OIT rebaja sus previsiones para el mercado laboral; prevé más de 200 millones de desempleados este 2022

Actualizado
  • 17/01/2022 16:17
Creado
  • 17/01/2022 16:17
Según el organismo, sus previsiones reflejan el efecto de las variantes delta y ómicron, y la "incertidumbre" respecto al futuro de la pandemia

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) rebajó sus previsiones para la recuperación del mercado laboral este 2022; y advirtió que es probable de que en los próximos años siga siendo "difícil" para gran parte del mundo volver al rendimiento previo a la pandemia.

Así, la OIT proyecta un déficit en horas trabajadas a nivel mundial equivalente a 52 millones de puestos de trabajo a tiempo completo con respecto al cuarto trimestre de 2019. La estimación anterior para todo el año realizada en mayo de 2021 proyectaba un déficit de 26 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.

En su publicación Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2022 (Tendencias 2022) difundida este 17 de enero, la OIT revela que a pesar de esta última proyección supone una mejora con respecto a la situación de 2021, sigue siendo casi un 2% inferior al número de horas trabajadas antes de la pandemia a escala mundial. 

Las previsiones de la OIT apuntan que el desempleo mundial se mantendrá por encima de los niveles anteriores al coronavirus hasta 2023 como mínimo. Se prevé que en 2022 el desempleo mundial se sitúe en 207 millones, es decir, que supere su nivel de 2019 en unos 21 millones. 

De  acuerdo con la OIT, esta perspectiva representa un deterioro sustancial con respecto a las proyecciones realizadas en la edición anterior de Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias, publicada en junio de 2021, cuando se preveía que el déficit de horas de trabajo en relación con el cuarto trimestre de 2019 se iba a reducir a menos del 1% en 2022.

A su vez, alerta de que el efecto general en el empleo es significativamente mayor al representado en estas cifras, pues muchas personas han abandonado la fuerza de trabajo. Según sus proyecciones, en 2022 la tasa mundial de participación en la fuerza de trabajo se mantendrá 1.2 punto porcentual por debajo de la de 2019.

La OIT señala en su  informe que en cierta medida, la rebaja de las previsiones para 2022 refleja el efecto que las variantes recientes del virus de la covid-19 , como delta y ómicron, está teniendo en el mundo del trabajo, así como la significativa "incertidumbre" respecto del curso futuro de la pandemia.

Al mismo tiempo advierte de las marcadas diferencias de los efectos de la crisis entre grupos de trabajadores y entre países. Dichas diferencias están agudizando las desigualdades en los países y entre ellos, y debilitando el entramado económico, financiero y social de casi todas las naciones, independientemente de su nivel de desarrollo. 

Según la OIT, se podría necesitar años para reparar este daño, y podría haber consecuencias a largo plazo sobre la participación en la fuerza de trabajo, los ingresos de los hogares y la cohesión social y, posiblemente, sobre la cohesión política. 

En general, los indicadores clave del mercado de trabajo aún no han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia en ninguna de las regiones: África, las Américas, los Estados Árabes, Asia y el Pacífico, y Europa y Asia Central. 

“No puede haber una verdadera recuperación de esta pandemia sin una amplia recuperación del mercado de trabajo. Y, para ser sostenible, esta recuperación debe basarse en los principios del trabajo decente, con inclusión de salud y seguridad, igualdad, protección social y diálogo social”, dijo en el informe, el director general de la OIT, Guy Ryder.

Los efectos se dejan sentir en los mercados laborales de todas las regiones del mundo, pero los patrones de recuperación entre ellas son muy divergentes. En Europa y América del Norte se observan los indicios de recuperación más alentadores, y el panorama más negativo corresponde a Asia Sudoriental y América Latina y el Caribe. 

A nivel nacional, la recuperación del mercado de trabajo más fuerte se observa en los países de ingreso alto, mientras que las economías de ingreso mediano-bajo son las que salen peor paradas.

Según el informe, el efecto desproporcionado de la crisis sobre el empleo femenino se mantendrá en los próximos años. Por su parte, a largo plazo, el cierre de instituciones de educación y formación tendrá “un efecto dominó” para los jóvenes, en particular para quienes no tienen acceso a Internet.

“Tras dos años de crisis, la perspectiva sigue siendo frágil y la vía hacia la recuperación es lenta e incierta”, firmó Ryder, advirtiendo que “ya estamos observando daños potencialmente duraderos en el mercado de trabajo, junto con un preocupante aumento de la pobreza y la desigualdad". 

Manifestó que incluso, en muchos casos, los trabajadores se están viendo obligados a cambiar a un tipo diferente de trabajo, por ejemplo, en respuesta a la prolongada caída de los viajes y el turismo internacional.

“No puede haber una verdadera recuperación de esta pandemia sin una amplia recuperación del mercado de trabajo. Y, para ser sostenible, esta recuperación debe basarse en los principios del trabajo decente, con inclusión de salud y seguridad, igualdad, protección social y diálogo social", apuntó  el director de la OIT.

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