Tras caída de Ricardo Rosselló, continúa incertidumbre en Puerto Rico

Actualizado
  • 27/07/2019 02:04
Creado
  • 27/07/2019 02:04
La histórica renuncia del gobernador de Puerto Rico, como resultado de protestas masivas en su contra, abre un camino de esperanza e incertidumbre para un país que continúa en una profunda crisis política y económica

Atentas a las pantallas de sus teléfonos celulares fuera de La Fortaleza, sede del Ejecutivo puertorriqueño, miles de personas esperaban el pronunciamiento del gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, tan solo para escuchar una sola palabra: renuncio.

Con un discurso pregrabado y tras diez minutos de repasar su cuestionada gestión, Rosselló anunció al país su decisión de dimitir al cargo, abriendo paso a un estallido de euforia en casas, esquinas y bares, pero sobre todo en las calles de Puerto Rico.

Al grito de consignas, cantos, abrazos y llantos, los manifestantes celebraron la caída del gobernador tras casi dos semanas de movilizaciones masivas que exigían su salida, luego de que se filtraran unos ‘chats' con comentarios ofensivos que iban desde expresiones homofóbicas y misóginas hasta hacer burlas sobre los fallecidos durante el huracán María que destrozó el país en 2017 y que de acuerdo con un estudio de la Universidad de Harvard se habría cobrado más de 4,000 vidas, en contraste con los 64 fallecidos admitidos oficialmente por el gobernador.

Ese mismo informe cuestionaba la gestión del desastre por parte de Rosselló, que se vio obligado a admitir que sus números no correspondían con la magnitud de la tragedia que dejó al país tres meses sin energía eléctrica, requiriendo un año para restablecer el servicio. Para los manifestantes, el gobernador mintió deliberadamente e irrespetó a las víctimas.

Los ‘chats' también develaron viejos señalamientos contra la administración de Rosselló por presuntos escándalos de corrupción que lo involucraban a él y su entorno.

Las revelaciones de los ‘chats' por parte del Centro de Periodismo Investigativo evidenciaron la posible malversación de fondos durante su gestión, además de los intentos de Rosselló y su equipo de gobierno para manipular la opinión pública.

Con el estallido del escándalo, inmediatamente fueron convocadas manifestaciones exigiendo su renuncia, a la que se sumaron activamente numeroso artistas como Residente (exintegrante de Calle 13), Bad Bunny, Ricky Martin, Nicky Jam y otros cantantes que se convirtieron en piezas claves para la masificación de las convocatorias por las redes sociales, siendo líderes sui generis de las protestas más grandes en la isla desde 1999.

Panorama incierto

Aunque la caída de Rosselló, por la presión de la calle, es una importante victoria de la ciudadanía harta de una gestión gubernamental cuestionada, por el momento la crisis está lejos resolverse.

En el plano económico Puerto Rico se encuentra en la bancarrota, con una deuda pública de al menos 74,000 millones de dólares y el gobierno no tiene las condiciones para hacer frente a dichos compromisos, sobre los cuales durante las protestas también se hicieron eco los manifestantes, que entre sus exigencias han pedido un audito de dichas deudas.

Los altos índices de desempleo, pobreza y desigualdad se han disparado, empujando al 10% de la población, en su mayoría jóvenes, a buscar oportunidades fuera del país. Esta situación viene desde 2006, fecha que coincide con la suspensión por el Congreso de EE.UU. de un acuerdo que otorgaba beneficios a compañías estadounidenses por establecerse en la isla, medida que llevó a la salida de las empresas y la profundización de crisis económica.

La respuesta de Rosselló fueron políticas de recortes en los servicios públicos, educación y salud, encareciendo la vida de los isleños. La llegada del huracán María, terminó de descalabrar la endeble economía de la nación caribeña.

A esto se suman las presiones de la Junta de Supervisión Fiscal creada en 2017 por el Congreso estadounidense, una entidad con poderes superiores a los del gobierno electo por los puertorriqueños. Esta ha impuesto duros paquetes de austeridad que son resistidos por los residentes de la isla. La Junta también esobjeto de reclamaciones de algunos sectores durante las manifestaciones.

Puerto Rico fue ocupado por Estados Unidos en 1898 tras intervenir en la guerra de independencia que libraban los boricuas contra España. Desde entonces, el país se encuentra en régimen colonial de acuerdo a los parámetros establecidos por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas.

En una suerte de limbo, Puerto Rico no es parte integral de la unión estadounidense ni tampoco es un Estado independiente, manteniendo la figura de Estado Libre Asociado. Y aún que miles de puertorriqueños sean contribuyentes en EE.UU. se les impide votar para las presidenciales y aunque el gobierno tiene un representante en el Congreso este no carece de derecho al voto.

Desde el aspecto político, las cosas no se presentan más sencillas para salir de la crisis. La Constitución de Puerto Rico precisa que ante el cese del gobernador quien debe asumir el cargo es el secretario de Estado, un puesto que se encuentra vacante luego de que Luis Rivera Marín renunciara al mismo salpicado por la polémica con los ‘chats'. La siguiente en la línea de sucesión es la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, una figura también cuestionada por los manifestantes y cercana aliada de Rosselló.

Vázquez es señalada de proteger a Rosselló y a miembros del gobernante Partido Nuevo Progresista —pro anexión a EE.UU. como estado— al no abrir investigaciones en contra de sus copartidarios y por su gestión de la catástrofe del María.

Este no es el único episodio en el que el ‘círculo cero' de Rossello está en la mira de la justicia. Pocos días antes de la filtración de las conversaciones, el FBI arrestó a dos altos funcionarios del su gobierno por irregularidades en contratos públicos millonarios, incluida la exdirectora de la Administración de Seguros de Salud Ángela Ávila y la secretaria de Educación, Julia Keleher.

Para los próximos días ya están convocadas protestas que rechazan al posible toma de posesión de Vázquez el 2 de agosto, día en el que Rosselló prometió abandonaría el cargo.

‘Luego de escuchar el reclamo, hablar con mi familia, pensar en mis hijos y en oración, hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto del gobernador efectivo el 2 de agosto',

RICARDO ROSELLÓ

GOBERNADOR DE PUERTO RICO

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