Brasil se blinda para evitar un desastre como el de Múnich

Este jueves 21 de julio autoridades brasileñas informaron que detuvieron a una decena de personas en una operación antiterrorista, sospechosos de pertenecer a una célula terrorista simpatizante del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y de estar preparando una acción terrorista en medio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Según el ministro de Justicia de Brasil, Alexandre de Moraes era "una célula absolutamente aficionada" y "desorganizada".

Varios de estos supuestos terroristas llegaron a tener al menos un contacto con el EI a través de Internet.

A tan solo 15 días de la inauguración de los Juegos Olímpicos, Brasil ha reforzado la seguridad al destinar 85,000 policías y militares a la seguridad del evento, el doble que en Londres-2012.

El mundo entero se ha visto conmocionado con ataques terroristas como los de París en noviembre de 2015 y de Niza hace una semana.

Brasil intenta evitar que suceda una tragedia igual a la acontecida en los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich, Alemania Occidental, cuando varios integrantes del equipo olímpico israelí fueron tomados como rehenes y asesinados por un grupo armado perteneciente a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).