Un marqués en Panamá

PANAMÁ. El Marqués de Cáceres, Don Juan Noguera y Merle, llegó a Panamá para promocionar su línea de vinos. No se asemeja en lo más míni...

PANAMÁ. El Marqués de Cáceres, Don Juan Noguera y Merle, llegó a Panamá para promocionar su línea de vinos. No se asemeja en lo más mínimo a los marqueses de los cuentos. No anda en carrozas ni en corceles. Pero siempre está preparado para firmar autógrafos.

Este noble dedicado a las tareas comerciales y de promoción viaja por la región, un mercado creciente en el consumo de vinos, para promocionar su prestigiosa marca.

La industria vitivinícola internacional ha ganado protagonismo. Según el Observatorio Español del Mercado del Vino, las exportaciones mundiales de vino a granel en el 2010 se acercaron a los 2,000 millones de euros (34 millones de hectolitros). Además en agosto de 2012, a pesar de que bajaran las exportaciones de vino de España, el precio por litro de la bebida subió a 1.10 euros y aumentó su facturación.

Si bien España, Italia, Francia, Chile, Australia, Estados Unidos, Alemania, Portugal, Argentina, Sudáfrica y Nueva Zelanda son los países con mayor producción y consumo de vino, Panamá y Centroamérica están empezando a incursionar en el consumo de esta industria.

INDUSTRIA VITIVINÍCOLA

La industria vitivinícola ha marcado distintas etapas de la historia humana; desde los virreyes que conquistaron América hasta los marqueses modernos no pudieron esconder su afición por esta bebida.

Actualmente, este sector ha cobrado fuerza en Centroamérica ya que ahora no solo es un lujo restringido para países con vitivinicultura como España, Chile y Argentina, sino que se está abriendo un camino en otras naciones caribeñas.

Según las estadísticas, el 13% de las exportaciones en volumen de ventas del vino ‘Marqués de Cáceres’ se dirige a Latinoamérica, el 30% a Norteamérica, el 54% a Europa, el 2% a Asia-Pacífico y el 1% a África y Medio-Oriente.

La región está posicionada como tercer mercado de exportación. Eso sí, las ventas totales se reparten 50% en España y 50% para el resto del mundo.

INCURSIÓN NOBILIARIA

La incursión de la nobleza en la industria vitivinícola no fue repentina. Según el marqués, gracias a la gestión de su padre al unirse en los años 70 con Enrique Forner, un gurú de los vinos de España y de Francia, su bodega fue exitosa.

En el pasado, Enrique Forner compró dos chateau Gran Cruz abandonados en Burdeos y montó una red de distribución a nivel mundial. Al regresar la monarquía, Forner realizó viajes de Burneos hacia Valencia y pasó varias veces por La Rioja. ‘Al poco tiempo, le volvió a renacer ese ‘gusanillo del mundo de vino’ y, después darse cuenta que en La Rioja estaba la mejor materia prima de uvas en España, se estableció allí’, afirmó el marqués.

Gracias al regreso de Forner y a su red de exportación, ‘Marqués de Cáceres’ empezó a triunfar. Cuarenta años después, el vino está posicionado en 140 países y cuenta con un parque de 41,000 barricas (como en el cuento de Alí Babá). Además, la bodega de vinos tiene un botellero de 11 millones de botellas que están durmiendo en Cenicero, La Rioja.

‘ Marqués de Cáceres’ es el vino español más reconocido como marca y tiene el mayor volumen de ventas en cajas de 9 litros. El precio de este vino, dependiendo del año de reserva, oscila entre los $12.60 (Marqués de Cáceres crianza) y $75.00 (Marqués de Cáceres Gaudium vino tinto reserva).

LOS INICIOS DEL VINO

El primer vino de la línea ‘Marqués de Cáceres’ se elaboró en los años 70. Forner propuso que se llamara así para plasmar la esencia nobiliaria en su alta calidad.

Desde su inicio, ‘Marqués de Cáceres’ supo diferenciarse. Los vinos que se hacían entonces en La Rioja eran excesivamente maderizados porque abusaban de la barrica. En ese momento, a los extranjeros les gustaba más un vino con sabor frutal y con menos resalte de madera. Esto fue exactamente lo que hizo Forner y lo que permitió que el vino se comercialice alrededor del mundo, logrando cambiar el hábito de consumo español.

LA VIDA DEL BREBAJE

‘El vino es un ser vivo que nace, crece y muere; según lo prepares, así durará’, expresó el marqués. Hay vinos que son del año —sin madera— y no son para guardarse, otros que son de crianza —pasado por madera— que se guardan por un corto periodo, algunos son de reserva y otros de gran reserva (línea top).

‘Si tienes a una criatura en el mundo —un hijo— y lo alimentas sanamente, va al gimnasio y hace deporte, lo más probable es que tenga una vida larga, pero si desde pequeño bebe y fuma, se morirá pronto’, afirmó metafóricamente el marqués.

Existen distintas clasificaciones de vinos como su añejamiento, el color, la cantidad de uvas y la proporción de azúcar. ‘Yo tengo el vino preparado para vivir mucho, ya que vienen con contenedores refrigerados y además se guardan echados’, aseguró Don Noguera.

El vino se está posicionado en toda Centroamérica y su cultura está evolucionando. Según el marqués, en Panamá se juntan dos factores importantes: la incorporación de una vitivinicultura y el poder adquisitivo de los panameños. ‘El vino es un capricho más o menos caro’, añadió.

En cuanto a su consumo, la mayoría de compradores nacionales estila tomar un ‘tinto de verano’, una combinación deliciosa de vino blanco con frutas caribeñas. No obstante, el marqués señala que a pesar de ser muy liberal, ‘sería absurdo comprar un Rolex (buen vino) con brillantitos para bucear’.

¿POR QUÉ PANAMÁ?

Si bien Don Juan Noguera y Merle conoce como pocos los laberintos del negocio del vino. ‘Hay países y países. Cuando vengo a Panamá es como cuando estás en España y te vas a comer con tu primo, hermano o cuñado; estás en la casa de ellos, pero te sientes como en la tuya’, afirmó.

Estas palabras corroboran que aunque al principio la gente lo vea como ‘un bicho raro’ o ‘quiera besarle la mano como si fuese el Papa’, Don Noguera es solo un simple padre de tres hijos –dejando de lado el título— que está promoviendo la cultura vitivinícola en Latinoamérica.

‘Todos somos hijos de Adán y Eva. Si de dos hermanos, uno se gana la lotería, igual serán hermanos. Mi antepasado era un señor como muchos marinos que habían pero destacó y se le dio ese premio’, dijo.

‘Esto que hago (la gira de relaciones públicas del Marqués de Cáceres) es para que, detrás de mí, coman las 70 familias que trabajan en la bodega’.

Don Noguera expresó que posee una bodega y no una fábrica de vinos y agregó que su gira por Panamá va más allá de una estrategia de marketing, recae en promover el consumo del vino y en transmitir la historia de este caprichoso brebaje.

NUEVO LANZAMIENTO

Don Noguera y Merle nunca dejó de ser un señor carismático, con un excelente sentido del humor y un amplio repertorio de refranes como el de ‘En España cada cual se apaña’.

Por el momento, el marqués no planea ampliar el negocio a otros rubros, pero sí considera, dentro del paraguas ‘Marqués de Cáceres’, lanzar un vino español de otra región. ‘¡No te olvides de zapatero, a tus zapatos!’, concluyó.

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