Escándalo sacude a la iglesia

BERLÍN. La presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania y obispo de Hannover, Margot Kaessmann, presentó la renuncia a todos sus cargos eclesiásticos tras haber sido interceptada por la Policía el pasado fin de semana cuando conducía borracha.

Según la edición digital del popular diario Bild , Kanssmann asume con ello las consecuencias del caso, después de que el pasado sábado la Policía detuviera su automóvil tras pasar un semáforo rojo por las calles de Hannover y se le determinara unos niveles de 1.54 miligramos de alcohol, lo que triplica lo autorizado en Alemania.

El Consejo Evangélico expresó su apoyo a su presidenta, en un comunicado en que se hacía hincapié en que se la respaldaría, fuera cual fuera su decisión.

“El consejo deja en plena confianza a su presidenta la decisión sobre el camino que deberemos tomar juntos”, señaló el máximo organismo de representación de los intereses de los 25 millones de fieles de la iglesia protestante y luterana en Alemania.

Kanssmann, de 51 años, reconoció en declaraciones a la prensa su error y arrepentimiento por haber conducido bajo los efectos del alcohol.