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- 06/04/2009 02:00
- 06/04/2009 02:00
MÉXICO. Un nuevo fantasma está rondando a las Pymes: el riesgo de incumplimiento en los pagos de sus clientes para las ventas a plazo.
Por todas partes surgen indesmentibles señales de un aumento en los niveles de morosidad. En México, por ejemplo, los bancos cerraron 2008 con un aumento del 40.75% en su cartera vencida, con un alza particularmente fuerte en el segmento de tarjetas de crédito.
En Argentina, el porcentaje de morosidad en los bancos ya se aproxima al 5% en comparación con 3.5% a fines de 2007. Y Brasil ha visto un aumento del 28.9% en el incumplimiento de los pagos de las empresas, en relación con el mismo período de 2008.
“En un panorama como ése, las pequeñas y medianas empresas son las que más sufren, porque no poseen un equipo para analizar riesgos y dar apoyo a sus equipos de venta, ni para recuperar los créditos impagos”, dice Sandra Fiorentini, consultora jurídica del Servicio Brasileño de Apoyo a Micro y Pequeña Empresa (Sebrae).
Para blindarse ante ese riesgo, lo primero que un pequeño empresario debe hacer, según analistas, es realizar un análisis del perfil de sus clientes y de su capacidad de pago. O sea, buscar información como su capital social y el comportamiento en el mercado. “Obtener una calificación crediticia y un análisis exhaustivo del comportamiento previo de un cliente es muy importante”, dice Cristián García Huidobro, secretario general de la Cámara de Comercio de Santiago, en Chile.
“Un nivel de incumplimiento inferior al 1% de la facturación de la empresa no es algo de lo cual preocuparse demasiado. Pero si sobrepasa ese nivel, podrá afectar las finanzas de la empresa y lo mejor es comenzar a transferir ese riesgo, contratando financieras o empresas de tarjetas de crédito en el caso de ventas a plazo”.
“Y siempre que sea posible, huir del cheque”. La transferencia de ese riesgo siempre implica costos, pero los analistas señalan que por lo general, dependiendo de la cartera de clientes, es menor que el del procedimiento de cobranzas financieras, sobre todo si no hay un equipo dedicado a la recuperación del crédito.
Cuando la relación comercial se da entre personas jurídicas, otra opción a considerar es el seguro de crédito, que sirve para cubrir el atraso en los pagos, quiebras o liquidaciones, pero que es relativamente poco conocido en la región.