Integrantes de la caravana migrante en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves 21 de noviembre que las autoridades les bloquearon...
- 18/05/2009 02:00
- 18/05/2009 02:00
“Me han pedido que no brinde muchos detalles porque aún no somos gobierno”. Esta fue la frase que repitió Alberto Vallarino, al menos unas cuatro veces, durante una entrevista exclusiva que concedió a La Estrella en su residencia, a pocos días de haber sido designado ministro de Economía y Finanzas (MEF), cargo que ocupará a partir del próximo 1 de julio.
Eran poco más de las 7:40 de la mañana cuando Vallarino autorizó a su equipo de seguridad, que nos dejara pasar. Con aspecto recién bañado y en forma muy cortés nos ofrece algo de tomar mientras nos dirige a su sobrio despacho decorado con cuadros, finas esculturas, y una extensa colección de libros.
Se acomoda en una silla alta “para no hundirse en el sofá y salir mal en las fotos” y se alista para contestar la primera pregunta.
Medita unos segundos y dice.. un hombre que le gusta servir y con una vida llena de producción y de generación de riquezas y empleos. Soy un hombre que acepta retos y quedó evidenciado en 1988 cuando acepté la gerencia general del Banco del Istmo, sin ser banquero de profesión y sin experiencia previa. Algunos conocidos dicen que tengo algo de loco y de soñador.. y es muy cierto (risas).
He estado involucrado con la política toda mi vida. Siempre estuve muy cerca de mi tío Arnulfo Arias (ex presidente de la República) por lo que crecí rodeado de políticos. Recuerdo perfectamente, las campañas de 1964 y de 1968, incluso estuve vinculado muy de cerca con una de las campañas de mi tío.
Con cuántos competí.. eso tendrías que preguntárselo al presidente electo, Ricardo Martinelli (risas). Él siempre me mencionó durante la campaña, pero el ofrecimiento formal llegó después del 3 de mayo.
Se trata de un reto muy importante. Mi motivación principal para haber aceptado el cargo parte de una vocación confesa de servicio. Mucha gente se sorprende y dice: Alberto, para qué necesitas ese cargo. Pues, yo digo, que sería incongruente que una persona que ha aspirado a la Presidencia de la República, no una, sino dos veces, y que se le pida servirle al país, entonces diga que no.
Yo siempre le pido ayuda a Dios en todo lo que hago y me invoco al Espíritu Santo antes de hablar, para poder trasmitir bien lo que quiero decir, sin que hayan malas interpretaciones. Una cosa fundamental para mí, es rodearme bien. Estoy muy contento con mis viceministros designados y actualmente estoy en el proceso de construir el equipo de directores nacionales, pero con el reconocimiento del personal técnico, porque yo no creo en las barrerías de cada cinco años. Los retos son muy grandes y no podemos llegar al MEF a aprender, o a partir de cero, aun cuando la vida es un proceso de aprendizaje permanente. Llego al MEF con un sentido claro de dirección.
Muchas reuniones. Me reuní con el ministro actual de la cartera, Héctor Alexander por más de cuatro horas.. he ido al grano, ha habido muchas cifras y mucha discusión de políticas públicas. También ha habido mucho cuestionamiento de por qué no se hicieron algunas cosas. Pero además encontramos mucho terreno en común.
Muchas iniciativas no se han implementado y la respuesta está en el factor de la influencia política y el temor a la reacción popular. En este sentido, nosotros llegamos con un mandato amplio del pueblo y con las manos libres, lo que nos va a permitir hacer cosas que antes se hablaron y se dejaron de hacer cuando los grupos de interés, usualmente grupos pequeños que no representan la mayoría, ejercen presión. Un ejemplo básico es el tema de la casa propia para los ministerios, una decisión que no se ha tomado y que nos cuesta millones de dólares al año. No concibo que muchos ministerios, juzgados y entidades decentralizadas, aún estén pagando alquiler.
Claro que sí. Tenemos que diseñar edificios para oficinas públicas, podemos concentrar las oficinas públicas en el mismo sector de la ciudad, un sector que necesita revitalización como las áreas de Calidonia, El Marañón, Curundú y el área revertida. Lo fundamental de esto, además de los ahorros, es que se generará mucho empleo en la construcción. Una cifra de inversión muy preliminar que manejamos es de unos 300 millones de dólares. Si lo comparamos con lo que se paga en alquiler, pues sabemos que en pocos años se recupera. Con este proyecto, los cerca de 50 mil panameños que ingresaron a trabajar en la construcción en los últimos cinco años, mantendrán su nivel de empleo. La ampliación del Canal nos va ayudar, pero no puede absorber a todos los obreros.
Definitivamente a la inversión pública. Y en redireccionar el gasto público y el presupuesto. Tenemos que ser anticíclicos, si la tendencia de la economía mundial es de caída, no podemos tomar políticas públicas que acentúen esa caída, sino todo lo contrario. Para ello, es importante la inversión orientada a proyectos de infraestructura, entre ellos, el metro. Además hay que destrabar cualquier inversión privada que sea víctima de la tramitología y la burocracia estatal, que debemos eliminar en este país.
La premisa principal es mantener el crecimiento económico del país y no permitir que regresemos a los niveles de desempleo de hace siete años. Además, tengo que implementar la agenda del presidente electo y la alianza por el cambio con cosas muy rápidas, como cumplir con los 100 dólares de los ciudadanos de más de 70 años que no tienen jubilación. Aún estamos depurando la información para que estos dineros le lleguen realmente a los que lo necesitan y para eso estamos haciendo un censo. Además, cumpliremos con el aumento de los policías, la revisión de los salarios, entre otras cosas.
Tenemos una visión diferente del rol que debe jugar el Fondo Fiduciario para el Desarrollo (FFD). Las reservas y los ahorros son para usarse en momentos de necesidad, para eso se constituyen. Usaremos estos dineros para cumplir con las promesas, porque la gente quiere cambios y para eso quieren ver soluciones a corto plazo. Todo está sobre la mesa. Estamos seguros que tendremos mucho apoyo popular, siempre y cuando los usos de los recursos se noten. El tema del endeudamiento hay que usarlo responsablemente. Yo no concibo pedir plata prestada para gastos operativos, pero sí lo concibo para gastos de inversión. En este sentido, el metro es prioridad, por lo que buscaremos financiamiento externo tal como se hizo con el proyecto de ampliación del Canal.