¿Fallo de evasión será autónomo?

PANAMÁ. Pese a que la evasión fiscal es penalizada en Panamá, la intención del presidente de la República, Ricardo Martinelli, levanta suspicacias entre empresarios y economistas a la falta de una entidad que ejerza imparcialidad al emitir conceptos o fallos.

Para el jurista y expresidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Adolfo Linares, la penalización por evasión al fisco es funcional, ya que en aquellos países la investigación la realiza el Órgano Judicial, que es un Órgano del Estado distinto al Ejecutivo donde reposa la mano cobradora del Estado.

Una realidad contraria sucede en Panamá —dijo—, ya que los Tribunales Tributarios forman parte del Órgano Ejecutivo, debido a que estos son de libre remoción del presidente del país, lo que pudiera despertar suspicacias en cuanto a su independencia e imparcialidad al emitir conceptos o fallos.

Linares argumenta que, en efecto, el Código Fiscal establece penas de prisión para aquellas personas que caigan en la tipificación de ‘defraudación fiscal’, pero para que esto se dé debe haber una prueba de que la misma se hizo de mala fe, con ánimo de defraudar al fisco y, por ende, con dolo.

Agregó que un mero alcance fiscal, entiéndase uno en que se compruebe que en efecto no se pagó lo correcto pero donde no hubo mala fe sino error, no debe ser ‘tipificado’ como tal.

¿SERIEDAD?

Miguel Ramos, economista del Centro de Investigaciones, Políticas, Sociales y Económicas (CIPSE), considera que mientras este planteamiento no se concrete en un proyecto de ley que hace de la evasión de impuestos un delito penal no hay que tomarlo muy en serio. Ramos considera que en Panamá la evasión de impuestos es un ‘deporte nacional’ y muchos connotados empresarios y otros no tan connotados lo practican porque sale más barato pagar la multa que honrar el pago de los impuestos.