Jairo Libreros: 'Existe injerencia internacional que financia la violenciaen Colombia'

La situación del paro nacional en Colombia no da tregua y, al parecer, todavía está lejos la posibilidad de una solución al conflicto, en medio de una crisis agravada por la pandemia y la supuesta “injerencia internacional, financiando y agitando los actos vandálicos”, que ha traído luto, dolor y pérdidas económicas al hermano país sudamericano.

Y mientras los diálogos de negociación se mantienen estancados y el Comité del Paro Nacional permanece fuera de la mesa porque el gobierno no cede ante sus peticiones, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) revisa en campo la situación de los derechos humanos.

Para el profesor universitario, analista de NTN24 y editor de noticias RCN, Jairo Libreros, la visita de la delegación de la CIDH al país, en medio de lo que define ha sido un “estallido social”, genera “expectativas muy importantes para Colombia y los colombianos”.

Según Libreros, la visita de los delegados permitiría una aproximación directa, precisa, con informes, entrevistas y conocimiento en el terreno, especialmente en ciudades tan difíciles como Bogotá y Cali, de lo que ha estado ocurriendo durante los 40 días que van del paro.

Y con los datos recabados se generarían recomendaciones importantes; y algunos de los casos detectados, muy seguramente, serán objeto de análisis en la corte de la Comisión, agregó el analista internacional.

En sus declaraciones, Libreros también se refirió al informe publicado este miércoles 9 de junio por la organización Human Rights, un documento “muy duro”, en cuyas páginas se recoge lo ocurrido en Colombia y en su titular califica como una “brutalidad policial”.

El 28 de abril, miles de personas salieron a las calles en decenas de ciudades de Colombia en protesta contra un proyecto de reforma tributaria. Y aunque el gobierno retiró la propuesta días después, las protestas siguieron por otros motivos: desigualdad económica, la violencia policial, el desempleo y la falta de servicios públicos adecuados.

Según el reporte internacional, “en reiteradas ocasiones los policías dispersaron manifestaciones pacíficas de manera arbitraria y empleado la fuerza de forma excesiva, y a menudo brutal, incluso mediante el uso de municiones letales”.

Durante 40 días, Colombia ha estado sumido por vandalismos, desmanes y otros hechos violentos, cuya responsabilidad, el entrevistado le asigna en parte “a grupos internacionales que intentan vulnerar las bases liberales de la democracia colombiana”.

Desde su perspectiva periodística, Libreros sustentó que informes de inteligencia de las investigaciones penales y documentos con informaciones que han recibido en NTN24, aportan elementos de juicio relacionados con las actividades de la inteligencia rusa, venezolana y cubana en el país.

“Para nadie es un secreto la injerencia que tienen en estos casos la inteligencia cubana... se han detectado movimientos fuertes, el apoyo de la embajada rusa en el país y especialmente la financiación desde la dictadura de Miraflores (Venezuela), agentes armados, agitadores y provocadores para que lo que es una fiesta se convierta en sinónimo de caos. La dictadura de Miraflores está involucrada en esto”, sostuvo.

“Hay siete u ocho personajes que estuvieron presentes en acontecimientos de 2018 y 2019 en Chile, pero también estuvieron presentes el 20 de octubre de 2019 en Bolivia, y se han encontrado movimientos migratorios muy preocupantes donde diferentes servicios migratorios o de inteligencia nos dicen que son personas que están involucradas en ese tipo de agitaciones”, aseveró Libreros.

Destacó que durante los últimos días, “la Fiscalía General de la Nación ha logrado la captura de agentes vinculados directamente con la disidencia... se han encontrado comunicaciones, informaciones, datos extraídos de los correos electrónicos que nos permiten concluir que sí existe una injerencia (internacional)..., que está financiando económicamente a actores armados para que agiten este tipo de situaciones con actos vandálicos”.

“No hablo de los manifestantes, no hablo de las protestas; una cosa es la protesta y otra cosa es aprovechar la protesta por parte de actores extranjeros para generar el caos”, sostuvo Libreros, para quien “el componente social es el más determinante en el estallido social que vive en el país”.

Precisó que hay datos que son relevantes en la crisis colombiana. Por un lado, dijo que “no se puede olvidar que Colombia es uno de los países más inequitativos del mundo”. Y aunque para algunos es “sorprendente”, “la brecha social”, donde “se etiqueta y discrimina a la gente es una realidad que está presente en Colombia”.

Por otro lado, durante los últimos 10 años, Colombia es uno de los países donde más ha crecido el descontento popular por la democracia, según las estadísticas (del Latinobarómetro) que miden el grado de satisfacción, de favorabilidad y de identidad de los ciudadanos en América Latina.

“Eso es muy preocupante, porque hay una gran desconfianza en las instituciones públicas y una gran desconfianza en los líderes políticos. Los ciudadanos cada día están más convencidos...”, apuntó Libreros.

Respecto al manejo que le ha dado el Gobierno Nacional de Colombia al paro, Libreros consideró que su “posición ha sido desastrosa”, y que con la protesta, bloqueos, actos vandálicos y violencia de las últimas semanas “se perdió el rumbo”.

Por otro lado, Libreros señaló que la pandemia “retardó la protesta, la dejó suspendida en el tiempo”. Contó que los días 9, 19 y 11 de septiembre de 2020 hubo un intento de retomar la protesta social como mecanismo para expresar el malestar por la situación que se estaba viviendo en términos sociales, pero como resultado de los tres días mataron a 12 adolescentes, 750 heridos, 400 de ellos con arma de fuego en la ciudad de Bogotá.