La Haya favorece a Bolivia

Un reciente fallo de la Corte Internacional de La Haya (CIJ) favorece la posición boliviana ante el diferendo histórico que mantiene Bolivia con Chile por la salida al mar. El gobierno de la mandataria chilena, Michel Bachelet, había basado sus argumentaciones ante este organismo judicial sosteniendo que La Haya tuviese competencia jurídica para conocer y atender la demanda planteada por Bolivia. Los magistrados votaron a favor de la competencia de la Corte para seguir con la demanda presentada por Bolivia contra Chile. Ahora el gobierno de Evo Morales podrá seguir adelante en su reclamo territorial con Chile para encontrar su anhelada salida al mar.

‘Se trata de una victoria preliminar' opinó Eduardo Rodríguez, quien fue el único funcionario boliviano que estuvo presente ayer en La Haya cuando se dio a conocer el fallo. Bolivia no podrá celebrar ya que se trata que el proceso que se inicia tiene un largo camino judicial y diplomático por recorrer.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, está paralelamente haciendo de la diplomacia otro camino estratégico para lograr apoyo internacionales en su reclamo. El papa Francisco es uno de ellos. En la visita anterior que hizo a la región (Paraguay, Ecuador y Bolivia) Morales lo recibió con estas palabras: ‘Bienvenido a la tierra a la que se le ha mutilado su acceso al mar', dijo en aquella simbólica ocasión. Morales busca no solo aliados en la jerarquía católica para este empeño territorial. Cuenta el gobierno de La Paz con un prestigioso equipo de trabajo internacional desde que decidió emprender la vía de CIJ para dirimir su litigio con Chile.

Ante la demanda boliviana, Chile optó por procurar negarle a la CIJ competencia de tratar la demanda boliviana, basándose en que ya existía un tratado, el de 1904, mediante el cual Bolivia ‘le había cedido' su litoral marítimo a los chilenos. En varios escenarios anteriores, Morales ha utilizado el ejemplo de la experiencia panameña y su reclamo —igualmente histórico— con Estados Unidos, con quien Panamá poseía un tratado sobre la cesión a ‘perpetuidad' a EE.UU. de las tierras canaleras y el Canal. El ejemplo de nuestro país es uno de los más empleado por La Paz para debilitar la posición inamovible (no negociar) que mantiene Chile.