Papel del Estado frente a la crisis

Actualizado
  • 11/06/2009 02:00
Creado
  • 11/06/2009 02:00
El debate entre el mercado y el Estado vuelve al tapete. En Panamá la discusión toma lugar en el contexto de una desaceleración del PIB ...

El debate entre el mercado y el Estado vuelve al tapete. En Panamá la discusión toma lugar en el contexto de una desaceleración del PIB producto de la crisis global, esto agravado con severas distorsiones que han atentado gravemente contra la capacidad adquisitiva de los panameños, especialmente en el mercado de hidrocarburos, el mercado eléctrico y el mercado de alimentos.

No se trata de regresar a un intervencionismo a ultranza, mucho menos de atentar contra la libre empresa, se trata más bien de lograr un equilibrio que permita a las fuerzas del mercado actuar pero garantizando el mejor provecho para la mayoría de las personas y no solamente para los grupos económicos de interés que presionan y maniobran solapados detrás del juego de la libre oferta y demanda.

Este equilibrio debe estar basado en el principio ético de que las asimetrías entre el ciudadano y el mercado deben ser compensadas por un Estado que favorezca la parte más débil. Para ello requerimos que instituciones como la ACODECO, entre otras, se enfoquen más en solventar esas asimetrías defendiendo al ciudadano y no tanto al mercado como es el triste papel que desempeña actualmente esa institución.

El otro rol que debe jugar el Estado ante la crisis es el de contrarrestar la desaceleración económica con inversiones importantes en infraestructura que ejerzan una función anti-cíclica de modo tal que los empleos y las inversiones que no puedan ser generadas desde el sector privado ocurran desde el sector público. Esto ayudará a mantener el nivel de empleo y de circulante en la economía.

Para ambas funciones, la de regulador y la de inversor, el Estado requiere de una política fiscal orientada a fomentar la producción y el empleo de modo que ambas variables incidan en aumentar la oferta de bienes y servicios por un lado como la demanda de los mismos por el otro.

Conciudadanos, el mundo ha cambiado, aquellos defensores de la liberalización de los mercados, financiero, de pensiones, de alimentos y muchos otros, hoy se estrellan frente a la realidad de una crisis que ha desemascarado los intereses económicos que siempre se han movido detrás de las políticas de liberalización en detrimento de los ciudadanos. El reto es eliminar las distorsiones que causan la especulación, el acaparamiento y las prácticas oligopólicas especialmente en el mercado de hidrocarburos, de electricidad y de alimentos; fomentar la producción nacional y la industria y estimular el empleo con inversiones públicas.

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