¿El vía crucis no termina?

Actualizado
  • 24/05/2009 02:00
Creado
  • 24/05/2009 02:00
BOGOTÁ. Contrario a la felicidad con que la bancada uribista festejó la aprobación del referendo para la reelección, la realidad es que...

BOGOTÁ. Contrario a la felicidad con que la bancada uribista festejó la aprobación del referendo para la reelección, la realidad es que al proyecto de ley más trascendental de los últimos años en Colombia aún le queda pendiente un trayecto que en un momento dado puede dar al traste con la aprobación definitiva del referendo en el Congreso de ese país.

Tiene tan solo 15 días hábiles para sortear cuatro pasos que en otras circunstancias serían asuntos de simple trámite y se suelen despachar en un abrir y cerrar de ojos, pero que en este caso se pueden hacer muy complejos. Todo surge de la discrepancia ya conocida entre el texto que aprobó la Cámara, que habilita al presidente Álvaro Uribe para que sea reelegido en 2014, y el texto del Senado, que le da vía libre para 2010. A diferencia de lo que la mayoría de los colombianos cree, no se trata simplemente de que un puñado de congresistas, nombrados para conciliar los textos, se pongan de acuerdo. El problema es que el texto que acuerde la comisión de conciliación debe volver a cada una de las dos Cámaras para ser ratificado por la plenaria respectiva y es ahí donde el trámite puede transformarse en un verdadero vía crucis.

Si bien no es común en Colombia que un proyecto de ley se caiga en esta etapa, sí ha ocurrido. Por ejemplo, hace dos años, la ley de los derechos patrimoniales para los homosexuales, que había logrado cuatro históricas votaciones en las comisiones y plenarias, sufrió un definitivo revés en la instancia en la que menos se esperaba: el informe de conciliación fue negado por la plenaria de Senado por 26 votos a favor y 34 en contra. Al darle más largas al debate se corre el riesgo de que, en un giro inesperado, se hunda el referendo, o por lo menos está expuesto a caer en más vicios de forma, que son los que finalmente pueden sepultar el referendo en la Corte Constitucional. Las dificultades han sido advertidas hasta el cansancio por uribistas consagrados como el presidente del Congreso, Hernán Andrade, y el representante de Cambio Radical Roy Barreras, quienes fueron siempre partidarios de que el Senado aprobara el texto de la pregunta del referendo tal cual venía de la Cámara. En el caso de Barreras, porque cree que puede ser contraproducente que se cambie el texto por el cual estamparon la firma cerca de cinco millones de colombianos, y en el de Andrade, como dijo, para evitar los riesgos de la conciliación.

1.¿RECUSAR A GERMÁN VARÓN FUE UN ERROR?

El primer paso que tiene que dar esta semana el referendo es resolver la recusación contra el presidente de la Cámara, Germán Varón. Los uribistas no quieren que Varón sea el encargado de armar el grupo de conciliadores de la Cámara porque consideran que nombrará enemigos acérrimos del referendo. Y con esa actitud, en caso de que no lleguen a un acuerdo con el grupo de conciliadores del Senado sobre el texto final, el referendo se podría hundir.

Pero es muy difícil que ese escenario se dé. Porque los conciliadores tienen que escoger uno de los dos textos: o el que permite la reelección para 2010 o el que la permite para 2014, pero no pueden inventar ninguno nuevo. Así pues, en el hipotético caso de que Varón escoja sólo enemigos de la consulta popular, lo peor que le puede ocurrir al referendo es que algún senador se pliegue al texto de la Cámara, el que da vía libre para 2014, con tal de salvarlo. La recusación es un arma de doble filo porque, por una parte, dilata más el proceso, justo ahora cuando se empieza a notar el afán de que la gente vote el referendo en noviembre. La recusación no sólo debe ser estudiada por la comisión de ética, sino que en caso de que esta la apruebe, debe ser ratificada por la plenaria de la Cámara.

