América Latina se olvida de sus problemas y se entrega al Carnaval

Actualizado
  • 03/03/2014 19:01
Creado
  • 03/03/2014 19:01
Como suele ocurrir cada año por estas fechas, en varios países de Latinoamérica como Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia, Ecuador y Pan...

Como suele ocurrir cada año por estas fechas, en varios países de Latinoamérica como Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia, Ecuador y Panamá intentan olvidar los problemas políticos, sociales o económicos para entregarse en cuerpo y alma a diferentes carnavales.

Sin lugar a dudas el mayor de estos espectáculos se da en Brasil, en lugares como Salvador, capital de Bahía, y Olinda, vecina a Recife (Pernambuco), pero especialmente en Río de Janeiro, que desde anoche vive su apogeo con los multitudinarios y lujosos desfiles de las escuelas de samba cariocas, el espectáculo más esperado de esta fiesta que paraliza todo el país.

Seis escuelas de samba, cada una con entre 3.000 y 5.000 integrantes con disfraces elaborados, bailaron y cantaron hasta bien entrada la mañana de hoy en el sambódromo, una avenida flanqueada por tribunas, que estos días se convierte en el epicentro del carnaval brasileño, hasta la elección del ganador el próximo miércoles.

A esto se sumó el carnaval callejero carioca, una alegría generalizada que, sin embargo, no logra hacer olvidar del todo meses de protestas sociales de diversa índole tal como lo atestigua el enorme rastro de basura que quedó al paso de las comparsas, porque parte de los barrenderos de Río están en huelga desde el pasado sábado en demanda de mejorías salariales.

En Colombia, la fiesta se concentra en Barranquilla, que ayer tuvo en su segundo día de Carnaval el multitudinario y colorido desfile de la Gran Parada de Tradición, con comparsas como las tradicionales danzas del Garabato, del Congo y del Paloteo.

Así, los barranquilleros y buena parte de los habitantes de la Costa Caribe siguen celebrando a la espera al entierro simbólico mañana de "Joselito Carnaval", un personaje que según la leyenda muere por los excesos cometidos durante los días de fiesta pero revive al año siguiente.

Ya después habrá tiempo para preocuparse de cosas como las elecciones legislativas del próximo domingo, en las que se elegirán a los nuevos miembros del Congreso que acompañará al próximo Gobierno, a escogerse en mayo, y todavía en medio de un proceso de paz con las FARC que sigue dividiendo a buena parte del país

Justamente consciente de que este tipo de fiestas son un paliativo para las penurias políticas fue que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, decidió ampliar a seis los días de inactividad laboral por el carnaval, que en principio solo tenía como festivos hoy y mañana.

En medio de la efervescencia política que se vive desde el 12 de febrero y que ya ha dejado por lo menos 18 muertos, gracias a este largo "puente" festivo miles de venezolanos se han desplazado hacia las playas y otros lugares de recreación.

Incluso, el domingo Maduro mostró fotografías playeras y carnavalescas en la red social Twitter para "decretar la victoria de los carnavales" y asegurar que Venezuela vive un clima de calma pese a que, y aunque han tenido una menor intensidad que en los días anteriores, las marchas y protestas siguen en buena parte del país.

En Bolivia, con estas festividades también se intenta olvidar, así sea momentáneamente, el drama que se vive desde octubre por culpa de las intensas lluvias que ya han dejado 59 muertos, 60.000 familias damnificadas y pérdidas millonarias.

Y aunque numerosos municipios suspendieron las celebraciones de Carnaval, buena parte de las regiones lo celebran desde el fin de semana y hasta mañana, con desfiles de disfraces y bailes típicos, con el de Oruro, Patrimonio Oral e Intangible por la Unesco, como máxima expresión del folclore boliviano.

Al evento, realizado el sábado, concurrieron unos 35.000 bailarines y 10.000 músicos intérpretes de danzas folclóricas bolivianas, además de miles de turistas, pero esta edición se tiñó de luto con la muerte de cuatro personas y decenas de heridos al desplomarse una pasarela durante el desfile.

Uruguay, por su parte, todavía en medio de las vacaciones de verano y tras un mes de Carnaval, considerado el más largo del mundo, parece haberse olvidado de discusiones como la aprobación de la marihuana y hasta ahora empezar a prestar atención a la campaña para las elecciones de octubre próximo.

Mientras que las dos semanas que restan de esta celebración se viven en el país como un período de descanso familiar, el lunes y martes de Carnaval tan solo se vive en una localidad, La Pedrera (costa atlántica), con una gran fiesta popular que congrega a miles de turistas, casi todos jóvenes y uruguayos.

En Panamá, por estos días tampoco interesan mucho las elecciones generales de mayo próximo, con la capital y parte del interior del país disfrutando desde el viernes pasado y hasta la madrugada del miércoles próximo de las fiestas del Rey Momo.

En Ciudad de Panamá, donde se realiza la actividad más grande, se calcula que unos 25.000 turistas en total acudirán para ver a unos 120 artistas como el Gran Combo de Puerto Rico y Cheo Feliciano, a quien mañana se le hará un homenaje.

En Ecuador ya también parece cosa del pasado la aireada reacción del presidente Rafael Correa tras el triunfo electoral hace una semana de la oposición en las principales ciudades del país, incluida Quito, y más de un millón de personas se han movilizado para disfrutar de desfiles alegóricos, el tradicional juego con agua y la celebración indígena por las primeras cosechas.

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