil y barata. El llamado no es honesto; sin importar lo que uno se imaginara en la universidad, muchos de nosotros tardamos años o décadas en encontrar el trabajo ideal. El enfoque no es potenciador; hacer que la gente dependa de los políticos sólo potencia a los políticos. La vida no funciona así; se obtienen puestos de trabajo, se pierden algunos, se abandonan otros, se consiguen nuevos, se aceptan nuevas oportunidades o se crean las propias. Más que nada, no es responsabilidad del gobierno mimar a los jóvenes adultos y asegurarse de que sus oportunidades laborales los dejen contentos y satisfechos, sólo que haya suficientes oportunidades.

Los políticos están dispuestos a decir cualquier cosa por un voto. Pero, diga lo que se diga durante una elección, los jóvenes deben darse cuenta de que tienen que trabajar arduamente, correr riesgos y perseverar para avanzar.

ANALISTA DE THE WASHINGTON POST WRITERS GROUP