Protestan en Londres contra medidas de austeridad

Decenas de miles de manifestantes se concentraron el sábado en la capital británica para protestar contra las medidas de austeridad y reducción del gasto público que buscan frenar el creciente e incesante endeudamiento de las finanzas públicas.

Sindicatos, pacifistas y dirigentes izquierdistas, junto a grupos comunitarios activistas, llenaron las calles de Londres en protesta ruidosa pero pacífica contra la reducción del gasto público que realiza el gobierno para reducir la deuda soberana, que supera el billón de libras (1,7 billones de dólares).

Aunque los programas de austeridad han tenido modestos logros _ el déficit presupuestario ha descendido levemente _ la economía de Gran Bretaña se ha contraído en tres trimestres consecutivos debido al ahorro del gasto público y la crisis de la deuda soberana en el continente.

Brendan Barber, cuyo Congreso de Sindicatos organizó la marcha, dijo que el mensaje de la protesta del sábado fue que la austeridad "simplemente está fracasando".

"El gobierno esta haciendo desesperadamente dura la vida de millones de personas debido a los recortes salariales de los trabajadores, mientras los ricos reciben exenciones fiscales", indicó.

Gran Bretaña tomó en septiembre prestados 13.000 millones de libras (20.800 millones de dólares). En un momento en que otros países europeos _ incluida Irlanda _ están apurados para pagar sus deudas, existe la creencia generalizada de que el presupuesto británico debe reducirse.

Empero, poco hizo el gobierno para congraciarse con la población en general cuando redujo el impuesto a la renta de las personas físicas a los más acaudalados de la sociedad, a principios de año. Los gobernantes han intentado disipar sin éxito la noción de elitismo que le atribuyen algunos sectores de la sociedad.

El viernes, el disciplinario del Partido Conservador renunció sobre las acusaciones de que llamó "plebeyos" a los agentes que custodiaban la residencia oficial del primer ministro en Downing Street. Otras versiones señalan que les advirtió que "se enteraran de cuál es su... lugar", una declaración que habría incluido una palabra grosera.

La noticia sobre la renuncia de Andrew Mitchell saltó justo al circular la noticia de que el secretario del Tesoro George Osborne fue visto por un periodista sentado en primera clase de un tren con boleto de segunda. Pagó la diferencia pero el humor de la anécdota fue irresistible.