La salud panameña desde la perspectiva económica

Actualizado
  • 22/10/2015 02:00
Creado
  • 22/10/2015 02:00
Panamá registra un crecimiento poblacional menor del 2% anual. El gasto total en salud en 2010 fue el 8.0% del PIB y en 2013 era el 7.2%

Desde la perspectiva económica el sector de la salud es uno de los sectores con mayor importancia para el crecimiento y el desarrollo de las naciones, ya que a través de dicho sector se logra mejorar la calidad de vida de los habitantes incrementando significativamente su productividad.

Mayor productividad se traduce en mayor cantidad de bienes y servicios producidos a más bajo costo, que impacta en la eficiencia del proceso de producción, situación ideal que a su vez, hace que las empresas, regiones y/o países sean más competitivos.

Las naciones no pueden dejar de promover la importancia de la salud, ya que acceder a una salud de calidad, constituye un derecho humano esencial para que las personas alcancen su máximo desarrollo individual y un requisito para la construcción de sociedades equitativas y democráticas.

Los riesgos de no brindar un servicio adecuado y moderno de salud igual para todos pone en riesgo el avance en materia de desarrollo que tengan los países, ya que una población con un estado de salud deficiente puede ver reducido y perjudicado su trayectoria laboral y su nivel de ingresos.

Datos económicos y gasto en salud en relación al PIB

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Panamá se encuentra en plena transición demográfica, es decir, forma parte del grupo de países con natalidad moderada y mortalidad moderada o baja, lo que se traduce en un crecimiento poblacional menor del 2% anual que, a su vez, conlleva un cambio en la estructura de la población.

Dicho cambio se observa en los resultados de los Censos Nacionales de la Población que, en las últimas décadas, han permitido identificar una reducción de la proporción de la población menor de 15 años, que pasó de 34.9% en 1990 a 29.2% en 2010. El grupo poblacional más extenso es el de 15 a 29 años, que representa 26% del total.

Por otra parte, la población en edad de trabajar (15 años y más), registró un incremento, pasando del 59.9% en 1990 a 63.4% en 2010. Este aumento relativo de la población en edades potencialmente activas, con posibilidades de contribuir al incremento de las tasas de crecimiento económico y de los niveles de bienestar de la población, se conoce como bono demográfico.

El mismo podría potenciar el impacto de las políticas públicas dirigidas a mejorar las oportunidades de acceso a empleo, y la implementación de otras políticas que beneficien a la población, principalmente a la que no cuenta con ingresos adecuados o estables para cubrir las necesidades básicas.

También reconoce el alto crecimiento económico de Panamá, siendo uno de los más altos de Latinoamérica y uno de los más altos del mundo (tasa de crecimiento promedio de 8.5% los últimos 10 años). Los principales factores que contribuyeron con el crecimiento económico de este período fueron el auge de la construcción; el transporte y las comunicaciones; el turismo; la expansión del crédito bancario, que incide en el consumo privado; y el aumento de las exportaciones de bienes y servicios.

El Banco Mundial (BM) identifica que Panamá es una de las economías más globalizadas en la región con mayor gasto en salud como porcentaje del PIB, siendo ejemplo para los países de la región que desean mejorar la calidad de vida y la productividad de sus habitantes.

El gasto total en salud en el año 2010 alcanzaba el 8.0% del PIB, mientras que para el año 2013 el gasto alcanza el 7.2%. Este gasto es significativo y de gran impacto económico y social, considerando que el gasto en salud ha aumentado, pero el PIB ha aumentado más rápido como consecuencia del crecimiento económico que ha experimentado el país los últimos años.

Los resultados de Panamá, según el FEM

El Foro Económico Mundial (FEM) es el organismo internacional que mide la competitividad de los países y la capacidad productiva de los mismos, para hacer uso eficiente de los recursos disponibles para mejorar la calidad de vida de la población.

La medición se realiza a través del Índice de Competitividad Global (ICG), que mide el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan la productividad de un país. Su medición se realiza a través de tres factores principales (básicos, eficiencia e innovación) que concentran 12 pilares fundamentales de la competitividad de una nación.

Estos 12 pilares que miden la competitividad de los países son: Instituciones, Infraestructura, Estabilidad Macroeconómica, Salud y Educación Primaria, Educación Superior y Capacitación, Eficiencia del Mercado de Bienes, Eficiencia del Mercado Laboral, Sofisticación de Mercados Financieros, Disponibilidad Tecnológica, Tamaño del Mercado, Sofisticación de los negocios e Innovación.

Estos pilares a su vez contemplan una serie de indicadores, que están compuestos por estadísticas oficiales (data dura) y percepción de los empresarios, para medir el avance de competitividad en las diversas economías.

Dentro del pilar correspondiente a la salud de los países del ICG, el país ha bajado del puesto 68 (2013 – 2014) al puesto 79 (2014 – 2015), cayendo significativamente 11 posiciones de acuerdo a su más reciente evaluación

A pesar de que en el indicador de impacto económico de la malaria se mejoró notablemente, de la posición 78 a la posición 9, debido a los programas y proyectos llevados a cabo por el Ministerio de Salud (MINSA), aún se observaron caídas significativas en otros indicadores, con oportunidad de mejora a corto y mediano plazo.

Impacto económico de la tuberculosis (pasando de la posición 49 a la posición 59). Incidencia de tuberculosis que aún se mantiene alta, pasando de la posición 74 a la posición 70.

Impacto económico del VIH/SIDA y la prevalencia del VIH, que reflejaron mejoras pero aún mantienen posiciones desventajosas, ocupando la posición 101 y 97, respectivamente.

Así como la mortalidad infantil, que en el año 2013 ocupaba la posición 80, y para la medición 2014, ocupa la posición 79.

Desafíos para mejorar la salud panameña

1. Mejorar la cobertura nacional de salud y los servicios médicos para promocionar la calidad de vida de la población, así como la mejora de su productividad nacional.

2. Focalizar los recursos invertidos en contratación de personal idóneo, equipos y maquinarias, así como tecnología adecuada y moderna para centros de salud y hospitales con la finalidad de mejorar el proceso de solicitud de citas y atenciones médicas.

3. Promocionar en los diversos medios de comunicación (prensa, radio y televisión) llevando campañas preventivas para el cuidado de la salud en la población, tanto en la ciudad como en el interior del país.

4. Continuar con los cursos y talleres en las escuelas y en el grupo de adultos mayores, sobre información del cuidado de la salud y prevención de enfermedades.

5. Fomentar la investigación y el desarrollo en las universidades y a nivel de las empresas, sobre cuidados de salud para los diversos grupos de la población.

6. Incrementar los programas y proyectos de salud en zonas rurales y áreas indígenas para la mejora de la calidad de vida en estas regiones.

7. Mantener un porcentaje de inversión de acorde a las necesidades presentadas en el sector de la salud, con la debida transparencia y seguimiento apropiado para el cumplimiento de metas.

ECONOMISTA COORDINADOR DEL CNC

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‘La salud es uno de los sectores con mayor importancia para el crecimiento y el desarrollo de las naciones'.

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