Y el otro problema que tiene es que abriría un nuevo interrogante para la Corte Constitucional: ¿sí hay motivo suficiente para recusar a Germán Varón? Los uribistas se han dado cuenta de que la recusación al final del día puede resultar un mal negocio y por ello quieren retirarla. Sin embargo, Varón no está muy dispuesto a ceder en ese punto y prefiere que sea la propia comisión de ética la que defina su destino.

2. ¿QUÉ PASA SI SE CONCILIA EL TEXTO PARA REELEGIR A URIBE EN 2010?

En caso de que la conciliación prospere, viene otro interrogante: ¿Cuál texto aprobarán: el de reelección para 2010 o para 2014? Ya hay suficientes muestras de que a la bancada uribista le interesa el de 2010. Si se llegara a aprobar este texto, en principio la ratificación en plenaria de Senado debe ser fácil, pues fue ese el texto que ellos aclamaron la semana pasada. Aunque no se descarta que un puñado de senadores que se hicieron rogar hasta último minuto para votar, vuelvan y pongan a sufrir al gobierno con reclamos de nuevas cuotas burocráticas.

El texto de 2010 se puede complicar un poco en la plenaria de la Cámara. En primer lugar porque no fue ese el que ellos aprobaron, y en segundo lugar, porque cuando la Cámara votó el referendo, en aquella famosa jornada en la que el presidente Uribe tuvo que expedir a la medianoche un decreto para llamar a extras para que no se hundiera, sólo votaron 86 de los representantes a la Cámara. Es decir, sólo dos más de los 84 que necesitaban. Y en esa ocasión votaron por la reelección para 2014, que en un momento dado puede entusiasmar a más congresistas que la de 2010.

Por ejemplo, Roy Barreras, que ha defendido hasta el cansancio la reelección 2014 ¿votaría un proyecto en otro sentido? ¿Y qué harán los conservadores que están en la Cámara alineados —y entusiasmados— con Andrés Felipe Arias? “Yo insistiré en aprobar el texto original del referendo y que sea la Corte la que interprete el texto. Cambiar el texto le resta legitimidad y le quita espacio a la Corte”, anuncia Barreras.

Si el texto queda para 2010, se desatará una polémica ya anunciada. El ex presidente César Gaviria ha insistido en que ese sería un pecado mortal del trámite: “Viola la ley revivir una pregunta o figura que fue negada en la comisión primera de la Cámara al momento que el proyecto fue votado por esa corporación (...) esto es un absoluto irrespeto y atropello al Estado de Derecho”. Se refiere a que en la comisión de la Cámara sometieron a votación cambiar la pregunta para que Uribe se pueda reelegir en 2010 y la votaron en contra 17 y a favor 16.

3.¿QUÉ PASA SI SE CONCILIA PARA 2014?

Si el grupo de conciliadores acoge el texto que aprobó la Cámara —el que permite la reelección de Uribe para 2014—, puede resultar más fácil su ratificación en plenarias. En ese caso será la Corte Constitucional la encargada de decidir si la manera como está redactada la pregunta permite o no que Uribe se lance en 2010. De todas maneras, tanta insistencia en cambiar el texto deja claro que los uribistas consideran que el texto original sólo lo habilita para ser reelegido en 2014.

Cabe recordar que los intentos por cambiar la pregunta en la Cámara fracasaron porque en ese momento, en medio del escándalo de DMG, se dio la crisis política más dura para el gobierno Uribe y prácticamente estaba en riesgo todo el referendo.

El vía crucis del referendo en el Congreso aún no termina. Todo lo expuesto demuestra que los promotores del referendo todavía no pueden hacer cuentas alegres porque en cualquier descuido pueden sufrir un traspié. Pero eso no quiere decir que se vaya a hundir, pues también es cierto que sería difícil pensar que el referendo se va a quedar atascado en un Congreso al que el uribismo ya le descifró la fórmula para ponerlo a caminar. ©PUBLICACIONES SEMANA

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