Una agenda conjunta de partidos, el gran reto de la fraccionada Costa Rica

Actualizado
  • 05/04/2018 13:36
Creado
  • 05/04/2018 13:36
El presidente electo, Carlos Alvarado, ha girado una invitación a los partidos para conformar un gobierno de unidad nacional

El gran reto del presidente electo de Costa Rica, Carlos Alvarado, será lograr poner de acuerdo a los siete partidos políticos representados en el Congreso con el fin de construir una agenda legislativa conjunta que permita gobernabilidad y avanzar en temas estratégicos.

El fraccionado Congreso tendrá 17 diputados del socialdemócrata Partido Liberación Nacional; 14 del evangélico Restauración Nacional; 10 del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana, al que pertenece Alvarado; 9 de la Unidad Social Cristiana; 4 de Integración Nacional; 2 del Republicano Social Cristiano y 1 del izquierdista Frente Amplio.

Conformar alianzas es obligatorio para aprobar leyes ya sea por los 29 votos necesarios en mayoría simple o los 38 de mayoría calificada.

El presidente electo ha girado una invitación a los partidos para conformar un gobierno de unidad nacional, con una agenda acordada de temas prioritarios y un gabinete multipartidista.

Alvarado ha dicho que "el pueblo ha decidido repartir el poder", y que ha interpretado ese mensaje como un mandato para que los partidos se pongan de acuerdo en temas prioritarios como el déficit fiscal, la inseguridad y la infraestructura.

Luego de tres días de haber cursado la invitación, el presidente electo ha manifestado que el proceso "avanza" con la respuesta positiva a negociar del Frente Amplio y de Integración Nacional, así como reuniones con Liberación Nacional (PLN) y el Republicano Social Cristiano.

El Comité Ejecutivo de Liberación Nacional, el partido más tradicional del país, decidió dar su apoyo al nuevo Gobierno en una agenda legislativa conjunta, pero descartó integrar oficialmente el gabinete.

Sin embargo, ello no implica que partidarios suyos, a título personal, se involucren en el Gobierno.

"La decisión más importante es que decidimos ponernos a las órdenes del gobierno y poner nuestros votos. Vamos a darle nuestros votos a cambio de nada. No nos interesan los puestos, nos interesa apoyar al presidente electo", dijo hoy a los medios el diputado electo y futuro jefe de fracción del PLN, Carlos Ricardo Benavides.

El presidente electo ha puesto como base de negociación de la agenda un pacto multipartidista firmado el año pasado para avanzar en diversos temas, así como un acuerdo que él firmó con el excandidato socialcristiano Rodolfo Piza cuando recibió su adhesión.

"Es posible que haya agrupaciones que no estén interesadas en el gabinete, pero sí en sumarse al proceso. Lo importante es llegar a acuerdos para dar gobernabilidad y soluciones a los temas prioritarios de los costarricenses", dijo este jueves Alvarado.

El tema más urgente es paliar el déficit fiscal, que en 2017 cerró en el 6,2 por ciento del producto interno bruto (PIB), así como la deuda que ronda el 50 por ciento del PIB.

Para ello han habido avances en las últimas semanas en el trámite en el Congreso de una reforma fiscal que busca convertir el impuesto de ventas de un 13 por ciento en uno de valor agregado del mismo porcentaje, pero que amplíe la base de productos y servicios por gravar.

Esa reforma también incluye gravar renta de capital, aumentar el impuesto de renta para los salarios más altos, y contener el gasto público por medio de medidas como la reducción de pluses salariales como las anualidades.

Es un hecho que esta reforma, que se lleva discutiendo por casi tres años, tendrá los momentos claves para su aprobación en el Gobierno de Carlos Alvarado, que comenzará el 8 de mayo próximo.

Otros asuntos prioritarios propuestos por el mandatario electo son reformas al sistema educativo, el desarrollo de infraestructura como la ampliación de dos carreteras estratégicas que conducen al Caribe y al Pacífico, un tren eléctrico para el área metropolitana, así como cambios al reglamento de la Asamblea Legislativa para mejorar la gobernabilidad.

En este proceso de negociación los partidos también plantearán sus prioridades para construir una agenda conjunta, en un país caracterizado por la lentitud para aprobar leyes y su excesiva burocracia.

El nuevo Congreso de Costa Rica comenzará funciones el 1 de mayo próximo y una semana después lo hará el presidente Alvarado.

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