La cifra de personas muertas en el atentado perpetrado este jueves con un camión bomba en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel...



- 23/08/2025 00:00
La historia de María, una madre trabajadora, es la de muchas familias que se enfrentan a un desafío silencioso en cada pasillo del supermercado: distinguir los productos genuinos de sus imitaciones. María, al igual que miles de consumidores, se guía por el precio y las etiquetas que a menudo resultan confusas. Lo que ella no sabe es que, detrás de ese anaquel de lácteos, se esconde un problema de escala nacional que ha ido creciendo exponencialmente en los últimos años y tomó fuerza mediática esta última semana.
Un informe de la Agencia Panameña de Alimentos (APA), revela que la entrada de productos sucedáneos o de imitaciones ha alcanzado cifras alarmantes. Durante el período comprendido entre 2022 y el 20 de agosto de 2025, el país ha verificado la entrada de un total de 1.494.970 kilogramos de estos productos, lo que pone en evidencia la magnitud del mercado que representan en Panamá.
La APA aclaró a La Estrella de Panamá cómo ubicó algunos sucedáneos importados para la elaboración de la lista. “Esta búsqueda se realizó filtrando aquellos productos cuyo nombre incluye expresamente las palabras ‘sucedáneo’ o ‘imitación’, en el contexto de productos lácteos”. “Este análisis incluye tanto los productos directamente mencionados como sucedáneos o de imitación, como aquellos identificados, que cumplen con los criterios de composición para ser considerados dentro de esta categoría, a pesar de no tener las palabras ‘sucedáneo’ o ‘imitación’ en su denominación”, detalló la APA.
Destacó que “la lista de productos presentada no refleja el total de los productos existentes en el país, sino que corresponde a los que se pudo identificar y para los cuales se logró obtener información en el período mencionado”.
Según la Real Academia Española, un sucedáneo es un adjetivo que se refiere a una sustancia o cosa que, por tener propiedades similares a otra, puede reemplazarla o sustituirla. En caso de alimentos que imiten los lácteos, son productos que imitan el color y el sabor de la leche, pero que para su elaboración emplearon grasas vegetales y otros elementos. A diferencia de la leche que “es un líquido blanco segregado por las hembras de los mamíferos”. En este caso la ubre de la vaca.
El análisis de la APA revela un dato sorprendente: Singapur encabeza la lista de los países con la mayor cantidad de importaciones verificadas a Panamá. Entre 2022 y 2025, este país asiático ha enviado a Panamá un total de 698.040 kilogramos de sucedáneos. Esta cifra supera ampliamente la de otros países de la lista, como México, Malasia, Estados Unidos, Grecia, Chile y Ecuador.
El reporte de la APA detalla la evolución de las importaciones procedentes de Singapur año tras año: 145.820 kilogramos (kg) en 2022; 132.600 kg en 2023; 237.120 kg en 2024 y 182.400 kg al 20 de agosto de 2025. Le sigue México, con una importación total de 395.299 kilogramos en el mismo período, y Malasia, con 125.561 kilogramos. Estos datos no solo reflejan la creciente demanda de estos productos, sino también la diversidad de orígenes de la que provienen.
El informe también destaca un crecimiento en las importaciones totales de sucedáneos por año. En 2022, el país recibió 350.034 kg. Esta cifra se incrementó significativamente en 2023, alcanzando los 488.132 kg. Para 2024, el volumen de importación fue de 406.069 kg. Los datos del 2025, hasta el 20 de agosto, registran 250.735 kg, lo que sugiere que la cifra total de ese año podría ser aún mayor.
A pesar de la aparente reducción en 2024, la tendencia general de la entrada de sucedáneos en los últimos tres años es un crecimiento acelerado. El aumento más significativo se registró entre 2022 y 2023, con un salto de más de 138.000 kilogramos, lo que evidencia un mercado en expansión.
La APA elaboró una lista detallada que incluye una gran variedad de productos que se comercializan como si fueran lácteos o derivados, pero que en realidad son sucedáneos o imitaciones. Entre los más comunes se encuentran:
La proliferación de estos productos no es solo un problema de transparencia para el consumidor. Tiene un impacto directo en la economía local, especialmente para los ganaderos nacionales quienes dependen de la compra y acopio de la industria y procesadores. Estos últimos, aunque también se han dado a la tarea de ampliar su oferta y ofrecer sucedáneos con materia prima local, afirman que no pueden competir con los precios más bajos de los sucedáneos importados.
A lo anterior se suma la falta de una identificación clara por parte de los agentes económicos con la Ley 113 de 2019. La ley obliga a informar al consumidor, ya sea en anaqueles, góndolas y refrigeradoras que se trata de un producto sucedáneo, su procedencia y en idioma español. No obstante, la normativa ni define qué es un sucedáneo.
Por su parte, la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) viene verificando el cumplimiento de la Ley 113. Hasta la fecha ha impuesto más de 100 sanciones y multado a negocios con $24.975. Y aclaró que “no se considera ‘letrero’ a la volante ubicada en el anaquel, donde habitualmente se incorpora información de precios o nombre del producto, con códigos de barra”.
Debido al tsunami de sucedáneos, productos análogos y de imitación, los productores, procesadores de lácteos, comerciantes y defensores de los consumidores instan a las autoridades gubernamentales a trabajar en revisar, mejorar y modificar la Ley 113 de 2019, o bien se regulen las importaciones de estos alimentos que surgen como una alternativa y a los consumidores a leer las etiquetas.
La lucha de María por encontrar leche para sus hijas es, en realidad, el reflejo de un problema que requiere una respuesta de las autoridades en coordinación con la empresa privada y una mayor conciencia por parte de la población.