Industria textil panameña, ¿en peligro de extinción?

PANAMÁ. La industria textil panameña continúa en declive. Desde los años 90, el sector se enfrentó a distintos retos que frenaron su cre...

PANAMÁ. La industria textil panameña continúa en declive. Desde los años 90, el sector se enfrentó a distintos retos que frenaron su crecimiento pero ahora afronta nuevas oportunidades internacionales que no podrá aprovechar debido a la falta de mano de obra nacional.

Antonio Corro, dueño de Creaciones Corro SA, indicó que cerca de 18 fábricas textiles cerraron desde 1990 y, que desde ese entonces, la industria no ha recibido incentivos de ninguna índole. Según Corro, las órdenes de compra del Estado no son estimulantes ya que una empresa tiene que financiar el proyecto de antemano y recién recibir el pago del gobierno después de 30 a 60 días.

Tras la implementación de diversos acuerdos comerciales, la industria textil nacional tendrá que afrontar nuevos desafíos, entre ellos las creciente importación asiática y la falta de mano de obra y capacitación.

IMPORTACIONES ASIÁTICAS

Panamá importa el 90% de sus prendas de vestir. Según el estudio realizado por la Oficina Comercial de España en Panamá (ICEX), la gran mayoría de las importaciones son productos asiáticos, sobretodo de China y Hong Kong. El rol de Panamá recae en reexportar las mercancías a otros países de la región.

El informe también señala que el país recibe muchas prendas de vestir de origen chino que están destinadas a un segmento de la población con poco poder adquisitivo, dado su bajo precio y poca calidad. En muchas ocasiones, la ropa es recibida en la Zona Libre de Colón sin ningún control sanitario o certificación de procedencia.

A pesar de que las importaciones son un gran impedimento para algunos participantes de la industria, existen ciertas empresas que no han sido impactadas.

Amelia Muñoz, gerenta de producción de Govil Internacional SA (Govil), indicó que hasta el momento la compañía no ha sido afectada por las importaciones. ‘Nosotros tenemos productos muy conocidos en el mercado, no nos hemos visto amenazados, al contrario, hasta ahora cada año el volumen de producción es mayor’, afirmó.

Govil, empresa que forma parte del Grupo Machetazo, se especializa en la producción de uniformes a nivel nacional y abastece a las 10 sucursales del almacén en todo Panamá.

MANO DE OBRA

En 1990, la fuerza laboral de la industria textil nacional rondaba las 30,000 personas pero ahora sólo cuenta con aproximadamente 5,000 colaboradores. Además, la formación técnica se ha convertido en otro obstáculo ya que actualmente la falta de mano de obra calificada impide la expansión de la industria textil y pone en juego su subsistencia.

‘Cada día es más difícil reclutar el recurso humano para la confección’, afirmó Muñoz. Por ejemplo ahora Govil cuenta con 200 personas en sus talleres que confeccionan la ropa aunque tienen capacidad para 50 personas más. A pesar de que Govil subsiste ante las importaciones, Muñoz indica que por la falta de mano de obra no pueden contratar a más personal.

Asimismo, Corro señaló que el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH) no está capacitando a las personas en el sector textil y, como consecuencia, la industria panameña no logra ser competitiva. Según el estudio del Centro de Competitividad de 2011, el INADEH sí está realizando programas de capacitación pero estos, en su mayoría, se enfocan en otras industrias.

Tanto Creaciones Corro como Govil, han tenido que capacitar a su propio personal ya que no hay instituciones que enseñen costura desde un enfoque práctico y menos académico. Ambas empresas han asumido los costos totales del proceso de capacitación del personal.

TRATADOS COMERCIALES

Si bien los Tratados de Libre Comercio (TLC) o de Promoción Comercial (TPC) deberían beneficiar a las industrias al ampliar sus mercados, la realidad es otra.

Estados Unidos representa un mercado de más de 300 millones de habitantes que la industria textil nacional no puede abastecer debido a la falta de mano de obra y de incentivos gubernamentales. Entonces, ¿de qué sirve tener acceso a un mercado mundial si el país no tiene los medios para explotarlo?

El artículo 3.24, ‘Medidas de Salvaguardia Textil’, de la Sección ‘G’ del TPC con EEUU presenta alternativas que impiden que las exportaciones textiles del ‘país más favorecido’ amenacen a la industria nacional. Según el artículo, ‘si una mercancía textil de un país está siendo importada al otro en cantidades elevadas para el mercado doméstico y en condiciones que causan un perjuicio grave o amenaza a la rama de producción nacional, el país afectado podrá remediar dicho perjuicio a través de la ‘medida de salvaguardia textil’. Esta medida hará que se regule dicha exportación a cambio de ‘una compensación de liberalización comercial mutuamente acordada’.

REALIDAD TEXTIL

A lo largo de los años, los centros comerciales de Panamá se han visto invadidos por ropa asiática y algunas empresas u organismos nacionales han optado por adquirir uniformes del exterior.

Además, las compañías de textiles nacionales no le han podido seguir el ritmo a una creciente producción internacional. El año pasado las exportaciones textiles de Panamá a EEUU sumaron solamente $2.4 millones mientras que las exportaciones estadounidenses al país alcanzaron los $65 millones ese mismo año, según la oficina de Comercio de EEUU.

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