Cerco a Temer se cierra más a las puertas de juicio

Actualizado
  • 07/06/2017 02:01
Creado
  • 07/06/2017 02:01
El cerco jurídico en torno al presidente de Brasil, Michel Temer, se cerró ayer aún más con la detención de Henrique Eduardo Alves

El cerco jurídico en torno al presidente de Brasil, Michel Temer, se cerró ayer aún más con la detención de Henrique Eduardo Alves, un exministro de su entorno cercano, unas horas antes del reinicio de un juicio que le puede costar el cargo.

Alves, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y de la mayor confianza de Temer, fue arrestado bajo sospechas de corrupción antes de que el Tribunal Superior Electoral retome hoy un juicio sobre supuestas irregularidades en la campaña que el actual mandatario compartió en 2014 con la destituida Dilma Rousseff.

Aunque las sospechas que pesan sobre Alves no tienen relación con Temer, su detención tiene un impacto político y se suma al arresto, el pasado sábado, del diputado suplente Rodrigo Rocha Loures, quien sí está implicado en un caso que salpica directamente al mandatario.

Alves, exministro de Turismo de Rousseff que fue mantenido en ese cargo por Temer, renunció por otras sospechas de corrupción pero se cree que participó en irregularidades detectadas en las obras de uno de los estadios usados en el Mundial de fútbol de 2014.

Rocha Loures, por su parte, actuaba como intermediario entre el presidente y el dueño del grupo JBS, Joesley Batista, quien en el marco de un acuerdo de cooperación judicial ha confesado que soborna a Temer desde 2010. Además, Batista entregó a las autoridades un explosivo audio en el que Temer calla o parece aceptar maniobras ilegales del empresario y que ha derivado en una investigación de la Corte Suprema contra el presidente.

En esa grabación, Batista relata una serie de maniobras ilegales que hacía en favor de su empresa ante los tribunales y algunos de los ministros del actual Gobierno, lo cual, según el Supremo, puede sugerir que Temer incurrió en los delitos de corrupción, obstrucción a la Justicia y asociación ilícita.

La captura de dos de los miembros de su entorno más cercano ha debilitado aún más a Temer, a quien la oposición en pleno y hasta algunos sectores del oficialismo le exigen la renuncia desde hace dos semanas.

Esos nuevos golpes políticos coinciden con el juicio del Tribunal Superior Electoral sobre supuesta financiación ilegal de la campaña que en 2014 llevó a la reelección de Rousseff, a quien Temer acompañaba como vicepresidente.

Una sentencia condenatoria en el proceso que fue retomado hoy, tras ser suspendido en abril pasado, anularía la victoria de la fórmula Rousseff-Temer e implicaría la destitución del mandatario brasileño.

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