Niños y adolescentes toman Asunción contra la impunidad en abusos sexuales

Cientos de niños y adolescentes tomaron este sábado las calles del centro de Asunción para gritar contra los abusos sexuales y denunciar la impunidad de los agresores en la justicia paraguaya, que registró 985 denuncias por explotación sexual a menores en los primeros cuatro meses del año.

El 80% de esos casos se produjo en el "entorno familiar", según detalló el director de Protección de los Derechos del Niño de esa institución, Eduardo Sota, quien resaltó que la media de denuncias es de ocho cada día.

Ataviados con pañuelos de colores, pancartas y dibujos, los jóvenes marcharon desde la plaza Uruguaya hasta la de la Democracia, en el epicentro de la capital paraguaya, al grito de "señor, señora, no sea indiferente, se abusa de los niños y el Estado sigue ausente".

Payasos, mimos y una batucada acompañaron a los menores durante el recorrido, en el que una compañía de actrices adolescentes recordó la historia de Felicita Estigarribia, la niña de 11 años que fue violada y asesinada en 2004 en Yaguarón, al noreste del país, en un caso que sigue sin resolverse.

Las jóvenes intérpretes llevaron hasta la marcha una cesta de mandarinas como la que portaba Estigarribia cuando fue asesinada de camino hacia su casa, en un crimen que se ha convertido en un icono del movimiento y que se recuerda cada 31 de mayo con la celebración del Día nacional de la lucha contra los abusos sexuales a menores.

"El Estado es cómplice de estos abusadores", alertó a Efe Fidelina Flecha, una de las portavoces del movimiento, que lamentó las dificultades para poner una denuncia en las comisarias paraguayas.

La vocera también apuntó contra el sistema judicial ya que permite que "los casos denunciados se queden en el olvido", mientras la sociedad continúa "victimizando" a las afectadas por agresiones sexuales.

"Las niñas víctimas de abuso son muy señaladas, ya que nuestra sociedad ha normalizado a las niñas madres o a las niñas que tienen cónyuges mayores de edad", relató.

Por esa razón, una de las reivindicaciones de esta año de la marcha es la incorporación de una educación integral sobre la sexualidad en los colegios paraguayos para que los estudiantes aprendan a detectar los abusos en su entorno.

En ese sentido, Daniel Cardoso, otro de los portavoces de la marcha, exigió que sea el Ministerio de Educación el encargado de "brindar ese apoyo y esa información a los niños y adolescentes".

Para el representante, esa formación no puede ser una responsabilidad de las familias ya que "en las casas es donde mayor índice hay de abusos de explotación sexual".

Además, Cardoso también exigió un aumento en el presupuesto dedicado a las políticas sociales de la infancia para garantizar que los proyectos lleguen a todos los colectivos más vulnerables, especialmente a las comunidades indígenas y campesinas.

Paraguay registró 985 denuncias por abuso sexual en el primer cuatrimestre del año, lo que representa un aumento de 730 casos en apenas un mes, con respecto a los 255 contabilizados en el anterior reporte, según los datos del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia.

El 80% de esos casos se produjo en el "entorno familiar", según detalló el director de Protección de los Derechos del Niño de esa institución, Eduardo Sota, quien resaltó que la media de denuncias es de ocho cada día.

La Fiscalía paraguaya sumó un total de 2,608 casos de abusos sexuales a menores en 2019, frente a los 2,461 del año anterior, lo que produjo el nacimiento de 614 niños como producto de la violación.

De acuerdo a los datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Paraguay se producen cada año 20,000 nacimientos de hijos de niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años, de los que cerca de 700 corresponden a niñas menores de 15 años.