Cardenal Schoenborn, conservador abierto a reforma

Actualizado
  • 02/03/2013 14:30
Creado
  • 02/03/2013 14:30
El cardenal austríaco Christoph Schoenborn es un clérigo conservador, de hablar pausado, dispuesto a escuchar a los partidarios de las ...

El cardenal austríaco Christoph Schoenborn es un clérigo conservador, de hablar pausado, dispuesto a escuchar a los partidarios de las reformas, característica que podría atraer a los cardenales que busquen elegir a un pontífice con el mayor atractivo posible para los mil millones de católicos en el mundo.

Su nacionalidad podría ser su mayor desventaja: los electores podrían resistirse a elegir a otro germanohablante como sucesor de Benedicto XVI.

Hombre de escasa tolerancia con los escándalos de abuso sexual de menores en la Iglesia, Schoenborn fue elevado al purpurado después que su predecesor renunció hace 18 años acusado de pederastia.

______ NOTA DEL EDITOR: En momentos en que la Iglesia católica se prepara para elegir el sucesor del papa Benedicto XVI, The Associated Press ofrece la semblanza de los cardenales considerados "papables", o sea, candidatos al trono de Pedro. En el ámbito hermético del Vaticano no hay manera de saber cuáles son los candidatos reales, y la historia ha brindado numerosas sorpresas. Pero esta serie incluye los nombres que han sido mencionados con insistencia. Hoy presentamos al cardenal Christoph Schoenborn.

______ Políglota y respetado por judíos, musulmanes y ortodoxos, amigo y ex pupilo de Benedicto XVI, Schoenborn fue uno de los electores en el cónclave del 2005 que escogió al alemán al trono petrino. Un erudito que se siente cómodo en el púlpito, Schoenborn también está bien conectado en el Vaticano.

Cuando se le preguntó si le gustaría suceder a Benedicto XVI después que este anunció su renuncia, respondió: "Mi corazón está en Viena, mi corazón está en Austria, pero naturalmente también con toda la Iglesia".

Esa reticencia para responder directamente no es inusual en un príncipe de la Iglesia conocido por un estilo discreto enfocado en dirigir la Iglesia austríaca sin caer en controversias.

Esto no siempre ha sido posible. El austero Schoenborn debe su propia promoción al escándalo que involucró a su predecesor, Hans Groer, que fue acusado de abusar de jovencitos.

Designado arzobispo de Viena en 1995, Schoenborn mantuvo silencio en un principio. Pero se mostró valiente tres años después cuando se disculpó personalmente "por todo lo que mis predecesores y otros religiosos cometieron contra gente a su cuidado".

En una muestra de su aversión a los enfrentamientos, despidió a su vicario reformista Helmut Schueller en 1998 introduciendo una carta de despido debajo de la puerta de éste.

Sin embargo, enfrentado al escándalo de pornografía que conmovió a la Iglesia en el 2005, criticó al Vaticano.

"Es triste que haya tardado tanto en actuar", dijo sobre la reticencia de Roma a investigar las irregularidades. Después afirmó que "la Iglesia es superior a sus debilidades humanas".

Mientras los casos de abuso sexual seguían sacudiendo la Iglesia, Schoenborn propuso en el 2010 examinar la cuestión del celibato sacerdotal, aunque poco después hizo que su vocero emitiera un desmentido de que hubiera cuestionado la prohibición de los sacerdotes a casarse.

Aunque acepta la posibilidad de la evolución del hombre, Schoenborn criticó ciertas teorías "neodarwinistas" por considerarlas incompatibles con la enseñanza católica. En un editorial en el New York Times en el 2005 escribió que "todo sistema de pensamiento que niegue o busque desmentir la evidencia abrumadora de un diseño en biología es ideología, no ciencia".

Ideológicamente, su purpurado se ha caracterizado por un alejamiento de las reformas en el seno de la Iglesia. En cambio ha centrado su atención en el respeto al dogma católico, a la vez que comprende a quienes disienten.

"Para la Iglesia no es fácil hallar el camino correcto entre la protección del matrimonio y la familia, por una parte, y la compasión con las debilidades humanas" por la otra, dijo en 2004, aludiendo a la oposición al divorcio, aunque aclaró que lo comprendía. Entre el público en una misa fúnebre por el presidente austríaco Thomas Klestil estaban tanto la viuda como la esposa divorciada de éste.

Sin embargo, más tarde dejó en claro que respalda la santidad del matrimonio. En declaraciones a un semanario austríaco poco después de la renuncia de Benedicto XVI, dijo que la indisolubilidad matrimonial se remonta "a las instrucciones de Jesús" y por lo tanto no se puede cambiar.

Nacido el 22 de enero de 1945 en una familia aristocrática de Bohemia, el destino de Schoenborn pareció influido por la tradición familiar: 19 de sus antepasados fueron sacerdotes, obispos o arzobispos.

Después de incorporarse a la orden de los dominicos en 1963, fue ordenado sacerdote en 1970 por el cardenal Franz Koenig.

Su reputación como estudioso _e interlocutor de los cristianos ortodoxos_ comenzó con una disertación sobre los iconos aun antes de ser profesor de teología en la Universidad Católica de Friburgo, Suiza, en 1975. Habla fluidamente italiano y francés, se maneja razonablemente en inglés y español, y está bien vinculado en el Vaticano.

Edificó una imagen de ecumenista con visitas a los patriarcas de Rusia y Rumania y se reunió con el líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, hace once años, en el primer viaje de un dignatario de la Iglesia católica a la república islámica desde la revolución de 1979.

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